domingo, 8 de abril de 2012

FIESTA XXV ANIVERSARIO “LA CABAÑA DEL TIO ROCK”

SILVER FIST / STATODOSCURO / RAILROAD / CARDINAL

31 de marzo 2012. Sala Ritmo & Compás

Un año más acudíamos fieles a la cita con el aniversario de uno de los espacios radiofónicos más veteranos de las ondas libres madrileñas, LA CABAÑA DE EL TIO ROCK. Y este no era un aniversario cualquiera, nada menos que cuarto de siglo al frente de este programa por el que en este tiempo han pasado prácticamente todos los grupos que han tenido algo que decir en el panorama hard rockero nacional y muchos de más allá de nuestras fronteras. Siempre con Angel Gómez y con José Mora al frente como bien se encargó de recordarnos este último en su presentación, tan emotiva y sentida como de costumbre.

Una vez echas las pertinentes presentaciones y con aspecto bastante desolador en la sala, apenas una treintena de personas presentes en el momento del arranque de la fiesta que afortunadamente se fue llenando durante la noche para llegar a los cuartos de aforo, tenían la difícil tarea de abrir fuego los chicos de CARDINAL. Una formación de la que tenía buenas referencias a cerca de su directo pero que no acababan de convencerme en disco, por lo menos con su primera entrega “Sin Machine” que es la que he escuchado hasta ahora.

Afortunadamente me llevé una buena sorpresa al comprobar su buen hacer sobre las tablas desplegando un heavy metal actual, muy técnico con tintes progresivos y con un notable nivel instrumental. Por momentos su sonido tuvo reminiscencias, salvando las distancias, de gente como Fates Warning o de los Queensryche más cañeros, pero a lo más me recordó fue a Beyond Fear el proyecto del ex vocalista de Judas Priest Tim Owens, sobre todo por el parecido tanto de imagen como de voz del cantante del grupo Diego Ballestero.

Un Diego que, como al resto del grupo, pareció no acusar en exceso la frialdad con la que fueron acogidos y fue convenciendo al personal cada vez más numeroso a base de potencia y personalidad, bien secundado sobre todo por su hermano Dani en la guitarra principal. Como rítmica desarrolló su labor Carlos Ramos, mientras que la solidez rítmica la pusieron el batería Nacho Bito y el bajista más recientemente incorporado a la banda Juanje Rama.

En cuanto al set list lo basaron íntegramente en su último disco “Black Down” más una buena versión de “Silent Screams” perteneciente al primer trabajo de Halford y que nos pilló despistados a más de uno atribuyéndosela a la discografía de Judas Priest con Ripper. Abrieron con la extensa de ritmo medio “Lost” que nos dejó un poco fríos para comenzar pero donde ya pudimos apreciar el buen nivel de la banda.

“Human Link” supuso un paso más de intensidad y ritmo, al igual que “Oblivion” uno de los temas que más me gustó, sucedida por “Disengaged” y por a la teatralizada “Cell XIII” con ese aire Queensryche que comentaba antes y con Dani tocado por un sombrero que acabó volando, siendo también de las mejor acogidas.

Tras la referida “Silent Screams”, cierre poderoso con “Systemicide” que supuso un buen cierre a la actuación que fue la que más nos sorprendió de la noche a más de uno y que hará que sigamos más de cerca a este competente quinteto.
Primer descanso y trasiego constante de gente hacia el exterior mientras se acomodaba en el escenario el equipo de los siguientes en descargar que no eran otros que RAILROAD, o lo que es lo mismo la banda de versiones de los norteamericanos Grand Funk Railroad encabezada por los ex Obús Fernando Sánchez a la batería y Nacho GG-R a la voz y guitarra (antes bajista). El puesto de bajista lo ocupa José Vallekas y el de guitarrista Paco Moreno (ex Ars Amandi), completando los cuatro este tributo a una de las bandas claves del rock setentero americano, pero que por aquí no tiene demasiados seguidores como se pudo comprobar por el desconocimiento general de los temas por parte del público.
Aun así el grupo se esforzó por agradar y lo consiguió por momentos con ese aire algo hippie y ácido que salía de la distorsión de las guitarras y de la voz arrastrada de Nacho que se empeñó en dar toda la caña posible con sus poses y comentarios. Por su parte Fernando demostró que sigue siendo un muy buen batería además de apoyar bastante en los coros, dejando el mayor lucimiento guitarrero a Paco y la solidez a las cuatro cuerdas de José.

He de reconocer que hasta bien entrado el concierto no reconocí ningún tema, de hecho entre mi discoteca no se esconce ningún disco de Grand Funk Railroad, pero ello no fue óbice para poder disfrutar de una buena actuación, mejorable técnicamente sobre todo por la excesiva suciedad de las guitarras en algunos momentos, pero suficientemente atractiva para tenernos atentos con temas como “Aimless Lady”, “Slave The Land”, “I Come Tumbling”, “Upsetter” y “Rock & Roll Soul” que fue de las que más me gustó.

Pude a empezar a corear con la más comercial “Some Kind Of Wonderful” que descubrí a través de la versión que hicieron los británicos FM en su directo acústico de mediados de los 90’s, y sobre todo con la divertida y ampliamente versioneada (Autograph, Poison…) “We Are An American Band” que terminaron con algunos acordes de nuestro himno nacional y modificando su letra al final dejando claro que no eran una banda americana.

El final lo puso “Footstomping Music” dejando un buen regusto tras tres cuartos de hora largos de entretenida actuación que seguramente llenó en mayor medida a los más veteranos y que nos permitió volver a disfrutar del buen hacer de uno de los baterías más experimentados de nuestro rock.

Y si Railroad rinden tributo a unos clásicos de América, los que venían a continuación STATODOSQURO lo hacían a una de las mayores leyendas del rock británico. En este caso nos encontramos sobre las tablas con el hiperactivo Ignacio Prieto a la voz y guitarra, acompañado por su compañero en Atlas y curtido en mil batallas (Niagara, Barón Rojo) José Martos felizmente recuperado de su lesión cervical. Junto a ellos se completaba la formación con dos miembros más desconocidos Sergio Rivas a la guitarra y Víctor Refusta al bajo.
Desde el principio nos dimos cuenta que la escasa media hora que nos ofrecieron iba a ser una fiesta, tirando de algunos de los clásicos de Rossi, Parfitt y compañía con fidelidad y precisión, respetando además su look todos con zapatillas blancas, vaqueros y camisa blanca, acompañada de chaleco negro en el caso de Ignacio y de Víctor.

Comenzó el baile “Caroline” provocando que la banda se hiciera rápidamente con la audiencia que ya no paró de moverse mientras caían uno tras otro temazos como “Break The Rules”, “Paper Plane”, o la súper fiestera y futbolera “Burning Bridges” con Ignacio y Sergio marcándose un curioso baile.
Tras una breve intro y presentación de los miembros del grupo recta final con tres himnos inmortales del rock de siempre como son “Rockin’ All Over The World” que dedicaron al gran Silver Solórzano que aparecería a continuación en escena con sus Silver Fist, la frenética “Down Down” y la ultra coreada “Whatever You Want” que no pierde nada de encanto a pesar de todo el tiempo que lleva sonando impenitentemente desde que se gestó en las Islas en los 70’s.
Corto, cortísimo se quedó el show de Statodoscuro de los que esperamos poder disfrutar más ampliamente no tardando mucho, y que para muchos fueron lo más divertido y ameno de la fiesta, puro Rock & Roll.

Y llegaba el final, ya con la sala presentando su mejor aspecto superando los doscientos espectadores que seguramente en muchos casos esperaron al final del fútbol, a la cena, o simplemente sólo tenían interés en asistir a la vuelta a los escenarios madrileños después de unos cuantos meses de los remozados SILVER FIST. Cada uno es muy libre de hacer lo que le parezca con su tiempo, pero hombre, ya que estábamos a lo mejor no hubiera estado mal haber adelantado la asistencia para aportar mayor calor a los organizadores y a las bandas que descargaron anteriormente que, por cierto, lo hicieron muy bien.
Como decía volvía Silver con nueva formación recuperando a sus Silver Fist tras dedicar más atención últimamente a Muro, y contando para esta rencarnación con una mezcla de veteranos y jóvenes músicos del panorama nacional, manteniéndose en el grupo el teclista Filthó que por cierto tuvo bastante protagonismo. Para el bajo el vocalista madrileño ha ido a lo seguro contando con Julito su “hermano” de Muro y con el que se entiende a la perfección, y que mostró su entrega habitual sin dejar de menear el cuello.
En las guitarras nos encontramos con dos conocidos de la escena madrileña Antonio Pino (ex Ankhara) y Fran Soler, ambos cumpliendo con nota adaptándose a unos ritmos y desarrollos más rápidos a los que les hemos visto anteriormente. Pero la gran sorpresa la encontramos tras los tambores con un jovencísimo Erik Raya, al que me imagino que si no hubiera sido porque llegó antes a la sala hubiera tenido que justificar su edad con el DNI para poder entrar, y que se marcó una pedazo de actuación desplegando fuerza y energía castigando sus parches sin piedad, pero también con buena técnica.
Para la ocasión se preparó un set algo especial, rescatando temas que hacía tiempo que no sonaban en directo por parte del grupo y que fueron muy bien ejecutados y recibidos. Comenzaron de forma potente con “Martir”, cogiéndole poco a poco el punto de coordinación necesario para una banda que apenas había tocado una vez junta y que acabó sonando compacta y precisa. “El Predicador” con su acostumbrada dedicatoria y la rotunda “Cielo o Infierno” puso a corear a los fieles que se entregaron a la causa desde el inicio.
Con “El Miedo” a ritmo más pesado, sucedida por la autoafirmante “Corazón de Metal” siguieron afinando aun más, para romper con la primera dedicatoria en rojiblanco desplegando la entrañable “Piel Roja” que nos agradó especialmente a los que compartimos colores tanto con Silver como con los organizadores del evento.
Punto de inflexión con la sentida “Morir Otra Vez”, que el cantante dedicó a su madre, y con la más lenta “Aun Creo En Ti” de nuevo con recuerdo para un colchonero de pro como Fernando Torres. En esto nos encontramos con la primera sorpresa gorda de la noche en forma de versión de la inmensa “Gutter Ballet” de los americanos Savatage que interpretaron con bastante fidelidad y en la que destacaron los teclados de Filthó y el solo de Fran honrando la memoria de Chris Oliva que también fue recordado.
Tercio final del concierto y tiempo para recordar alguno de los temas más acelerados y rotundos del grupo como la coreada “Lágrimas de Sangre”, la más densa “Tormento”, y “Por Siempre”, o lo que es lo mismo la adaptación en español del himno “Forever” de Y&T en el que las voces y las guitarras echaban humo.
Vuelta a escena para cerrar con el tema más emblemático de Silver Fist, la magnífica “En Llamas” en la que eché de menos a mi amigo Juanma Martínez (que no pudo asistir por una inoportuna indisposición de última hora) para compartir esos coros motivados y alargados hasta la saciedad siguiendo la dirección de el señor Solórzano que volvió a conseguirlo con nuevos compañeros, pero con la misma honestidad, ilusión y entrega de siempre, esperemos que haya continuidad y pronto nos den buenas nuevas en estudio.

Y así terminó un aniversario más de La Cabaña del Tío Rock, como siempre fantástico sirviendo para celebrar la trayectoria de dos señores que después de veinticinco años siguen al pie del cañón honrando y dando nivel a la radio rock de España. Que sean muchos más y que podamos seguir compartiendo noches tan buenas como esta. FELICIDADES.
Mariano Palomo

METAL LEGEND

17 de Marzo 2012. Sala Joey (Vicálvaro)

Esta noche debutaba un nuevo grupo de versiones, bajo el nombre de METAL LEGEND. Lo curioso para los lectores de Alianza es que en la voz se encuentra uno de nuestros redactores, el por todos conocido Nacho Jordán. Para alguien acostumbrado a escribir crónicas y críticas de otros grupos, debe resultar extraño situarse al otro lado, encima del escenario. Siendo el cantante, le tocó bailar con la más fea, porque es dificilísimo adaptar tus cualidades vocales, sean pocas o sean muchas, a tantas voces y formas de cantar distintas. La banda se completa con Vaquero en la batería, Feijoo en la guitarra, y Yago al bajo, siendo los dos últimos los más experimentados, sobre todo Yago, que ha sido bajista y guitarrista en grupos como Drimad, Pausa o Kwaidan.

Para ser sábado de puente, la entrada fue bastante buena, la verdad es que el local tampoco era muy grande. Arrancaron con “Paranoid”, de Black Sabbath. La mayoría de la concurrencia pareció no conocer la canción, no aplaudieron hasta unos segundos después de acabarla. No pasó lo mismo con “Vicio”, de Reincidentes. En esos primeros momentos los músicos parecían luchar con su nerviosismo, algo lógico al ser su primer concierto. Especialmente el vocalista se encontraba bastante agarrotado. Agradecieron al público que no se hubieran ido de puente para verles. Nacho, o Metra, como le conocemos en Moratalaz, bromeó con su parecido físico con Halford diciendo que la siguiente canción la había compuesto “un tío abuelo” suyo. Resultó ser el “Breaking The Law”, de Judas, en la que nuestro cantante se equivocó en una parte de la letra, aunque al ser en inglés, pocos nos dimos cuenta.

A continuación hubo un cambio de instrumentos entre Feijoo y Yago, y arrancaron “Más Duro Que Nunca” de Ñu. Nacho pidió antes de tiempo disculpas a la concurrencia por el sacrilegio que iba a cometer, pues interpretaron “Rainbow In The Dark” de Dio, y ciertamente intentar imitar al fallecido vocalista es tarea muy difícil para casi cualquiera. Yago demostró ser tan buen guitarrista como bajista. Volvieron al rock nacional con “Cuerpo a Cuerpo”, de Sangre Azul, y siguieron con otra canción no muy conocida por el público, la genial “Since You´ve Gone” de Rainbow.

Feijoo y Yago volvieron a sus puestos originales, que conservarían hasta el final de la actuación, y atacaron “Heaven Can Wait” de Gamma Ray. Si ya cuesta atreverse con Dio, hacer lo propio con Scheepers también tiene mucha dificultad. Al menos Nacho demostró que, aunque le faltan tablas y pulir un poco su técnica vocal, de pulmones y de aguante anda más que sobrado.

No podía faltar Barón Rojo con “Cueste lo que Cueste”, a esas alturas el cantante ya se había soltado y sabía cómo animar y mover al respetable. Un poco de respiro con “Knockin On Heaven´s Door”, que la acortaron un poco. Llegó el momento de presentar a los músicos, para arremeter con la caña del “Autopista” de Obús. En esos momentos todos disfrutábamos, el público, que coreamos y botamos como locos, y el grupo, que no esperaban que las cosas fueran saliendo tan bien. El bis llegó tras la segunda y última de Barón, “Siempre Estás Allí”.

Nacho volvió a hacer alarde de pulmones con “Run To The Hills”, de Maiden, que nos dedicó a sus amigos de Moratalaz. Se acercaba el final con “Blanco y Negro” de Barricada. Como fin de fiesta no pudieron elegir mejor, nada menos que “Highway To Hell”, que la bordaron.

En principio todo debía acabar allí, pero la gente no paraba de pedir más. Sorprendidos y con el set list agotado, los Metal Legend, tuvieron que repetir “Breaking The Law”, que les quedó mejor que la primera vez, y “Paranoid”. Tendrán que ampliar su repertorio la próxima vez. ¡Long live to Metal Legend!  

Texto: Ángel Santos
Fotos: Antonio Martín y Sara Jordán

martes, 3 de abril de 2012

FREEDOM CALL / DÖRIA / BLOODY GRASS

24 de Marzo de 2012. Sala Ritmo y Compás

Trece meses después de su última visita, volvieron Madrid los simpáticos teutones Freedom Call, repitiendo el mismo local. En estos tiempos en los que todo parece ir como los cangrejos, resulta esperanzador que congregaran más gente que el pasado año. Tampoco fue lleno total, pero sí había algo más de público.
Llegamos tarde para asistir a la actuación de BLOODY GRASS. Los que les habían visto nos hablaron bastante bien de ellos, especialmente de su guapa cantante. Intentaremos que no nos vuelva a ocurrir.
Los segundos de la velada fueron DÖRIA, quienes vinieron a presentar su disco de debut, “Despertar”, del cual tocaron ocho canciones. Aunque la mayoría de la gente vino a ver a los cabezas de cartel, Döria también atrajo a una buena porción del público que conocía sus canciones, vestía sus camisetas y les animó a rabiar. Finalizaron con “Caperucita Feroz”, su tema más conocido gracias a su impactante videoclip, e invitaron a unas cuantas fans a subir al escenario con ellos mientras la interpretaban. Habrá que seguirles de cerca la pista.
En cuanto a FREEDOM CALL casi estamos tentados de copiar y pegar la crónica del año pasado, porque todo lo bueno que dijimos sigue exactamente igual. El concierto coincidió en gran medida con “Live In Helvettia”, añadiendo algunas composiciones de “Land Of The Crimson Dawn”, como “66 Warriors”, con la que arrancaron, “Hero On Video” o “Rockstars”.
Chris es un gran showman, un cachondo mental que además de animar a la gente, entre tema y tema aprovecha la cercanía del público para bromear y hacer chistes sin que el inglés suponga ningún obstáculo. Si a eso añadimos que para los directos siempre eligen los temas más festivos te encuentras con que has estado botando durante casi dos horas sin casi darte cuenta. El trabajo en los coros de Samy y  Lars es sensacional. Lo único que empaña la actuación son los teclados grabados. Suponíamos que caerían “Eyes Of The World” o “Tears Of Babylon”.
Lo que no esperábamos fue la gran sorpresa de la noche, presentada por Chris como “la más happy de todas nuestras canciones”, la genial “Farewell”. Nunca antes la han interpretado en directo, al menos nunca en las cuatro veces que les hemos visto. Esperemos que se quede fija en el repertorio, parece mentira que haya sido tan injustamente olvidada por el propio grupo. La fiesta siguió con “We Are One” y “United Alliance”. Decayó un poco el ritmo con el solo de batería de Klaus, y con “Age Of Phoenix” y “The Quest”, las relativamente menos comerciales de la noche.
Pero a partir de ahí y hasta la recta final el resto del set fue de infarto: “Far Away”, “Rockin´ Radio”, “A Perfect Day”, “Warriors”, “Land Of Light”… para acabar definitivamente con “Freedom Call” y “Metal Invasión”. Salimos todos reventados y con sonrisas de oreja a oreja, jurándonos a nosotros mismos repetir en la próxima ocasión.
Nacho Jordán

MIGUEL OÑATE

16 de marzo 2012. Revirock Studios (Plató Live Music)

Acostumbrado a actuar en locales de pequeño aforo, sin apenas montaje y muchas veces con la única compañía de su acústica, uno de los cantantes más particulares y brillantes de nuestro rock, MIGUEL OÑATE, se enfrentaba al reto de presentar sus canciones ante una audiencia bastante más numerosa y dentro de un marco mucho más cuidado y complejo.

Aun con la seguridad de saber del enorme talento que sigue manteniendo el ex vocalista de Asfalto, uno iba con cierta inquietud acerca de lo que iba a encontrarse aquella noche de viernes en los locales de Vicálvaro donde iba a tener lugar el evento que, además, fue recogido por al menos cinco cámaras de vídeo para su posterior publicación en DVD.

Afortunadamente todo salió muy bien, con la voz y el carisma de Oñate transmitiendo sensaciones a cada nota para disfrute de una audiencia heterogénea en la que igual había algún fan más joven con camiseta de Judas Priest, que veteranos rockeros o no tan rockeros de toda la vida que abundaban entre los asientos habilitados para la ocasión en el amplió plató donde pudimos asistir al show.

Pero el protagonista que nos congregó a la cita no estuvo ni mucho menos solo sobre las tablas, rodeado de un montón invitados dentro de un escenario aderezado con gusto y originalidad para la ocasión creando una acogedora ambientación. De hecho todo empezó de forma muy teatral con una misteriosa y lúgubre intro grabada sobre la cual fueron tomando posiciones los tres músicos fijos que vienen acompañando últimamente a Miguel en sus actuaciones, el bajista Jesús Utande, el batería Juan Barroso y el guitarrista Javier Bermejo que fue el que más me llamó la atención por su destreza y sentimiento con la acústica.

Una vez tomadas posiciones empezaron a sonar las primeras notas de “El Reposo Del Guerrero”, con Oñate sentado en un trono situado en uno de los lados del escenario para ir incorporándose de forma suave con su potente y melódica voz a ritmo de blues. Sin apenas darnos cuenta apareció en escena el actor Sayago, interactuando entre los músicos y dando un toque de humor a la interpretación de “El Astuto” un divertido tema dedicado a esos “amigos” que tienen como lema el “por interés te quiero Andrés” sin ponerse colorados.

Seguía desarrollándose la acción con la participación de otra nueva invitada, en este caso la actriz Maribel Ripoll, habitual de algunas series televisivas, y que encarnaba el papel protagonista de “Esa Camarera” personaje canalla y arrabalero que fue animando más el ritmo dentro de un tema rockero vacilón con cierto regusto Sabina.

Inmediatamente después nos sorprendió Miguel con una digna “Fly Me To The Moon” que hizo grande “La Voz” Sinatra, pero dándole un toque algo más blues-rock, y que además sirvió para que el Coro Vallekanta fuera cogiendo sitio al fondo del escenario para apoyar con su buen hacer desde entonces hasta el final. Se hicieron notar más en la lenta “Contradicción” con un punto soul y un ritmo creciente, y sobre todo en la imprescindible “La Señorita Depresión” llena de expresividad con más tono góspel pero también rockero, siendo de las que más conectó con el público que empezó a acompañarla con palmas.
Cambio de registro para dejarnos una reducida versión instrumental de “Escuela de Calor” de Radio Futura que sirvió con invitación al escenario de Luis Auserón, que con su ronca voz se marcó un simpático dueto con Miguel en “La Torre De Papel”, quedando curiosa con cierto regusto country, mientras el coro participaba en un casi inapreciable segundo plano. Tomó más protagonismo en el blues “A Medias” que haciendo honor su nombre se marcaron a pachas Oñate con la televisiva Teté Delgado que sorprendió a más de uno con su potente voz, además de por su habitual buen rollo.

Se tranquilizó el ambiente con la lenta “El Telón” para la apareció el violonchelista Joaquín Ruiz dando buen soporte a la voz principal junto a al coro, que descansó después tomando el protagonismo los Topo Lele Laina y José Luis Jiménez, el primero acompañado de su acústica, para empezar a entonar junto a Oñate las notas de “¿Qué es Esta Vida?”, y de la animada “Sombra y Sol” donde volvió a hacerse notar el coro.

Nuevo momento divertido con la vuelta de Teté Delgado y Maribel Ripoll en forma de musas para reclamar la presencia del protagonista con algún que otro poema de coña, y tras los cuales reapareció Oñate con una imagen más rockera tras su segundo cambio de vestuario y con la acústica colgada prácticamente hasta el final. Acorde con la imagen sonó la reivindicativa “Mientras” a ritmo de rock urbano.

Vuelta al blues-soul con un gran dueto junto a Lourdes Del Pino, ex vocalista de Casablanca, que llenó de fuerza y sensualidad “Un Sobre Rosa”, en la que también participó de nuevo Joaquín Ruiz con su chelo dando un toque romántico. Y si este dueto estuvo muy bien, no le fue a la zaga ni mucho menos el que se marcó Miguel junto a Gaby De Val (The Val) en uno de los temas que más me gustó de la noche “La Llave” de nuevo con deje soul pero con un ritmo más optimista y cómplice convenciéndome plenamente.

Notamos que se aproximaba uno de los momentos más esperados del concierto cuando Miguel interpretó un breve fragmento de “La Copa” (o “Una Copa Por Un Viejo Amigo” según el disco de Ñu del que estemos hablando), y que obviamente sirvió como preludio para la entrada en escena de José Carlos Molina flauta en mano dando brillo y color al irónico blues “Fenicio”, eso sí se limitó a soplar y no abrió la boca ni para cantar ni para dirigirse al público que le reclamaba, genio y figura.

Se acercaba el final y de nuevo volvieron las reivindicaciones a ritmo de rock urbano con “Crisis” más actual que nunca por desgracia, quedando muy sólida con la buena aportación coral, que se multiplicó con el fin de fiesta propuesto en “El Bar De Katy” para la que se sumaron todos los que habían participado como invitados quedando la diversión en todo lo alto como si del propio bar se tratara.

Un breve descanso y tras ser reclamado por sus fieles, Miguel Oñate volvió para dejarnos con el clásico “Somewhere Over The Rainbow” en una versión soul-blues llena de encanto y en la que también tuvieron gran protagonismo los integrantes del coro Vallekanta. Gran broche para una completa y original propuesta, tanto musical como escénicamente, lejos de lo que estamos acostumbrados a ver por estas tierras, y que nos mostró a un magnífico artista en toda su dimensión, y eso que no hubo nada de Asfalto en el repertorio, se basó en sus dos discos en solitario (“Muy Personal” y “Crisis y Castigo”), aunque quizá algún pequeños recuerdo no hubiera estado mal. Ya estamos deseando poder ver el DVD para revivir el momento.
Mariano Palomo