sábado, 22 de septiembre de 2018

‘77 (SEVENTY SEVEN)

21 de septiembre 2018. Taberna Derry (Leganés)

Casi clandestinamente, sin apenas haber sido anunciados en ningún sitio, los barceloneses ‘77 se plantaban en una acogedora taberna irlandesa de Leganés para ofrecernos un señor concierto, como es habitual cuando el cuarteto catalán se sube a un escenario, ya sea delante de una multitud o para un puñado de afortunados como sucedió el pasado viernes en la localidad del sur de Madrid.

No creo que llegáramos al medio centenar los que desde bien pasada la media noche empezamos a vibrar con la aplastante y enérgica descarga de la banda de los Hermanos Valeta, Armand voz y guitarra rítmica y LG guitarra solista, acompañados por el batería Andy Cobo totalmente asentado en la formación, y por el bajista Dani Martín, último en incorporarse al grupo el año pasado sustituyendo a Guillem Martínez.
Los cuatro nos ofrecieron un derroche de energía y buen hacer que comenzó algo saturado con la novedosa "Bread & Circus", tema pesado de clara inspiración Black Sabbath con el que también se abre la última entrega de la banda "Bright Gloom" de la que dieron buena cuenta copando prácticamente la mitad del set. Tras esta primera andanada actual vista al pasado con uno de los temas más claros y directos de su discografía "High Decibels" que daba título a su segundo trabajo y que ya fue coreado y acompañado por los presentes sonando más limpio y afilado.
Presentación de otro nuevo tema para seguir, "It's Near", sonando añeja y gorda, con el bajo de Dani dejándose sentir marcando su cadencioso ritmo para ir subiendo de tono con la entrada de los coros de LG, que tiró de manual a continuación para dejarnos los esenciales riffs de "Hardworking Liar" manteniendo la alternancia de novedades y piezas anteriores del grupo, teniendo continuidad seguidamente las nuevas con una terna encabezada por "Who's Fighting Who" en clave pesada y densa pero tremendamente nítida en su parte inicial para luego acelerarse y golpear con fuerza y efectividad.
Continuamos descubriendo temas en directo de "Bright Gloom" con "Last Chance", uno de los que más me gustó de los nuevos, aunque realmente todos me convencieron, me encantó su cadencia y su rollo setentero envolvente roto por la violenta y precisa pegada de Andy que se marcó un brutal solo de batería quedándose solo en el reducido escenario del Derry esperando a que sus compañeros de fatigas volvieran para dejarnos una sorprendente y frenética versión de la lisérgica "Hocus Pocus" de Poco, sencillamente brutal como se lo curraron todos.
Ya con el personal más que metido y entregado cayó "Be Crucified" pesada, cruda, embaucadora, como preludio de otro de los momentos más eléctricos del show, la tremendamente pegadiza "It's Alright" con un LG pletórico que se marcó un pedazo de solo tirándose por el suelo y mezclándose entre el público recorriendo el Derry entre la admiración de los presentes, teniendo además el detalle de recordar al enorme Rory Gallagher, muy apropiado por otra parte teniendo en cuenta el entorno.
Y ya hasta el final no paró la fiesta, con una divertidísima "Stay Away From Water" que fue acompañada en su estribillo por el público al son que marcaba Armand, al igual que lo que se puede considerar prácticamente el himno del grupo "We're ‘77" que además de servir como presentación en esta ocasión también fue el preludio de "I Want My Money Back" último de los temas nuevos y que quizá sea el que mantiene más el sonido primigenio del grupo de los de la nueva remesa, siendo también muy bien acogido.
El cierre definitivo lo pusieron las habituales y festivas "Big Smoker Pig" reiterando su desafiante estribillo, y la enorme "We Want More RocknRoll" que se abrió con los característicos golpes de batería del clásico de Led Zeppelin para desarrollarse luego llena de frescura y descaro con su clarísimo mensaje que seguro que más de uno hicimos propio ya que se nos quedó corta la hora y cuarto que nos brindaron estos excelentes músicos.
Poco más se puede pedir para una calurosa noche de viernes para cerrar prácticamente el verano, una Guiness, un buen rato de rock de altura y una magnífica compañía, viendo a una banda que ya hace tiempo que pasó del underground pero que sin dejar de evolucionar sigue con su esencia intacta como lo demostraron la pasada noche. Nos dijeron que volverán a hacerlo el próximo mes de febrero en la capital ya en un sitio más grande, en un evento convenientemente anunciado y promocionado como merece su nivel.

Texto: Mariano Palomo
Fotos: Rafa Basa