5 de diciembre 2018.
Sala Mon Live
Continuando con unos días llenos
de interesantes conciertos para encarar el último mes de este 2018 que ya se
nos va, el miércoles volvían a Madrid THE
DEAD DAISIES, una de las bandas de hard rock que más nos ha visitado
últimamente, pero que era la primera vez que yo tenía la oportunidad de ver.
Muy tempranito, a las 18:30,
desplegaron un breve acústico para los primeros cincuenta fans que se dieron
cita en la remozada Sala Mon Live de Moncloa, una reforma que por cierto ha
mejorado notablemente la visibilidad y comodidad de la misma. Al acústico no
pudimos llegar por lo temprano de su comienzo.
Llegué a las 19:30, hora
anunciada para la actuación de CATSTRIKE, una joven formación madrileña de hard
rock a la que no tenía el gusto de conocer y que durante tres cuartos de hora
tuvieron la misión de calentar las tablas del escenario.
Cuando entré en la sala ya habían
ejecutado el primer tema de su repertorio y su guitarrista y cantante Lex Morgan se dirigía al todavía escaso
público presente agradeciéndoles su presencia, pasando el testigo a la voz al
también bajista Rick Novis que
interpretó una enérgica y pegadiza pieza hard rockera con buena pegada y
melodías recordándome ligeramente a los primeros Skid Row, un tema perteneciente a su primer y único EP hasta la
fecha que desgranaron íntegramente,
Con una buena imagen y puesta en
escena, aunque algo faltos de actitud y mala leche para el sonido que
desarrollan, siguieron con una rotunda versión de "War Machine" de Kiss, introducida desde la batería por Phoenix, con la voz de Lex áspera compartiendo riffs pesados
con el otro guitarrista del grupo Filiu,
mientras Rick levantaba al público
con sus continuos gestos.
A partir de aquí el sonido se
ensució en exceso desluciendo los dos siguientes temas, el primero de una
intensa power ballad que les quedó algo desacompasada y en la que lo mejor fue
el solo de guitarra de Filiu, y el
segundo un tema de insinuante comienzo lento acompañado de palmeos y redobles
tímidos con mucho groove en su línea de bajo pero excesivamente embarullada en
su sonido.
Afortunadamente mejoró el sonido
en el cierre con una más que correcta versión del clásico "Free Bird"
de Lynyrd Skynyrd en la que fueron
alternando las voces de Lex y Rick, algo por debajo de la brillante
guitarra de Filiu que sacó humo de
su mástil tirando de slide con mucha fuerza y feeling. Buen cierre para
dejarnos un buen sabor de boca por parte de estos chicos a los que todavía les
queda un amplio margen de mejora, pero que creo que si trabajan duro pueden
hacer cosas interesantes en el futuro.
Tras el pertinente cambio de
equipo en el escenario, y con una entretenida sesión de clásicos enlatados que
terminaba ya con las luces apagadas con "Sweet Emotion" de Aerosmith y "Rock & Roll
Outlaw" de Rose Tattoo, llegaba
el momento de disfrutar durante dos horas de un intenso y divertido show por
parte de THE
DEAD DAISIES. Comenzaron a saco con "Midnight Moses"
potente y nítida versión de The
Sensational Alex Harvey Band con la que ya tuvieron comiendo en su mano al
entregado público que ocupaba algo más de la mitad del aforo de la sala.
Sin respiro atacaron con una
poderosísima primigenia "Evil" con John Corabi tirando de pandereta comiéndose el escenario y
mostrándose como un enorme frontman, algo que me sorprendió muy gratamente ya
que era la primera vez que le veía y me convenció plenamente. Sin pausa siguió
la fiesta con "Make Some Noise" poniéndose el vocalista tras la
batería del felizmente rehabilitado Deen
Castronovo para acompañarle tocando un timbal mientras el ex Journey se ponía de pie provocando a un
bullicioso público que acompañó coreando el ruidoso estribillo del tema.
A todo esto el señor Doug Aldrich dando una clase magistral
de guitarra y saber estar en el escenario tocando con un feeling y precisión
enormes, acompañado a la rítmica por el fundador del grupo David Lowy que cumplió perfectamente su labor, al igual que el
siempre activo y vibrante Marco Mendoza
al bajo y los coros con su micro de cuello.
Continuaron con la arrolladora
"Rise Up" haciendo botar y palmear a los fieles, con los que
siguieron interactuando en la sinuosa "Dead and Gone" con Castronovo aporreando con fuerza para
marcar su ritmo sobre el que se alzaba su contagioso estribillo, para ceder
después mayor protagonismo a Aldrich
utilizando el talk box en la zeppeliniana "What Goes Around" y posteriormente
en la cañera "Resurrection" rematada con un breve solo, tras la cual
tomo el mando de nuevo Corabi
maracas en mano para acompañar la intensa interpretación de "Last Time I
Saw The Sun".
Tras degustar este primer bloque
de temas propios, nueva versión, en este caso una tremenda "Join
Together" de The Who que sonó
espectacular coreada por toda la sala, antes de relajar el ambiente con un mini
set acústico de tres temas, comenzando por una embaucadora "Set Me
Free", sucedida por una excelente "Maggie May" de Rod Stewart cantada por Castronovo con enorme gusto, y por una
buena revisión del mítico "Let It Be" de los Beatles, referentes absolutos para Corabi y el resto del grupo.
Vuelta a la electricidad más
tórrida a lo Whitesnake con
"Burn It Down" tema título del último disco de la banda que
lógicamente fue el que más representación tuvo en el set list, para recordar
después su anterior trabajo "Make
Some Noise" con la movida "All The Same" con Corabi de nuevo tirando de maracas y
sonando mucho a Zeppelin en su parte
final, antes de llegar a una de las partes más originales del show con la
presentación de los miembros del grupo dejando cada uno breves acordes alguno
de sus temas favoritos.
Tras casi hora y media seguía el
concierto sin decaer un ápice dejándonos temas como "Leave Alone"
poderosa con las guitarras rasgando con fuerza en su animado ritmo, cayendo
después una potentísima versión de "Bitch" de los Stones con un Corabi magnífico al mando de las operaciones perfectamente
secundado por el resto de la banda.
Ultima terna de temas antes de
los bises encabezada por la más relajada "Song and a Prayer" marcada
por unas excelentes melodías de voz y guitarra a tempo medio, acelerando
después con la resultona "Long Way To Go" única en la que tomó
protagonismo claro la guitarra de Lowy
con un buen solo, para terminar recordando de nuevo a los Cuatro de Liverpool con una abrasiva "Helter Skelter" tras
la que se despidieron por primera vez.
Mínimo receso y vuelta a la carga
con la divertida "Mexico" que nos puso a menearnos con su contagioso
ritmo, para rematar la faena definitivamente con una excelente cover de
"Higway Star" de Deep Purple
con la última de las muchas excelsas interpretaciones de Aldrich a la guitarra, suponiendo un fantástico broche a una
maravillosa actuación de una enorme banda que me conquistó rotundamente.
Mariano Palomo