BARON ROJO recuperó hace más de diez años el mercado sudamericano, pero su gran asignatura pendiente era volver a los escenarios europeos. La última vez fue una actuación en Francia en 1991, después nada de nada. Bien pueden decir que han matado dos pájaros de un tiro, pues han retornado a un festival europeo, y además ha sido en Alemania, país en el que ni en su mejor momento jamás llegaron a tocar. Este es un festival donde parecen querer mucho a las bandas españolas. No sólo ponen el primer día como cabezas de cartel a Barón Rojo. A la siguiente jornada, también Tierra Santa fueron los penúltimos en tocar, sólo por delante de Fates Warning. En cuanto al último día, Stormwarrior no eran precisamente un grupo de primera fila, pero la cosa parece otra si decimos que fue una actuación conjunta con Kai Hansen. El recinto del concierto no era demasiado grande, posiblemente no cabrían ni 5.000 personas, en cualquier caso, estaba totalmente lleno. Un puñado de españoles de desplazaron al evento, y parecían más de los que eran porque, si en este país somos especialistas en algo, es en hacernos notar.
Con una rigidez de horarios espartana, tras Crystal Viper, Striker, Bon Scott y Tokyo Blade, los barones estaban listos para salir en el momento programado, a las 22:40 horas. Pero en el último segundo, Armando levantó las manos, su amplificador acababa de morir. Rápidamente saltaron al escenario los técnicos de Barón junto a los del festival para intentar repararlo, cambiando fusibles y todo tipo de revisiones. Viendo que no tenía arreglo y que podía fallar en cualquier momento, se decidió cambiarlo por otro nuevo, teniendo Armando que volver a configurarlo para sacarle su sonido particular. En breves momentos se pudo empezar el show, ya sin ningún tipo de problema, a la vez que el organizador vino a decirles que no quitaran ni un solo tema del set-list fuera la hora que fuera, dado que cerraban el festival como cabezas de cartel.
Comenzaron con “Barón Rojo”, es español. Recordemos que existía una versión en inglés. ¿Tocarían todo el repertorio en castellano? Pronto saldríamos de dudas, pero antes Armando se dirigió al público para presentar la banda, disculpándose de paso por no hablar alemán, en todo momento hablaron al respetable en inglés, traduciendo los títulos de los temas al anunciarlos. Tras la pequeña pausa arremetieron “Isolation Ward” (“Incomunicación”), quedando así claro que alternarían canciones en los dos idiomas, como en los viejos tiempos ochentenos. Otra breve interrupción, de apenas un minuto para verificar otro ampli, y sin preámbulos llega “Al Final, Perderán”, seguida de “Vampiros y Banqueros”. Una verdadera pena que de este temazo no exista adaptación en el idioma de Shakespeare, seguro que el público continental hubiera apreciado mucho mejor su genialidad. Volvemos a ser internacionales con “Flowers Of Evil” (“Las Flores Del Mal”), y a continuación una sorpresa superlativa, nada menos que “El Enemigo A Abatir”, que casi nunca llegaron a tocar en directo, ni aun en la época de “Desafío”. Es obvio que la mayoría de los asistentes no conocen las canciones, ni siquiera las de “Volumen Brutal”, pero eso no les impide disfrutarlas y aplaudirlas. Un poco de relax con “Se Escapa El Tiempo”, y otra de las imprescindibles, “Cueste Lo Que Cueste”. Armando asume el papel de vocalista en “You´re Telling Me” (“Hermano del Rock And Roll”). Seguimos siendo europeos, ahora toca “Concert For Them” (“Concierto Para Ellos”). Presentan un tema llamado “Strings Of Steel”, que, evidentemente, resulta ser “Cuerdas de Acero”.
En la recta final viene “Con Botas Sucias”, intercalando en el solo un fragmento del celebérrimo “Born To Be Wild”. Llega el turno de “Stand Up” (“Resistiré”), pero… ¡sorpresa! Carlos continúa la canción en español después del primer estribillo, para, al finalizar el segundo, retomar el inglés. Es difícil encontrar una forma más original de interpretar un tema. ¿Se le había ocurrido a alguien antes? Entre aplausos y vítores hemos llegado al bis.
Tras el corto descanso es el turno de “Someone´s Loving You” (“Satánico Plan – Volumen Brutal”). Y el fin de fiesta no podía ser otro que “Rockers Go To Hell” (“Los Rockeros Van Al Infierno”), en el que repitieron en parte la jugada de “Resistiré”, pues después del primer estribillo terminaron el resto de la canción en castellano. Fue una de las pocas veces que suprimieron el medley habitual, suponemos que por falta de tiempo. Insistimos en que pese a no conocer los temas el público se portó realmente bien. Barón Rojo debe consolidarse manteniendo el espacio que nunca debió perder. ¡Otro año hay que ir a por el Wacken!
Texto: Nacho Jordán
Fotos: Patrick Broekmans
Fotos: Patrick Broekmans
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