21 de noviembre 2015. Sala Cats
Interesantísimo programa doble el
que se anunciaba en la Sala Cats (local de referencia y altura tras su
magnífica reforma) de la mano de dos bandas que llevan unas semanas
compartiendo gira por Europa llegando a Madrid el pasado sábado para ofrecer su
directo al público capitalino. Un público que respondió en una medida menor de
lo que se merecen las dos formaciones del cartel, sobre todo por la que al
final era cabeza del mismo como pudo comprobarse por mucho que se anunciara
como gira compartida, y que una vez más reunió a los habituales fieles del hard
melódico que solemos juntarnos en este tipo de conciertos, el día que nos
cansemos o no podamos asistir los de siempre no sé qué va a pasar con la tan
manida “escena” del género.
En cualquier caso, y una vez finalizado
el Madrid–Barça, los aproximadamente doscientos cincuenta que finalmente nos
dimos cita en la sala pudimos disfrutar de una gran noche, comenzando con los suecos ELECTRIC BOYS
que si bien no lograron congregar a una gran cantidad de fieles al principio de
su actuación, fueron capaces de convencernos y hacernos mover a los que
paulatinamente nos acercamos a disfrutar de su divertido y potente directo.
Atacaron abriendo con la movida
aunque algo opaca en su sonido “Psychedelic Eyes”, con buena actitud y
presencia escénica acorde con su hard rock de clara inspiración setentera salpicada
de detalles funkies que yo no tenía muy controlados pero que, al menos en
directo, me resultó de lo más eficaz y entretenido. Continuaron sonando más
brillantes con “Into The Ditch” tema con mucho groove a lo Red Hot Chilli Pepers pero con una base muy Zeppelin en la que destacó la tremenda pegada de Niclas Sigevall que con su sencillo kit
de batería supuso el perfecto soporte para las incursiones de bajo del peculiar
Andy Christer.
Estos dos primeros temas
pertenecen a su primer trabajo “Funk-o-Metal
Carpet Ride” del que recientemente se cumplía el vigésimo quinto
aniversario y con el que coparon el ochenta por ciento de su set list, y que
siguieron desgranando con la más tranquila y algo hippie “Change” en la que el
vocalista Conny Bloom, ex Hanoi
Rocks, bajó un poco el tono festivo, acompañando también con su guitarra más
relajada junto a la de Franco Santunione
que pasó más desapercibido a lo largo del show. Recuperaron el pulso más
rotundo con la marchosa “Electrified” y con la más dura “Freaky Funksters”,
ambas con más rollo funky con la utilización del slapping a cargo de Christer, y sobre todo la primera
destilando cierto aroma a los primeros Aerosmith.
Momento para recordar el segundo
trabajo del grupo, “Groovus Maximus”
del que rescataron la atemperada “Mary In The Mistery World” precedida de un
mínimo guiño al clásico reggae “No Woman No Cry”, y la mucho más convincente “Knee
Deep In You” con sus guitarras de alto octanaje y su potente y melódico
desarrollo rítmico. Tras este buen momento, rápida presentación de la banda
sobre los acordes de “Roadhouse Blues” de los Doors, para seguir con la incendiaria “Rags To Richies” que hizo
corear y palmear al público al son marcado por Bloom.
Para el final nos dejaron “Captain
Of My Soul” con mucho groove en sus guitarras y en su ritmo, cerrando definitivamente
tras un breve abandono del escenario con su tema más conocido la contagiosa “All
Lips N’ Hips” en el que se unen los elementos setenteros y algo psicodélicos
del hard con un divertido estribillo que acabamos coreando todos los presentes.
Buen cierre para casi una hora de divertida y competente actuación.
Pasado el pertinente descanso y
una vez realiazado el cambio de equipo, llegaba el momento de volver a disfrutar, tercera vez en este
2015 en mi caso, de la banda más grande y que mejor ha sabido evolucionar y
madurar dentro del hard melódico europeo, los británicos FM que, una vez más, volvieron a
sentar cátedra con un concierto absolutamente memorable. Si las otras dos
ocasiones en que pude verles este año el grupo estuvo al gran nivel habitual,
se me quedaron cortas ya que sus apariciones estaban enmarcadas dentro de
sendos festivales en los que no eran cabeza de cartel, pero en esta ocasión
pudimos disfrutar de hora y media de show completo, aunque con el enorme
catálogo de temazos que tienen siempre se echa alguno de menos (“Blood and Gasoline”,
“Does It Feel Like Love”, “Tattoo Needle”, “Someday”, “American Girls”), con un
sonido cuasi perfecto desde el inicio, y con un giro ligeramente más rockero
con gran presencia del sonido de las guitarras pero sin perder un ápice de
melodía.
Tras una breve intro enlatada
comenzamos a disfrutar con la poderosa “Digging Up The Dirt” que también abre
su fantástica última obra “Heroes &
Villains”, comprobando ya desde el principio que el quinteto estaba en
plena forma, liderados por un inconmensurable Steve Overland que sigue siendo uno de los cantantes más grandes del
rock mundial, así de claro. Carisma sin empalagos, clase sin sobre exhibiciones,
versatilidad y potencia cuando es necesario, melodía embaucadora en su voz, en
fin, una maravilla muy bien secundada por una fantástica base rítmica en la que
el simpático Pete Jupp es una
garantía de solidez a los tambores, junto al imprescindible bajista Merv Goldsworthy que también apoya
magníficamente a los coros. Una tarea en la que también participan el teclista Jem Davis, y un cada vez más suelto y
protagonista Jim Kirpatrick que sin
duda con su muy buen hacer a la guitarra se ha asentado como uno de los pilares
de la banda.
Tras el comienzo más hard y
actual, tocaba recordar dos de los himnos clásicos del grupo, una deliciosa “I
Belong To The Night” que fue coreada por la audiencia ya plenamente integrada y
entregada a la causa, que siguió disfrutando con la festiva “Don’t Stop”,
luciendo las guitarras afiladas de Jim
y Steve, antes de llegar momento
soul con “Closer To Heaven” sencillamente perfecta transmitiendo con una
emotividad vocal difícilmente alcanzable para el común de los mortales.
Vuelta la A.O.R. de manual con
una cristalina “Let Love Be The Leader”, que para ser una cara B no está nada
mal, y tiempo para dejarnos la segunda y última pieza del último disco, una “Life
Is A Highway” que sonó muy bien haciéndose un hueco por derecho dentro de un
set plagado de clásicos y hits del grupo, al igual que las también recientes “Crosstown
Train” que resultó de lo más rockcera con ese especial regusto sureño,
enlazándola con otra no menos grande “Wildside”, a la que sucedió una buenísima
“Tough Love”.
Después de un buen rato de ritmos altos
y buenas aportaciones guitarreras, nos relajamos con otra de esas joyas del
A.O.R. que es “Frozen Heart”, elegancia y sentimiento puros que nos volvió
poner la piel de gallina, para meternos otra vez en harina cañera con “All Or
Nothing” y con una sublime “Tough It Out” que nos puso a cantar siguiendo su
tremendo estribillo lleno de fuerza.
Antes de llegar a los bises
todavía nos quedaba degustar una descomunal “That Girl” en la que las guitarras
se combinaron mágicamente con las teclas de Jem, que luego tiró de armónica para adornar parte de la divertida
y una vez más ganadora “Burning My Heart Down” que siempre es uno de los puntos
álgidos de los shows de FM, junto a
su himno “Bad Luck” con el que se despidieron antes de volver sin hacernos
esperar demasiado.
Una vuelta encabezada inicialmente
solo por Overland y Davis para dejarnos una sobrecogedora
interpretación prácticamente a cappella de la preciosa balada “Story Of My Life”
que a alguno le hizo tirar de kleenex y en la que por si el vocalista inglés se
había exhibido poco, ahí acabó de rematar una memorable actuación en la que el
sentimiento inundó la sala. Se unieron para rematar el tema el resto de
miembros del grupo antes de despedirse definitivamente con una gloriosa “Other
Side Of Midnight” que nos dejó a todos con un excelente sabor de boca.
Luego, apenas cinco minutos
después compartieron saludos, fotos y autógrafos con todos los que quisieron
acercarse a ellos, al igual que Electric
Boys, demostrando una accesibilidad, simpatía y humildad que les hace aún
más grandes. Por lo que sabemos la banda acabó encantada y ya están deseando
volver a repetir la experiencia, seguro que los que estuvimos al otro lado de
las tablas también, solo falta fijar la fecha.
Mariano Palomo
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