lunes, 20 de febrero de 2012

TED POLEY / GÜRU

17 de febrero 2012. Sala Copérnico

Antes de entrar en lo que pudimos disfrutar el pasado viernes en la argüellera sala Copérnico, me gustaría dejar patente mi agradecimiento y admiración a los promotores “amateurs” que son antes fans que empresarios y que, jugándose un dinero que a nadie le sobra, se mojan para traernos artistas que tan poco se prodigan por aquí como es el caso del que nos ocupa. En este caso concretamente quiero mostrar mi apoyo y ánimo a Vidal Ruíz, responsable de la organización de este bolo al que conocí hace un montón de años en el Gods of AOR de 1999 en Wigan donde ya me pareció un muy buen tío, apasionado como pocos por el rock melódico.

Me consta que al embarcarse en esta aventura no buscaba en absoluto ganar un montón dinero, pero tampoco perderlo por supuesto, y que lo que le movía a traernos a uno de los referentes de la escena hard rockera de finales de los 80’s era esa pasión por la música que le invade. Probablemente pagó la novatada, aunque ya participó en algún otro evento como la primera visita de Jimi Jamison a España, y la gente no respondió en la medida esperada, y es que ya se sabe, el que tiene padrino se bautiza, y el que no… y más teniendo en cuenta que Vidal reside en Santander con lo que esto implica de desconexión con el ambiente capitalino que, queramos o no, es donde se mueve el cotarro.
He leído críticas sobre el precio de las entradas, 27 euros, sobre los músicos que acompañarían, sobre el set list (incluso antes de conocerlo), en fin, que cualquier excusa parecía buena para no ir al concierto. Pues siento deciros a los que no os pareció oportuno asistir al show que os perdisteis un gran concierto. Que sí, que seguramente si las entradas hubieran estado a 20 euros (yo habría intentado ponerlas a ese precio como máximo) hubiera ido más gente pero hay que hacer números para poder ofrecer algo digno sin palmar pasta. Que los músicos que tocaron con Poley que además abrieron con otra gran actuación, los chicos de Güru, tienen un nivelazo que ya quisieran muchos “acompañantes” algunos que hemos visto por aquí no hace mucho, y que el set en mi opinión fue difícilmente mejorable, absolutamente todo clásicos de Danger Danger con una pequeña perlita menos conocida y una pedazo de versión para cerrar.

En fin, como bien decía en algún foro otro de estos promotores “amateur”, que siempre suplen con un enorme entusiasmo su falta de “profesionalidad”, me da la impresión que la cosa a lo mejor no da para más y estamos ante las últimas bocanadas del hard melódico en nuestro país, por desgracia parece que lo de Work Of Art fue un espejismo y aun así apenas éramos 300 viéndolos con gente llegada de toda España y parte del extranjero. Así difícilmente tendremos muchas más visitas de este tipo y nos tocará darnos el paseo a Inglaterra, a Alemania, a Suecia, o a donde sea, y a mi las cuentas no me salen, en Madrid 27 euros, algo más para los que vengan de fuera, y en el extranjero no menos de 200 con el viaje. Pero bueno, una vez expuesta esta reflexión absolutamente personal e intransferible y sin querer decir a nadie como tiene que invertir su tiempo y su dinero, vamos a centrarnos en el buen rato que pudimos disfrutar los ciento veinte fieles, tirando por lo alto, que acudimos a la cita.

Abrieron la velada GÜRU, una banda formada por músicos Profesionales con mayúsculas, que mostraron toda su clase y buen hacer dando un buen repaso a su único trabajo hasta ahora. Sobresale inevitablemente la figura del líder y fundador del grupo, el guitarrista David Palau, curtido en infinidad de conciertos como acompañante de artistas que poco o nada tienen que ver con el rock y al que se le vio disfrutar como un enano dando caña con su Ibanez desgranando sus temas. Junto a David, estuvieron sobre las tablas el batería habitual del grupo Toni Mateos, otro experimentado instrumentista que lució en la base rítmica con el bajista Jordi Vericat reclutado más recientemente para la causa, al igual que el pluriempleado vocalista Dani “Dagarod” (Burning Kingdom, Monterrey, ex Is Pain) que dio un toque más hard rockero y dinámico al sonido de la banda, sustituyendo para la ocasión al titular Pau Sastre que no pudo acudir por problemas de agenda.
Como os decía nos ofrecieron una buena muestra de su disco publicado hace ya más de un año empezando con la enganchante y rockera “Adictive Love”, sonando ya bastante bien, para tomar un giro más técnico y elegante a lo Toto con “Your Smile” un tema apto para todos los públicos que funciona muy bien en vivo. Relajaron el ritmo con la bonita balada “Staring At Your Door” en la que Dagarod se defendió bastante bien y donde David derrochó sentimiento desde su guitarra, para compartir también tareas vocales a continuación con un tono más rasgado en la animada “No More Time”.
Con “Flavours Of Desire” nos mostraron su vena más funky, volviendo a la tranquilidad con la lenta “I Found My Way”, previa emotiva charla de Palau y presentación para este tema y el siguiente del teclista Pedro Hoyuelos que llenó más el sonido obviando algunas partes sampleadas que habían sonado anteriormente, y con el guitarrista barcelonés tomando el protagonismo total a la voz.
Volvió Dagarod a escena para devolvernos el ritmo hard rockero con la directa “I Want You” currándose buenos duelos vocales junto a David, para meternos de lleno en el ritmo frenético y algo Europe de “Salvation” en el que la guitarra brilló con fuerza, para cerrar con la gran melodía que propone “Somentimes” dejándonos con un gran sabor de boca y expectantes de lo que nos iban a ofrecer prácticamente de inmediato junto al cabeza de cartel de la noche.

Y ese cabeza de cartel no era otro que el cantante, frontman y showman TED POLEY. Un señor que además de cantar muy bien es puro nervio en el escenario, derrochando siempre simpatía y entrega, ya sea con su proyecto en solitario, como con Danger Danger, banda que le dio a conocer y con la que todavía sigue dándonos grandes satisfacciones. De hecho no se complicó la vida y tiró de los temazos más conocidos de Danger Danger y obvió por completo sus otros proyectos (Melodica, Bone Machine, en solitario), yo desde luego no los eché mucho en falta aunque quizá si hubiera sido un buen detalle recuperar alguna canción de éstos dado el nivel de fidelidad de los asistentes y la duración del concierto que tampoco fue excesiva, creo que hora y cuarto aproximadamente.
Tras la pertinente intro grabada primer pelotazo con “Monkey Business” que ya puso a botar a una audiencia predispuesta de por sí que coreó su pegadizo estribillo como si la sala estuviera repleta, aunque el micro de Ted sonaba algo bajo y le siguió dando algún que otro problema durante algunos temas. “Horny S.O.B.” sonó rotunda con su irreverente mensaje y con los músicos de Güru sonando fantásticamente con un tremendo nivel de coordinación y complicidad con el rubio cantante que hizo que aquello se convirtiera en una gran actuación.
David Palau dio entrada con “C’est Loupe” a otro temazo lleno de melodía como es “Beat The Bullet”, de nuevo con la voz algo baja, mejorando para la primera balada de la noche, una entrañable “Don’t Walk Away” en la que mostraron su lado más sensible, que pronto abandonaron para meternos en fiesta con la contagiosa “Don’t Blame It On Love” previo reparto de globos entre la concurrencia que dieron bastante juego y colorido con Poley mezclándose entre el público a pie de pista, la verdad es que tenía bastante espacio para moverse, y haciendo cantar a más de uno acabando con el micro y el monitor de escenario algo perjudicados.
Una vez solucionado, al menos en parte, el problema técnico y como bien dijo Ted, había que seguir rockeando, aunque fuera con otro tema lento como “One Step From Paradise” igualmente coreado y celebrado por el respetable, como lo fue “Feels Like Love” hard melódico de altura secundado por la menos conocida “Afraid Of Love” técnicamente impecable y única que no pertenece a los dos primeros discos de Danger Danger si no al más inadvertido pero no menos interesante “Cockrroach”.
El tercio final del show se inició con uno de los himnos del party rock por excelencia “Bang Bang” en la que Ted no tuvo por menos que volver a bajarse a la pista para desatar de nuevo la locura, retomando la tranquilidad con otra preciosa balada como “Still Think About You”, para hacernos botar otra vez con “Crazy Nites” que nos puso a corear a todos.
Se acercaba el cierre y nada mejor que invitar a escena a uno de nuestros grandes Jorge Salán, que ya compartió escenario con Danger Danger en su visita a la extinta y añorada sala Aqualung hace unos años, para dar color y energía con su guitarra al autodenominado por ellos himno nacional del grupo yankee “Naughty, Naughty” alargada por muy buenos solos y un magnífico duelo de guitarras entre Salán y Palau que a más de uno le dejó con la boca abierta. Como regalo final nos dejaron con una espectacular versión del clásico “Purple Rain” de Prince ejecutada con pasión y clase por toda la formación pero con especial mención de nuevo para el pedazo de solo que se marco David.
Creo que prácticamente está todo dicho, por poner algún pero yo hubiera cambiado alguna de las baladas por “Rock America” o sobre todo por “Under The Gun” que es mi tema favorito de Danger Danger y que en principio estaba previsto en el set list. En cualquier caso un gran concierto de un fantástico artista que se entregó dejándose todo, importándole bien poco si éramos cien, mil, o diez mil, muy bien acompañado y demostrando que se puede seguir haciendo muy buen hard rock melódico con clase y además divirtiendo enganchado al público, algo que los artistas americanos saben hacer como nadie. Esperemos que para la próxima ocasión la gente responda mejor, y si no ya sabéis, a conocer mundo que tampoco está mal.
Mariano Palomo

miércoles, 15 de febrero de 2012

JORGE SALAN

11 de febrero 2012. Sala Ritmo & Compás

Noche muy especial para nuestro buen amigo JORGE SALAN la que pudimos compartir y disfrutar todos los que abarrotábamos la sala madrileña elegida para presentar su nuevo disco. Una sala que claramente se quedó pequeña para albergar a un número de seguidores cada vez más importante y que por fin parece que empieza a hacer justicia a la cantidad de horas de trabajo invertidas por el músico en todos y cada uno de sus proyectos llenos de talento y energía.
Como decía, en esta ocasión el motivo de la cita era la presentación de “Sexto Asalto”, a mi entender el disco más completo de todos los que ha facturado Jorge hasta la fecha, y del que dio buena cuenta casi en su integridad acompañado inmejorablemente por los habituales Fernando Mainer  al bajo y Carlos Expósito a la batería, completando un formato de power trío rockero y contundente aunque, eso sí, disparó algunas partes de pistas secuenciadas que dieron algún problemilla puntual.
Pasadas las 21:30 horas arrancó la actuación con una de las habituales referencias literarias o cinematográficas grabadas a modo de intro, en este caso con un fragmento de “La Lengua de las Mariposas” en la voz de Fernando Fernán Gómez, tras la cual saltaron a escena los tres protagonistas que empezaron a descargar con fuerza. Quizá algo altos de volumen para mi gusto, fueron cayendo los primeros temas del mencionado “Sexto Asalto” en el mismo orden que aparecen en el CD, la enérgica “Depredador”, la hard más melódica “Mar de Cristal” con los sonidos de violín grabados resultándome un poco raro, “Tocar Tierra” que me gustó casi más en directo que en estudio sonándome más cruda, y la magnífica “Aprendiendo a Perder” que cerró este primer póker de canciones.
Primer recuerdo para el primer disco de Jorge cantado en español, “Estatuas en la Calle”, del que ejecutaron “En La Tormenta” un tema que por méritos propios está convirtiéndose en imprescindible en los set lists de y que volvió a sonar fantástico, para dar paso a continuación a una intensa y reivindicativa “Reflejos del Ayer” rematada por un estratosférico solo de guitarra en el que Salán lució poses y virtuosismo sobre una pequeña plataforma situada en la parte central del escenario.
Tras la frenética exhibición guitarrera vino algo más pausado y sureño con “La Lluvia Quedó Atrás” iniciada por sus característicos golpes de armónica pero que me pareció que les quedó algo embarullada respecto al sonido del disco, y que enlazaron con la instrumental “Risk” en la que el trío lució sus habilidades, especialmente Fernando Mainer con su bajo.
La primera versión de la noche fue la célebre “Where The Streets Have No Name” de U2 que defendieron bastante bien, aunque puestos a elegir bandas irlandesas hubiera preferido la también habitual “Dedication” de Thin Lizzy que siempre bordan en directo. Por su parte “Agotamiento” y “Trainspotting” supusieron dos buenas embestidas hard rockeras con tintes actuales, con solo de batería incluido a cargo de Carlos Expósito que bastantes de los presentes aprovecharon para castigar el pulmón a las puertas de la sala.
Pasado el ecuador del show llegamos al tema franquicia de Salán y con el que se dio a conocer al gran público, la siempre genial “Driving Through The Tunnel” que sonó tremenda con la participación del violinista Roberto Jabonero, que también ha acompañado varias veces al guitarrista madrileño en sus conciertos, marcándose ambos un divertido y brillante duelo que levantó los aplausos de la concurrencia con Jabonero en el centro del escenario y con Jorge subido a la parte superior de la sala.
Continuaron los cuatro músicos  sobre las tablas para dejarnos uno de los momentos más emotivos y coreados de la noche con la interpretación de tres piezas en formato acústico, la entrañable “Subsuelo” coescrita por Miguel Ríos y Salán que cada vez la canta mejor, seguida de la más fiestera “Face To Face”, y de “016” llena de sentimiento calando en el público que la cantó con pasión.
Nada mejor para recuperar el ritmo más rockero que una buena versión del clásico “Kids Wanna Rock” de Bryan Adams, bien secundada por la cristalina melodía de “Fuerza y Aire” otro de los temas que parece que ya son fijos en los repertorios, al igual que “A Su Lado Caminar”, que por mucho que la escucho sigue siendo la que menos me llega de todas las que toca Jorge en directo.
El remate final no pudo ser más especial, comenzando por “Depresión” un tema espectacular que es otro de mis favoritos de los nuevos resultando bastante bien en vivo, aunque de nuevo las partes grabadas se hicieron presentes. Tras un pequeño problema con estas partes disparadas broche de oro con dos magníficas versiones homenajeando a Gary Moore, en primer lugar el himno hard-folk “Over The Hills And Far Away” que nos puso a botar, para terminar en clave de blues con una inmensa “The Sky Is Crying” en la que el sentimiento se apoderó de la sala sonando espectacular.
Tras dos horas y cuarto de actuación abandonábamos Ritmo & Compás con la sensación de haber asistido una vez más a un concierto grande, muy grande, como casi siempre que veo a Jorge Salán, pero creo que en este caso fue un poco más especial. Ya sólo queda esperar volver a escucharlo cuando se publique en CD, a ver si no se demora mucho para poder revivirlo y para que puedan disfrutarlo los que se quedaron sin entrada, la próxima vez un local más grande como corresponde a un artista de tanto nivel.
Mariano Palomo