18 de noviembre 2016.
Sala Silikona
Hace unas semanas a propósito de
la última visita de los británicos Quierboys
en acústico comentaba que no era muy habitual que los artistas extranjeros se
pasaran por España para ofrecer shows completos en este formato. Ahora parece
que se han puesto de acuerdo para hacerlo y el pasado viernes pudimos asistir
al concierto medio enchufado que nos ofrecieron ERIK MARTENSSON y MAGNUS HENRIKSSON,
los dos pilares básicos de una de las bandas más en forma del hard rock mundial
desde hace unos años, los suecos Eclipse.
Así nos juntamos un puñado de
fieles, alrededor de un centenar calculo a ojo quizá algo más, en la sala de
Moratalaz que resultó ser bastante apropiada para este tipo de show, con un
escenario prácticamente a ras de suelo y con la única presencia de dos
taburetes y una mesa central donde se agolpaban las cervezas y las botellas de
agua que se tomaron durante su actuación los dos protagonistas del evento.
Salieron a escena después de una
breve intro enlatada y empezaron diciéndonos que era la primera vez que hacían
un acústico completo como tal, amén de alguna aparición más breve y esporádica
en las previas de festivales como el Frontiers o el Hard Rock Hell, y la verdad
es que pequeños acoples y despistes con algunas letras aparte, lo sacaron
adelante con total solvencia. Desplegando su simpatía habitual Erik y Magnus empezaron con uno de los temas más celebrados de Eclipse, “I Don’t Wanna Say I’m Sorry”
haciendo que los presentes ya empezaran a palmear y a corear con fuerza su
estribillo, ayudando a paliar alguna que otra deficiencia técnica, sobre todo
en la pedalera de Mangnus.
Como decía antes fue un concierto
medio enchufado ya que aunque las guitarras eran acústicas estaban enchufadas y
amplificadas, y así siguieron desgranando temas de su banda principal como “Million
Miles Away” y “To Mend a Broken Heart”, ambas pertenecientes al álbum “Are You Ready To Rock” (2008) y que
sonaron bastante bien, sobre todo la segunda me pareció que era más apropiada
para el tipo de formato elegido.
Siguió calentándose el ambiente
con la más heavy “Blood Enemies” en la que si eché algo más en falta la
distorsión, aunque acabó por ser de las más aplaudidas con Erik dejándose la voz cantando altísimo empezando casi a capela,
para pasar luego a presentarnos un tema de adelanto que se incluirá en su
próximo trabajo que ya están registrando y que tienen previsto poner en
circulación en los primeros meses del próximo año 2017. El tema en cuestión se
titula “Downfall of Eden” y nos pareció bastante interesante con un cierto deje
celta, aunque habrá que esperar a escucharlo en eléctrico para comparar.
A partir de aquí fueron
recordando temas de otros proyectos en los que han participado recientemente,
empezando por dos entrañables recuerdos al LP “Never Too Late” que compuso Erik
junto al tristemente desaparecido Jimi
Jamison (Survivor), el primero en sonar fue la balada “Heaven Call Your
Name” interpretada con enorme pasión por el dúo escandinavo, para pasar luego
en clave más animada a “Everybody’s Got a Broken Heart”.
Pasaron a recordar luego el
proyecto Nordic Union en el que
comparten protagonismo con el vocalista danés Ronnie Atkins (Pretty Maids), con la voz de Erik acercándose a las tonalidades de Atkins siendo más rasgada y cruda, no tanto en la inicial “Hyporcisy”
y más en la más cañera “When Death Is Calling” donde se produjo un simpático
despiste en el desarrollo de su letra por parte de Erik. Más melodía y suavidad para los dos temas que cayeron del
proyecto W.E.T., la fantástica “Learn
To Live Again” y la preciosa “Comes Down Like Rain”, como siempre con el
recuerdo del inolvidable Marcel Jacob
presente y con el público coreando su estribillo a pleno pulmón.
Vuelta a los temas de Eclipse con la eurovisiva “Runaways”
que sonó muy bien, al igual que la apasionada “The Storm” con Erik derrochando emotividad y carisma
recordando a su padre fallecido, pasando después a una animada revisión de “Bleed
& Scream” provocando los oes del respetable, antes de dejarnos un par de
versiones de dos de las bandas que más les han influenciado en su carrera. La
primera fue una espectacular “Prisoners In Paradise” de Europe con la voz de Erik
pletórica bien secundado por Magnus
en el estribillo que se marcó un divertido vacile con algunas notas de “Peter
Gunt” y una breve pieza folkie, antes de una no menos buena “Love Ain’t No
Stranger” de Whitesnake con otra
tremenda interpretación vocal que dudo que a día de hoy pudiera mejorar el
mismísimo Coverdale, según Martensson el mejor cantante de la
historia.
Vuelta a los temas de Eclipse antes de los bises con una
intensa revisión de la balada “About To Break” plena de pasión, para acelerarse
luego con la magnífica “Battlegrounds” con ese rollo a Thin Lizzy-Gary Moore igualmente reconocible en acústico, aunque en
esta ocasión también eché en falta más presencia instrumental, sobre todo de
los redobles de batería que Erik amagó con hacer con la boca.
Se retiraron brevemente para
volver preguntándonos que queríamos escuchar ya que no tenían más temas
previstos como quedó patente con los despistes en la letra de “Wide Open” para
la que contaron con la importante ayuda del público mientras Magnus se peleaba con su pedalera después
de dejarnos un breve guiño a “Innuendo” de Queen,
y luego a “Girls Got The Rythm” de AC/DC
enganchando con una buenísima “Summer Of 69” de Bryan Adams, antes de dejarnos definitivamente ahora sí con una
festiva interpretación de “You Shook Me All Night Long” recalcando que la de
los hermanos Young es su banda
favorita de siempre.
Así se pasaron casi dos horas de
forma muy entretenida, algo complicado teniendo en cuenta la no excesiva
variedad de recursos del formato escogido, y que nos mostró de forma diferente
a la habitual estos dos musicazos, aunque me dio la sensación de que Magnus sobre todo por momentos echaba
en falta la electricidad de su instrumento. Bien por ambos y ya estamos
deseando que publiquen ese nuevo material en el que están trabajando y que
suponemos que vendrán a presentarnos en directo y enchufados.
Texto: Mariano Palomo
Fotos: Diego L. Pérez
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