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Mayo de 2015. Auditorio Juan Carlos I. Pinto (Madrid)
Siempre es un buena noticia
que aparezcan nuevos festivales. Particularmente, es una verdadera pena que
este magnífico anfiteatro de la localidad madrileña de Pinto no se utilice
apenas para este tipo de eventos. Con la excelente respuesta de público de este
“Pinto Music Festival”, podemos
suponer que será sólo el primero de muchas futuras ediciones.
Por desgracia, esos
días la climatología estaba totalmente desquiciada, pues padecíamos una ola de
calor que parecía que estuviéramos en Agosto. Eso perjudicó gravemente a la
actuación de S-21. La mayoría de la
gente no les conocía de nada, sólo sabíamos (porque lo ponía en la entrada) que
era el grupo de Luis Santurce, ex–batería
de Sangre Azul, y poco más. Algunos
se molestaron en buscar en internet muestras de su música, otros fueron a ver
qué se encontraban, y la mayoría optó por buscar refugio a la sombra en las
inmediaciones del recinto. Arrancaron a las 19:30, finalizando casi a las
20:15. Se agradeció su voluntad de lucha ante las circunstancias adversas.
Alguna de las canciones que interpretaron fue “Salta Sin Red” o “Fuiste Cruel”.
Muy rocanroleros, merecen tener más oportunidades en mejores condiciones.
BARON ROJO comenzaron a las 20:35, cuando el sol estaba cercano
a desaparecer, con lo cual las gradas y la pista ya estaban casi llenas. Los
primeros temas fueron algunos clásicos habituales, “Tierra de Vándalos”,
“Incomunicación”, “Invulnerable” y “Las Flores del Mal”. A nadie se le escapó
que sobre el escenario había dos baterías, una de ellas vacía. Por las redes
sociales ya sabíamos que Ángel Arias y
José Martos iban a interpretar
algunos temas, pero Gorka y Rafa no les cederían sus respectivos
sitios, sino que tocarían todos a la vez. Esto originó las dudas de muchos,
porque dos baterías y dos bajos actuando a la vez podrían provocar que aquello
sonara a puro cascajo.
Los dos actuales
miembros de Atlas aparecieron por
fin en “Arma Secreta”. Y todos los temores desaparecieron de inmediato. Por
increíble que pudiera parecer, los seis músicos encajaron entre sí a la
perfección. Sonaban de maravilla. Y la cosa resultaba especialmente emotiva
porque Ángel y José habían actuado en el mismo auditorio con Barón Rojo en la presentación del disco homónimo, el 26 de Junio de
1998 para ser exactos. 17 añitos de nada. “Bajo Tierra”, “Cueste lo que Cueste”
y “Al Final Perderán” quedaron igual de
bien.
Con “Hermano del Rock
And Roll” y “Cuerdas de Acero” Carlos
y Armando volvieron a quedarse solos
con Rafa y Gorka, pero la banda volvió a la formación de seis miembros para
interpretar “Los Rockeros Van Al Infierno”. Un breve descanso en el que los
invitados aprovecharon para retirarse, reanudando la actuación “Concierto Para
Ellos”, “El Rey del Pinball”, y “Resistiré”. Cuando ya pensábamos que no
volverían, José y Ángel regresaron para unirse al fin de
fiesta con “Barón Rojo”, que significó el cierre definitivo a las 22:05. Un
concierto relativamente corto para los barones, pero muy intenso y sobre todo
bonito. Esa noche comprobamos que es posible abandonar un grupo sin acabar a
hostias y sin rencores eternos.
ROSENDO arrancó
sobre las 22:35, ofreciéndonos una actuación no demasiado larga, pues finalizó
casi a las 0:15. Algunos comentaron que el repertorio fue muy parecido al que
llevó al festival Viña Rock, aunque
con algunos temas adicionales. “De Nada Más”, “Al Lodo Brillo”, “Quincalla, o No!”,
“Cuando” o “Cosita”. Una combinación de canciones antiguas y recientes.
A muchos no les
convencen las últimas entregas discográficas del guitarrista de Carabanchel, y
otros directamente las ponen verdes. Todas las opiniones son respetables, pero no
se puede discutir que Rosendo, posiblemente sin saber muy bien cómo,
ha alcanzado tal nivel de veneración por parte del público, que lo mismo da si
lo que toca es una obra maestra o una soberana castaña. Es él quien está en el escenario, y lo demás
prácticamente no importa. Tiene una legión de incondicionales que aunque no les
gusten sus composiciones le apoyan a muerte.
Temas como “El
Acogote”, “Cada Día”, “Menú de la Cuneta”, “Muela la Muela”, “Vergüenza
Torera”, “La Fina”, “Masculino Singular” o “Entre las Cejas”, se fueron
sucediendo ante el alborozo de los asistentes. Pero de momento parecía que la
gente respondía bien, no existen palabras para describir lo que ocurrió en la
recta final. La última parte del concierto fue una sucesión de grandes clásicos
que provocaron un auténtico delirio. Una vez empezó a sonar “Flojos de
Pantalón” aquello se desbocó por completo, y el ritmo no podía decaer si a
continuación venían “Pan de Higo” y “Agradecido”.
Un primer descanso que
en absoluto hizo que la cosa flojeara, pues de eso se encargó “Y Dale”. Tras el
jolgorio de “Navegando” parecía que habíamos llegado al final, pero el segundo
bis trajo lo que fue el broche de oro definitivo. Si decimos que fue “Maneras
de Vivir” no es preciso que añadamos nada más.
Como decíamos al
principio, estamos deseando que este festival se consolide y el próximo año
tengamos la siguiente entrega. Con lo bien que respondió el público no hay
excusa para no repetir.
Nacho
Jordán
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