16 de abril 2011. Sala Heineken
Hablar de rock melódico británico es hablar de FM. Una banda que sin haber llegado a alcanzar las cotas de popularidad de otras formaciones, es para mi la más representativa de las que ha salido de las Islas y la que mejor ha aguantado el paso del tiempo, con sus lógicos e inevitables altibajos. Afortunadamente, tras un amplio periodo de silencio tanto en estudio como en directo, volvieron en 2007 para goce y disfrute de sus fans, y ahora por fin teníamos la oportunidad de poder disfrutar de ellos por primera vez en España.
Y, aunque suene a topicazo, la espera ha merecido la pena. No creo que prácticamente ninguno de los que cubríamos la mitad del aforo de la sala Heineken podamos tener queja de lo que nos ofreció el quinteto inglés. Elegancia, clase, feeling, diversión, todo ello con un sonido excepcional, compacto y limpio como casi nunca se había escuchado en esta sala, repasando buena parte de su amplia trayectoria dentro de un set list en mi opinión bastante equilibrado y completo, aunque inevitablemente echando de menos alguno de sus temas en la hora y media que nos ofrecieron de puro deleite musical.
Un servidor ya había podido disfrutar de la banda en directo en un par de ocasiones cuando encabezaron las ediciones de 2007 y 2009 del festival Firefest, por lo que ya sabía del buen hacer y del nivelazo de sus músicos con lo que el factor sorpresa estaba descartado, pero es que lo del pasado sábado superó incluso lo de entonces, y puedo afirmar que acabó siendo uno de los mejores conciertos que he visto en mi vida.
Inevitablemente lo primero que llamó poderosamente la atención del personal fue la figura del vocalista Steve Overland que con su voz encandiló a todos en una interpretación sobresaliente llena sentimiento, carácter y autenticidad. Si necesidad de hacer aspavientos, ni de dar saltos mortales, ni de pintarse la cara, simplemente seduciendo y atrapando con su voz con una actitud amable y sobría acabó arrrancando numeorsas y sonoras ovaciones. Y por si esto fuera poco también apoyaba con elegancia con su guitarra, incluso haciéndose cargo de algunos solos destacables, aunque la mayoría correspondieron a Jim Kirpatrick que cumplió con nota.
La solidez la pusieron el bajista Merv Goldsworthy que se dejó notar durante todo el show, al igual que el rotundo y simpático batería Pete Jupp, para dejar el complemeto melódico al teclista Jem Davis que sonó de lujo, apoyando también en los coros al igual que Merv y Jim, aunque también contaron con el soporte coral grabado en segundo plano.
El concierto se abrió tras una intro de sirenas y derrapes peliculeros con “Wildside” primer single del último disco de la banda, “Metropolis”, que sonó tremendo captando la atención de los presentes que ya no pudieron escapar hasta el final. “Face To Face” y “That Girl” llenaron todo de melodía y coros para recordar a su debut discográfico “Indiscreet” que está en los altares del A.O.R. al igual que su sucesor “Tought It Out” del que atacaron la rockera “Don’t Stop” que personalmente me encantó.
Momento para relajarse con dos pedazo de medios tiempos como “Only The Strong Survive” y “Blood & Gasoline”, entrañables y con un feeling como pocos, con Overland brillando aun más si cabe, pero sin dejar de lado la compacidad instrumental de la hicieron gala durante toda la velada.
También especialmente bien les quedó “All Or Nothing”, ideal para el directo y coreada por el público aunque no la tuviera muy controlada, al igual que las más melódicas “Hollow” que sonó absolutamente deliciosa llegando a gustarme más que en el disco, y por supuesto la espléndida “I Belong To The Night” en la que lucieron las teclas de Jem.
Pasamos el ecuador del concierto y llegamos a otra de las nuevas que resultó más que convincente, “Over You” que cayó tras la breve “Metroplis”, y a la que mejoraron con otra inmensidad de composición como es “Other Side Of Midnight” que me pusó los pelos de punta, Señor que clase y que rollo tiene.
A continuación dieron muestras de su versatilidad con la bluesy “Hard Day In Hell”, tema con el que cerraban su “Aphrodisiac” y para el que invitaron al escenario a un saxofonista que ya les acompañó en el Firefest de 2009 dando un toque delicioso al tema complementándose a la perfección con el resto de musicos.
Final mucho más rockero y animado antes de los bises con dos pelotazos hard rockeros del maravilloso “Tought It Out”, nada menos que “Bad Luck” y “Burning My Heart Down”, con Jem tirando de armónica y de teclado colgado del hombro al más puro estilo J.C. Molina, y que supusieron toda una fiesta dentro y fuera del escenario. Vuelta rápida para provocar alguna que otra lagrimilla con esa preciosidad de balada que es “Frozen Heart” demostrando como se puede derrochar sentimiento sin perder un gramo de intensidad y actitud, y con Lord Overland exhibiéndose de nuevo.
Cierre fiestero y lleno de soul con la versión que ya han hecho suya de “I Heard It Trough The Gravepine”, cláico de la Motown que hizo famoso Marvin Gaye, y para la que volvió el saxo a escena cerrando de manera gloriosa una noche que difícilmente podremos olvidar, y no precisamente por el enésimo partido del siglo que obligó a adelantar la hora del concierto y quien sabe si a recortar su duración ¡Hasta las pelotas del Madrid-Barça!
Sólo podemos esperar que FM cumplan su palabra y no tarden en volver a visitarnos por aquí, casi veinticinco años de espera han valido la pena pero han sido demasiados. Si por alguna extraña, inevitable o difícilmente explicable razón no has podido disfrutar de ellos en directo esta vez, no se te ocurra perdértelos la próxima. Apuesta Segura, no sólo para los talibanes del A.O.R. si no para todo el que tenga un mínimo de gusto e inquietud musical.
Mariano Palomo
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