Lleno de reventón el pasado sábado en la sala Copérnico de Moncloa para asistir a uno de los eventos más atractivos para los seguidores del rock melódico de la mano de dos de las bandas más importantes que ha dado el género en las Islas Británicas y en toda Europa. Seguramente varios factores se conjugaron para que se produjera el Sold Out en una sala de mediano aforo que se quedó pequeña y a la que a más de uno le costó acceder a la hora de inicio del concierto, como fue mi caso después de pasar un buen rato en la llamativa fila de la entrada.
Como decía comencé a disfrutar de
la banda con su show ya comenzado pillando a medias el precioso medio tiempo “Days
of Summer”, perteneciente a su penúltima brillante entrega “Sacred Ground” (2016), al igual que “I’ll Hear You Pray” que cayó
a continuación comenzando de forma relajada para ir cogiendo ritmo y altura
acompañada por las palmas de una entregada audiencia que no dejó de apoyar al
grupo hasta el final.
Siguieron con “Sea of Roses”, de
esa etapa intermedia más floja de la banda pero con piezas rescatables como
este bonito tema de aires celtas, tras el cual ya no pararon de ir dejándonos
clásico tras clásico de sus dos primeros e icónicos trabajos, la obra maestra “Out of the Silence” (1988) y el algo
infravalorado “Blood From Stone”
(1991). De este segundo interpretaron del tirón “Wings Of Fire” y “We Don’t
Need a Reason”, algo menos potentes que en otras ocasiones pero con la
suficiente carga coral y guitarrera para resultar perfectamente disfrutables.
Pero fue con el repóquer de
himnos del primer disco con el que el público terminó de rendirse a los pies de
Dare. Comenzando por una maravillosa
“Abandon” coreada por todos los presentes para acompañar la magnífica
interpretación vocal de Warthon y
las brillantes melodías instrumentales del resto del grupo, al igual que en “Into
the Fire” donde destacaron las vibrantes teclas de Roberts.
Con “Raindance” se relajó un poco
el ambiente al compás de sus arreglos étnicos y románticos, pasando posteriormente
al inevitable recuerdo a Phil Lynott
con “King Of Spades”, todo pasión y sentimiento con ese guiño final al “Black
Rose” de Thin Lizzy que tanto nos
gusta, poniendo el colofón con una emotiva “Return the Heart” coreada a pleno
pulmón por toda la sala. Bonito cierre para, nuevamente, una muy buena actuación
de Dare.
Con algo de retraso acumulado que
acabaría afectando a su concierto aparecían en escena los responsables
principales de juntar a más de seiscientas personas en la sala, “Ladies and
Gentlemen, please welcome to stage the Mighty FM”, como les presentaban con su
intro enlatada. Y la verdad es que la presentación no puede ser más apropiada,
pocas bandas son tan grandes y poderosamente melódicas en directo como ellos,
algo que volvieron a demostrar sobradamente una vez más el pasado sábado en
Madrid, donde volvían por todo lo alto tras acompañar hace unos meses a Saxon en La Riviera, allí más de uno
tomo nota y no dudó en repetir experiencia esta vez mejorada.
Tras la pertinente intro
arrancaron sonando ya casi perfectos con “Black Magic”, uno de los temas más
brillantes de su última etapa y que me da la sensación de que ya se ha
instalado permanentemente en sus sets, resultando perfecta para abrir con sus
contagiosos coreos, acompañados por las palmas del respetable dentro de su
insinuante ritmo.
Sin pausa siguieron dejándonos
las dos primeras perlas de sus inicios discográficos, “Bad Luck” y “That Girl”,
ya con el enorme Steve Overland
dando una clase magistral de buen gusto y entrega a la voz con su Stratocaster
verde (una de las pocas cosas que no se llevaron los amigos de lo ajeno el día
anterior en Barcelona cuando saquearon sus pertenencias) acompañando a Jim Kirkpatrick que sigue demostrando
ser perfecto para hacerse cargo de la guitarra principal en el grupo, rallando
a una gran altura de nuevo. Nos se quedaron atrás Jem Davis a los teclados, y los veteranos Pete Jupp a la batería y Merv
Goldsworthy al bajo, todos ellos apoyando como siempre de manera excelente
en los coros, uno de los mayores activos del grupo.
Vuelta a la cosecha más reciente
de canciones con otra maravilla como es “Life Is a Highway”, sencillamente
deliciosa, como lo fueron a continuación “Let Love Be The Leader”, increíble
que sólo apareciera como single en su momento y no estuviera en ningún larga
duración, o la recuperada “Closer To Heaven” que hacía tiempo que no tocaban
en directo por aquí suponiendo un
delicioso reencuentro con una de las baladas más representativas del grupo.
Con “Dangerous” volvimos a los
comienzos, con ese toque pomposo de los teclados de Davis y de unas voces que siguieron superlativas con una inmensa “Face
To Face”, sencillamente tremenda la atmósfera que fueron capaces de crear junto
a un público que no paró de cantar, al igual que otra menos habitual en sus
shows como “The Dream That Died”, sencillamente mágico como sonó y como fue
recibida.
Momento para el lucimiento
personal de Kirkpatrick a la
guitarra en clave bluesy con “Metropolis” como preludio a la animada “Over You”,
antes de encarar una gloriosa recta final donde se encadenaron tres de los
temas más celebrados de FM,
comenzando por la luminosa “Does It Feel Like Love” con Overland saliéndose junto al resto del grupo a los coros,
compartiendo más protagonismo de nuevo con Davis
en otra excelente “I Belong to the Night”, y en la no menos vibrante “Tough It
Out”. Realmente difícil de superar, pero perfectamente rematado antes de los
bises con “Killed By Love”, otro de los temas nuevos que lleva camino de
convertirse en un nuevo clásico de la banda a la vista de la reacción de los fieles.
Mínimo descanso y vuelta a las
tablas de cantante y teclista para empezar a interpretar a capela la
emocionante balada “Story of My Life” uniéndose el resto del grupo creando un
tremendo clímax, que se vio prolongado en el mega clásico del A.O.R. “Someday
(You’ll Come Running)” desgranada con la pasión y clase habituales. Y de
repente, y sin tiempo para más se encendieron las luces de la sala y se acabó
lo que se daba, una lástima ya que si no hubiera sido por el retraso comentado
anteriormente, hubiera habido tiempo para un tema más, seguramente “Other Side
Of Midnight” que creo que estaba prevista.
Aparte de esta circunstancia, y a
pesar de no poder contar con todo su equipo técnico propio y tener que tirar de
parte del de sus compañeros de cartel, pudimos disfrutar de otra memorable
velada de la mano tanto de FM como
de Dare, una noche que seguro
quedará grabada en la memoria de los que tuvimos la oportunidad de disfrutarla.
Mariano Palomo