lunes, 18 de febrero de 2013

CUATRO GATOS

16 de febrero 2013. Sala Caracol

Desde que me enteré que el 16 de febrero se celebraría en directo el décimo aniversario de la publicación del primer disco de CUATRO GATOS me apunté la fecha en rojo en mi calendario y la reservé para poder asistir al show de una de mis bandas favoritas a nivel nacional. Y a la vista de la respuesta popular fuimos muchos los que nos programamos la noche en clave gatuna, grandísima entrada la que presentaba la sala Caracol rozando el lleno total, con numerosa presencia de músicos y medios, demostrando el gran cariño que muchos tenemos por este grupo que volvía a actuar en la capital después de bastante tiempo sin hacerlo.
Lo mejor, aparte del mencionado respaldo del público, fue que se cumplieron las expectativas generadas por los comentarios de los protagonistas del evento que anunciaban un gran show lleno de detalles que sorprendieron a más de uno durante el desarrollo de una actuación cuidada hasta el más mínimo detalle, sin por ello perder la frescura y chispa habituales de los componentes del grupo.
A las 22:30 h. con la sala prácticamente en ebullición, se apagaron las luces y empezaron a sonar las notas de la intro que dio paso al primer tema de “La Caja de Música”, cuyo cumpleaños celebrábamos y que tocaron casi íntegramente, comenzando por los redobles épicos a cargo de Joaquín “El Niño” Arellano que dieron entrada a “Hermano Enemigo” que sigue siendo una de sus composiciones bandera sonando ya muy bien con Juanmi Rodríguez como frontman total mostrándose muy cómodo, poderoso con su voz a la que daba réplica en clave más melódica la preciosa Covadonga Martínez en un segundo plano en este inicio para ir tomando mayor presencia a lo largo del concierto.
Por su parte Filthó se encargaba de las teclas teniendo bastante protagonismo compartiéndolo con Pedro Vela que mostraba su clase y entrega a la guitarra apareciendo incialmente su sombra tras una pantalla blanca a modo de biombo translúcido en un extremo del escenario mientras el otro lo ocupaba con idéntica puesta en escena el bajista Cherokee que también me gustó mucho a lo largo de toda la actuación.
Siguiendo el orden de su debut discográfico continuaron con “Tras El Cristal” más desgarrada y “Más Allá de la Realidad” con esos coros magníficos de su estribillo que fueron seguidos por parte de un público que se metió de lleno arrastrado por el torrente musical que salía del escenario, interrumpido brevemente por Juanmi para saludar y dar la bienvenida presentando “Sin Trampa, Sin Miedo”, un nuevo tema en el que pasó a segunda línea para tocar su teclado y dejar las tareas vocales a Covadonga, a la que se le escuchó algo baja su voz resultando algo deslucida.
Mejoró con la pegadiza “Adiós”, con Juanmi tirando de guitarra acústica y con los juegos de voces muy logrados, al igual que en la más cañera “Cruce de Caminos” en la que se marcaron un dueto algo teatral, culminado por una instrumental en la que Filthó y Juanmi cruzaron notas desde sus teclados, para volver a bajar el ritmo con la performance que se marcaron de “A Quién Pueda Escucharme” con Covadonga sentada de lado en el centro del escenario tirando de vena lírica creando una ambientación especial, apoyada por las proyecciones tanto frontales como laterales que la acompañaron y por unas acertadas luces que destacaron también a lo largo del show.
Previo paso por el recuerdo a "Desde El Rincón", llegó el momento de lucimiento para Pedro que con un breve solo de guitarra completado por el resto de los instrumentistas del grupo, dio paso a “Mañana Quizá Sea Peor” con Juanmi enérgico a la voz que siguió en su papel casi de hombre orquesta para alternar teclado y acústica en la instrumental “Ecos”, recordando el más olvidado “Esférica”, dejándose llevar por su vena más sinfónica, cortada por la rotunda “Inmortal”, a la que sucedieron los breves solos de batería del Niño y de teclados del propio Juanmi que con sus delicados sonidos de piano y con las palmas del público nos llevó hasta esa maravilla de composición que es “Caja de Música” en la que Covadonga se desquitó haciéndose con la voz principal.
Había pasado casi hora y media y llegaba el momento de presentar a los músicos, por si alguien todavía a esas alturas no les conocía, y de introducirnos en otro de los momentos álgidos de la noche con la interpretación de “Me Arriesgaré” fantástico tema que daba título al último trabajo del grupo publicado hace ya tres años y que sonó fresco y encantador con la pareja vocal en plenitud.
Justo antes de los bises mayor carga de dramatismo progresivo para “El Sueño de la Razón”, que sirvió prácticamente como preludio de lo que se nos venía encima posteriormente con la recreación de la operística “El Fantasma de la Opera” con todos los músicos, salvo Covadonga afortunadamente, ocultando su rostro tras máscaras blancas como lo hacía el protagonista del musical, dando un toque de lirismo y teatralidad magníficos.
El final no pudo ser más acertado (aunque eché en falta “Es El Momento” la adaptación del clásico “Heat of the Moment” de Asia), con la entrañable “Tocaba Correr” cantada por el personal acompañando a Juanmi y Covadonga rememorando los tiempos del primero en Ñu consiguiendo que no extrañáramos en exceso la flauta de Molina por el buen trabajo de Pedro a la guitarra y de Filthó a los teclados. Se despidieron definitivamente con sus “Argumentos de Fe” de forma festiva y directa de la mano de su pegadizo y reivindicativo estribillo “¡Basta Ya, Basta Ya, Joder!” que nos puso a botar y corear para cerrar una fantástica velada.
Creo, sin temor a equivocarme, que este concierto de Cuatro Gatos ha sido de los mejores de los ofrecidos por el grupo, sin duda el más elaborado y completo, y espero que tras el apoyo recibido les valga de aldabonazo para seguir adelante ofreciéndonos tan buenos y divertidos momentos como los que pudimos disfrutar el pasado sábado en Caracol.
Mariano Palomo

martes, 12 de febrero de 2013

BEETHOVEN R. / SEXPLOSION

9 de febrero 2013. Sala We Rock

Fresquita se presentaba el pasado sábado la noche carnavalera en la capital del Reino, y nada mejor para entrar en calor que una buena ración de hard rock con dos bandas que por distintos motivos pensaba que resultarían de lo más atractivo para el, lamentablemente, cada vez menos fiel público madrileño que apenas cubrió la mitad del aforo de la céntrica sala de moda (otro día hablaremos sobre las virtudes y defectos de la ínclita We Rock, de la fidelidad de los fans, y demás historias, pero ahora mejor centrarse en lo bueno que nos dejaron los protagonistas de la velada, que no fue poco).

Con bastante retraso con respecto al horario anunciado, algo por desgracia se viene convirtiendo en costumbre en los conciertos a los que vengo asistiendo últimamente, se encargaron de abrir fuego los jóvenes SEXPLOSION, un enérgico cuarteto que con su sonido y actitud nos llevó a los mejores tiempos del hard sleazy angelinos sin ningún tipo de disimulo ni complejo. Nombres como los de Guns n’ Roses, Kix, L.A. Guns o Mötley Crüe, forman parte del ADN del sonido de esta banda que sin ser grandes virtuosos, si tienen un buen puñado de temas capaces de hacernos mover el culo y pasar un buen rato.
Salieron a romper con la provocadora “She’s Ready To Lick” tema de apertura de su único disco hasta la fecha “Powerful As Its Name” del que dieron buena cuenta, con la figura de su cantante y guitarrista G. Starless desenvolviéndose con soltura intentando hacerse con el público a base de descaro con una imagen acorde a su propuesta estilística (sombrero vaquero, camiseta de Jack Daniels, Gibson blanca con estrellas y con algunos tatuajes más discretos de lo habitual en este tipo de músicos). El frontman de la banda además de su voz rasgada y algo chillona, nos dejó casi todos los solos de guitarra, dejando en papel más discreto a Alex Moya más centrado en labores rítmicas y corales, junto al batería Juan Ramón Capilla y al bajista Fer Alejas.
Siguieron en esa onda arrogante y macarra con “Don’t Tell Me Who I Am”, rockanrolera a más no poder, sucedida por la dura “Justified Agressoin”, y por la sucia “The Sick Circus of Hates Architect”, sonando bastante potentes, algo arrastrados por momentos sobre la distorsión marcada que salía de las guitarras de G. Starless y de Alex. Tras la novedosa para mi “Just Fight” que no desentonó dentro del desarrollo del concierto, llegó el momento para la primera versión de la noche con la celebérrima “You Could Be Mine” de Guns n’ Roses que se curraron bastante bien, un tanto acelerada, pero lo suficientemente rotunda para convencer al respetable que acompañó cantando su estribillo.
Tras tanta caña, se relajaron un poco con el comienzo de la atormentada “In Loving Memory”, a la que siguió “Afaire” con mayor protagonismo de la base rítmica, para llegar al final del show antes de los bises con la decadente “Love’s Infected” que con su ligero toque western se sale un poco de la dinámica habitual de la banda. Casi sin descanso, regresaron para dejarnos dos piezas más, la sencilla y puramente sleazy “I Don’t Need Anything About You”, y una corrosiva versión del clásico “If You Want Blood” de AC/DC, con la que redondearon una buena actuación dejando patente que, aun con algunos aspectos por pulir (coros, armonías) no es necesario nacer en Los Angeles para hacer buen hard rock con garra y esencia ochentera.

Por unas cosas o por otras, hacía cuatro o cinco años que no asistía a un concierto de BEETHOVEN R., probablemente uno de los grupos españoles que más haya visto en directo, y tenía ganas de comprobar el estado de forma de los que para mí son unos de los mejores representantes del hard rock nacional. También tenía especial curiosidad ya que era esta la primera vez que les veía en vivo con la formación actual, tanto con Alberto García a la voz como con Javi Oliva a la guitarra, acompañando al Juan Carlos Adeva “El Moreno” al bajo, a Jose Luis Sáez a la guitarra y a Antonio Alcoba a la guitarra. Y ciertamente me lleve una grandísima impresión, sin echar en exceso en falta a los componentes anteriores del grupo, si bien todos y cada uno de ellos aportaron lo suyo en su momento, y mejorando respecto a lo que aprecié en el reciente DVD “Dejándonos la Piel… En Directo”.
Sobre todo las prestaciones de Alberto ejerciendo de frontman mejoran notablemente teniéndolo a unos pocos metros de distancia que observándole en la tele tranquilamente sentado en el sofá de casa, sabe transmitir y enganchar con carisma y fuerza, pero sin llegar a resultar cargante, y sobre todo canta muy bien, llegando donde tiene que llegar cuando hay que subir, y dejando muy buenos matices melódicos con su voz, completados como es habitual con los coros marca de la casa en los que el resto de la banda sigue haciendo una tremenda labor.
Por su parte Javi tomó más protagonismo que en el DVD, encargándose de más solos y doblándose con acierto con José Luis que sigue pareciéndome uno de los guitarristas más apasionados y competentes de nuestro hard rock con sus poses y muecas imposibles que, por supuesto, no faltaron. De Antonio y del Moreno lo mejor que se puede decir es que siguen siendo igual de sólidos e importantes para el sonido del grupo compenetrándose perfectamente a la hora de sustentar su base rítmica.
Después de la pertinente, y algo larga, intro clásica de Ludwig Van con la banda de espaldas al público, abrieron la caja de los truenos para atacar con la rotunda “Fuera de Control”, un tema rápido y directo con el que nos cogieron por sorpresa y sonando muy bien desde un inicio y que escuchábamos por primera vez en directo ya que era uno de los cortes en estudio que es incluía como extra en el DVD, y respecto del cual variaron notablemente su set list, recuperando con acierto algunos temas que me gustó mucho disfrutarlos en directo después de mucho tiempo.
Uno de esos temas rescatados fue la gamberra y melódica “Yo Me Pierdo”, con Alberto haciéndola de escándalo, al igual que un pelotazo como es “Quién Irá a Por Ti Soy Yo”, otra de mis favoritas y de buena parte del respetable que la coreó con ganas, para tirar de ritmo más pesado en la motivante “Siempre Unidos al Rock & Roll” que siempre funciona a la perfección en directo.
Con “No Permitas Que Esto Llegue Al Fin” nos mostraron su vena más A.O.R. cobrando un protagonismo especial los coros, para cambiar bastante con “Sangriento y Mortal” precisa y heavy con sus guitarras duras clavándose, para hacerse más dinámicas en la reivindicativa “Pasa el Tiempo” y en la fantástica “Da Igual” otra de las nuevas en la que se mezclan energía y melodía con brillantez.
Llegamos al Ecuador del concierto de nuevo recuperando temas y sonidos más melódicos con “Tan Duras, Tan Dulces” dedicada a las mujeres que tanto nos alegran y nos complican la vida, y que me sonó algo acelerada, probablemente también porque luego vino el momento más tierno con la preciosa balada “Y Dónde Estás” que Alberto cantó con un sentimiento espectacular.
Vuelta al party rock con “Más Sexy” que a estas alturas es casi más de Beethoven R. que de Coz, con ese giro recordando a Kiss al final que siempre funciona tan bien en directo, como lo hizo en la misma línea “Hay Algo Más” que bajó algo el pulso, para a continuación sorprender muy gratamente con “Elegido por el Rock & Roll” con unas melodías de voz y guitarras buenísimas que me gustaron tanto como en estudio.
Volvió la fiesta hecha canción que es “Ja, Ja” para levantarnos y hacernos corear su estribillo, reduciendo un poco la intensidad con “No Puedo Esperar”, para recuperarla en la recta final con la contagiosa “Un Poco Más” con esos coros se meten hasta el cerebelo dejándonos casi sin voz, que recuperamos con el respiro que nos dieron los vacilones redobles y riffs con los que arrancaron “Hazme Tuyo Esta Noche”, llena de ritmo e intención marca de la casa.
El cierre como no podía ser de otra manera lo puso “El Guardián de tu Piel”, que sin necesidad de confetis, ni efectos, ni adornos, quizá algo más cruda y endurecida que de costumbre, sonó igual de bien como himno atemporal que es dentro de nuestra música, sirviendo como colofón a una magnífica actuación que creo dejó satisfechos a todos los presentes, lástima que no fuéramos más.
Mariano Palomo

lunes, 4 de febrero de 2013

GAUNTLET

2 de febrero 2013. Sala Caracol

Fecha marcada en rojo en el calendario la del pasado sábado 2 de febrero para los metaleros madrileños GAUNTLET, que por fin presentaban en directo y en casa su tremendo último trabajo en estudio “Stubburn”. Un disco que como no podía ser de otra manera interpretaron íntegramente, intercalando un par de temas de sus lanzamientos anteriores y un puñado de buenas versiones de algunos de los grandes de la música cañera, acompañados por prácticamente todos los músicos invitados que también aparecen colaborando en el disco en estudio.
Tras una enlatada intro sonando “Defenders of the Faith” de Judas Priest, salieron a matar los cuatro integrantes de la “G” destripando con la furia y actitud habituales las notas de la poderosa “There Will Be No Peace”, sonando bastante embarullados en los primeros instantes, algo que afortunadamente se solucionó casi de inmediato para conseguir llegar con la nitidez y rotundidad que requieren sus composiciones. Con un Miguel Rocha ya absolutamente metido en su papel de frontman cantando y provocando al personal con el gracejo y energía que le caracterizan, pero sin olvidarse de descargar sus afilados riffs compartiendo desde los inicios de la banda labor a las seis cuerdas con Dani Millán y su característica distorsión, formando ambos una de las parejas más compactas y compenetradas del panorama metalero actual. No podemos olvidarnos de la labor desarrollada por la base rítmica siempre presente y rotunda con Alejandro Martínez a la batería y Juan Carlos Fernández al bajo dotando de compacidad y pegada al sonido de la banda.
Después de la pertinente charla de presentación de Miguel continuaron con dos de los temas más destacados de “Stubbrurn”, la frenética “Last Exit to Blisstonia” en la que la máquina de descargar riffs funcionó a máxima potencia, dejando a continuación espacio a unas melodías de voz más claras y presentes en “Slave” alternando registros con calidad dentro de sus tremendos cambios de ritmo.
Tras un mínimo respiro vuelta a la caña con el recuerdo para la machacona pero absolutamente contagiosa y aplastante “Seeds of Hate”, uno de los primeros temas del grupo que aparecía en una de sus maquetas primigenias que regrabaron para incluirlo en el LP “What Doesn’t Kill Us…”, y que a día de hoy sigue siendo una de mis piezas favoritas de Gauntlet,
Giro más actual y corrosivo con la presencia sobre las tablas del primer invitado de la noche, Javi Cardoso, vocalista de Vitaimana que se unió al cuarteto para interpretar la inquietante “Feed the Worms” aportando su voz gutural contrastando con la más limpia de Miguel, mientras la instrumentación seguía exhibiendo su alto nivel técnico, oscureciéndose un poco para la primera versión de la noche, una avasalladora “Slave New World” de Sepultura que nunca han sido santos de mi devoción, con protagonismo total para Javi.
Tesituras a lo Metallica post “And Justice for All” para “You Don’t Know Me”, con la base totalmente marcada dejando Alejandro y Juan Carlos constancia de su gran pegada, para que Dani y Miguel lucieran con sus buenos solos y acordes, volviendo a endurecerse aun más con la presencia en escena del vocalista Rown Houland (Clockwork) que con su agria voz encajó perfectamente dentro de la estructura de “My Dying Breath” borrica como ella sola, y sobre todo con una inmensa versión del himno “Cowboys from Hell” de Pantera para la que Miguel se caracterizó al más puro estilo Dimebag Darrell tocado con un sombrero vaquero de Jack Daniels.
Recuperamos un poco el aliento con la parte más relajada y hard rockera del concierto, comenzando por el intenso medio tiempo “Sold My Soul”, con la que demostraron que cuando quieren también saben tocar la fibra sin perder nada de fuerza, acelerando en su parte final para redondear uno de los mejores momentos de la velada. Para esos sonidos más hard rockeros a los que me refería los chicos de Gauntlet pensaron nada mejor que invitar a compartir escenario con ellos a Dagarod, cantante ex de Is Pain y Burning Kingdom y actualmente con Gurú.
Junto a las bailarinas Marlene Vanille y Srta. Siller se marcaron una infecciosa “The Fake” en la que lo puramente musical se vio perfectamente complementado por un sensual show visual cercano al burlesque que a muchos se nos hizo demasiado escaso, vamos que nos hubiera importado nada que las chicas hubieran seguido con su show un poco más de rato. El cierre pre bises vino con una fantástica versión de “Monkey Business” de Skid Row, en la que todos estuvieron a un nivel enorme, con un Dagarod fantástico tanto en voz como en presencia escénica.
Sin mucha demora regresaron con el último invitado de la noche, el guitarrista y cantante de Unsouled José Gil, con el que interpretaron la currada “Blood, Sweat & Tears” creando buenos juegos de voces, incluida la de Dani apoyando en los coros graves como a lo largo de todo el concierto, y una embrutecida “Battery” de Metallica que prácticamente acabó por sacarnos el último aliento. Pero todavía había que guardar fuerzas para disfrutar de “…Make Us Stronger” y de la última cover en este caso “Asthetics of Hate” de Machine Head que a base de escuchársela en directo a Gauntlet acabaré por aprenderme, y eso que a sus autores originales y al metal industrial en general nunca les he tenido en gran estima musical.
Con los acordes de “For Those About to Rock” de AC/DC de fondo a modo de despedida, pusieron punto final a hora y media de disfrute metalero que vuelve a reafirmar a estos aguerridos metaleros madrileños como una de las apuestas más seguras dentro del género (siempre con margen de mejora y crecimiento, yo por ejemplo hubiera cambiado alguna de las versiones por algún tema propio más) siendo capaces de ofrecer un show trabajado y estudiado al milímetro sin perder nada de la espontaneidad, dinamismo y capacidad de improvisación necesarias para no resultar excesivamente cuadriculado, algo al alcance de no demasiadas formaciones.
¡Arriba la “G”!
Mariano Palomo