jueves, 1 de agosto de 2013

GRANITO ROCK 2013

27 de julio 2013. Plaza de los Belgas (Collado Villalba)

Un año más acudimos a nuestra cita ineludible con el GRANITO ROCK, uno de los festivales más auténticos de los que se celebran en el estío ibérico y que en este 2013, a pesar de todas las limitaciones y dificultades propias de los tiempos que corren, volvió a salir adelante con brillantez y solvencia, gracias como siempre con el ingente trabajo de todos los miembros de la organización encabezados por nuestro amigo Jesús Ruiz.
Como siempre la filosofía del festival se mantuvo prácticamente intacta con la participación de los ganadores del certamen de bandas noveles, y en esta ocasión con la incorporación tanto para abrir como para cerrar el evento de dos grupos de versiones salidos del concurso Tragamillas (que une deporte y música) celebrado hace unos meses en la localidad serrana. Creo que es una buena iniciativa, sobre todo situándolas en esta posición a la hora de actuar, ya que los primeros sirven para ir calentando al personal, y los últimos les dan un poco más de fiesta a los que todavía tengan el cuerpo para ello.
Pero por otra parte puede resultar algo chocante el hecho de dar cabida a formaciones sin material propio en un cartel en el que aparte de los grupos invitados ya consagrados, el reclamo principal es el de poder ver las evoluciones de nuevos artistas defendiendo sus propuestas musicales. Siempre que no afecte a este aspecto creo que es positivo y complementa al grueso de las actuaciones, además de ser bastante bien aceptado por el público como pudimos comprobar, pero en el momento en el que limita la participación de bandas del certamen creo que debería replantearse o al menos reducirse a una sola las actuaciones de los grupos de versiones.
Nos plantamos en la Plaza de los Belgas media hora antes de la prevista para el arranque del festival, y nos encontramos sobre las tablas en plena prueba de sonido a que serían los encargados de cerrar prácticamente la velada, los germanos Freedom Call, a los que se les fue un poco la mano con el tiempo de preparación haciendo que la historia comenzara con media hora de retraso que luego se fue arrastrando en parte durante toda la jornada. Eso sí, sirvió para comprobar su simpatía y profesionalidad que luego refrendaron con un gran concierto.
Ya con un interesante número de fieles frente al escenario y tras la pertinente presentación y bienvenida, dedicando el festival al recientemente fallecido Gustavo Franco, guitarrista de Nikotina (banda local que participó en las primeras ediciones del festival), tomaron las tablas SUN DYC. Como decía antes una banda de versiones formada por unos no tan jóvenes músicos de la zona, sobre todo de Moralzarzal, y que arrastraron hasta Collado Villalba a un puñado de paisanos y amigos para darles un calor que en lo climatológico afortunadamente no era excesivo.
Sorprendieron en el arranque con “Enter Sandman” (Metallica), correcta pero algo fuera de onda para lo que teníamos entendido que era su estilo más cercano al rock urbano. Con “Maneras de Vivir” (Leño) y “Pongamos que Hablo de Madrid” (Sabina, versión Porretas) ya se les vio más sueltos y cómodos, sin alardes de virtuosismo consiguieron que la concurrencia cantara y saltara, para seguir la fiesta con “Blitzkrieg Bop” (Ramones) coreada ampliamente con su irredento “Hey Ho, Let’s Go”, y con una también algo desubicada “Song 2” (Blur).
Flojeó la historia con una muy mejorable “The Jack” (AC/DC) que cortó un poco el rollo, para volver a levantarlo con “Hay Poco Rock & Roll” (Platero y Tú) y con una adaptación de lo más divertida y original de “Somos Siniestro Total”, versión del grupo gallego del “Highway to Hell” de AC/DC, y que Sun Dyc rebautizaron como “Somos de Moralzarzal” cediendo el protagonismo al bajista de la banda que la cantó más que correctamente para regocijo de sus colegas.
Terminaron su actuación con “Agradecido” (Rosendo) algo flojita, con otra sorprendente y desconocida para la mayoría “Roadrunner” (Bo Diddley, también popularizada por de The Who) que les quedó bastante vacilona con su “Pí, Pí” del correcaminos, y con la macarra “En Blanco y Negro” (Barricada) cerrando un rato entretenido y buenrollista, aunque bastante limitado técnicamente, todo hay que decirlo. En cualquier caso divertido y apropiado para ir metiéndonos en harina.

Notable rejuvenecimiento en escena para dar paso a los locales THE THOUSAND FACES que con su thrash actual nos dejaron más que sorprendidos tras comprobar el nivel mostrado por parte de estos cuatro chavales de imagen bastante original, dos de sus miembros con una imagen típicamente old school de largas melenas contrastando con la de los otros dos tocados con sendos flequillos-tupés.
Tras el primer impacto visual nos encontramos con una formación arrolladora, técnicamente muy bien dotada, y plena de actitud y descaro propio de su tierna edad que en algún caso no llegaba a los dieciocho años, como la de muchos de sus seguidores que se agolparon en las primeras filas para disfrutar del show. Un show que como comentó el cantante y guitarrista principal Daniel Ayllón, se centró en desgranar íntegramente el primer EP de la banda “Involution” abriendo con la contundente “Helpless Soul”, seguida de la técnicamente pulida “Harvest Your Breath”, ya con buena parte de la concurrencia botando y haciendo pogos en las primeras filas, algo que se está convirtiendo en norma habitual en las citas graniteras.
Primera sorpresa en forma de versión con el clásico de Pantera “Five Minutes Alone” para el que contaron como invitado a la guitarra con Ix Valieri (Zero3siete) que puso su buen hacer a las cuerdas apoyando a su alumno Iván Leria, mientras Alvaro Jack al bajo y Daniel Culebras a la batería marcaban la contundente base del tema lleno de fuerza y groove.
Vuelta a “Involution” con la frenética “Tyrant of Nowhere” donde la voz de Dani Ayllón incitaba con fiereza a un controlado “circle pit” entre el público, calmándose mínimamente el ardor de la chavalería con las notas más rítmicas de “March of the Jackal” que sin tanto desenfreno también les puso a botar, para rematar la faena con otro ataque por sorpresa de la mano de “Davidian” cover de los iconos industriales Machine Head que provocó de nuevo las carreras en círculo y los empujones para soltar adrenalina.
Al igual que sucedió en ediciones anteriores del Granito con bandas como Unsouled o Vita Imana creo que podemos tener un nuevo nombre con futuro prometedor para añadir a las agendas de los seguidores de los sonidos más cañeros, con su juventud si siguen mejorando pueden llegar a dar mucho que hablar, recordar su nombre The Thousand Faces.

Alto, muy alto estaba el listón, y la verdad que no se si por eso mismo, o porque la propuesta musical de la banda siguiente no me atraía demasiado, el caso es que los castellonenses FULLRESITANCE me pasaron bastante desapercibidos.
Lo suyo me sonó a un rock, power pop, nu rock, o como queramos llamarlo que por momentos me recordó a los maños Insolenzia, destacando la participación de dos vocalistas, uno masculino principal y una femenina en segundo plano pero con bastante presencia, y con unas guitarras con la distorsión precisa y remarcada para ser más hard rock que power pop.
La formación levantina creo que no acabó de llegar y conectar con el público en general, aunque también hay que decir que mostraron actitud y ganas convenciendo a un puñado de entregados fans que corearon y arroparon sus temas. Poco más os puedo contar, tuvieron un sonido bastante compacto y limpio, llegaban fácil con los coros, tuvieron bastante presencia escénica, pero no, no me conquistaron.

Después del rato más ligerito con Fullresistance, y ya con la noche cerrada como aliada, llegaba el momento de volver a la caña más brutal de la mano de los bilbaínos UNBREATH. Una formación de death metal melódico de altísimo nivel técnico de la que ya teníamos la referencia de su guitarrista Alex De Benito (ex Vhaldemar) al que conocíamos por su participación con Waldheim, otra de las bandas que más nos sorprendieron hace unos cuantos años ya, descargando todavía en el Parque de las Bombas.
Ahora con Unbreath sigue más o menos por el mismo camino, sin alejarse del estilo, aunque con menos lirismo y más brutalidad, sobre todo por la presencia de la vocalista Neska’Rakore, que en su faceta más fiera podría hacer palidecer a cualquier fornido maromo, pero que también podría enamorarlo con su timbre melódico con el que alternó de forma aparentemente sencilla a lo largo de toda su actuación. Mención especial también para la tremenda y precisa base rítmica formada por el bajista Aitor García, incorporado recientemente a la banda, y por el impresionante batería Javi Lo, una máquina de aporrear con clase y contundencia, para que Alex destripara con técnica y frenetismo a partes iguales las seis cuerdas de su Ibanez negra, apoyando también con algunas voces guturales.
Sin ser el death metal mi género favorito, ni mucho menos, la experiencia acumulada tras tantos conciertos presenciados, hace que uno sepa cuando está delante de algo bueno, y creo que estos chicos del norte no es que sean buenos, si no muy buenos. Reconozco que me cargan las voces guturales, que me rallan los riffs ultra acelerados y chirriantes, que la oscuridad musical nunca me ha llamado la atención, pero cuando las cosas se hacen bien hay que decirlo.
Desde que se plantaron delante de un numeroso y expectante público ya vimos que iban a por todas, sonando tan brutales como nítidos, con el apoyo de algunas teclas grabadas, con una buena puesta en escena jugando ya con la ventaja de poder explotar las luces en mayor medida que sus predecesores, con unos paneles laterales ilustrados por la imagen de la portada de su primer trabajo “My Faith Against Me” y con un amplio telón negro de fondo que, por otra parte, creo que podía haberse utilizado desde el comienzo para darle más empaque y sobriedad a la imagen de todos los grupos.
Desde “Prince of Lies” hasta el tema título de su disco, pasando por “Silent Witness”, “The Third Eye” o “Beneath The Truth” dejaron buenas muestras del miso, para disfrute de sus fans más fieles y de alguno nuevo que seguro hicieron el pasado sábado en Villalba. Buen grupo sin duda, con un enorme potencial que está llamado a ocupar puestos relevantes dentro de los sonidos extremos.

Finalizada la participación de los grupos noveles, Jesús Ruiz salió a escena para presentar a la primera banda invitada, no sin antes pedirnos un respetuosísimo minuto de silencio guardado por todos los presentes en homenaje de las víctimas del terrible accidente ferroviario de Santiago de Compostela acaecido hace unos días, y que también fue recordado por las bandas participantes.

Tras la atronadora ovación que sucedió al silencio, empezaron a sonar los acordes de la intro “AB” que da apertura al último trabajo “El Alma del Verdugo” de SANTELMO. Con la banda tomando posiciones sobre las tablas empezaron a descerrajar las notas de “Ana y El Verdugo”, con un sonido un tanto sucio y embarullado que no hacía justicia a la entrega y nivel que conocemos de los músicos del grupo.
La guitarra de Jero no acabó de brillar como de costumbre, las teclas de José Paz apenas tenían presencia, el sonido de la batería de Iván Ramírez iba y venía, mientras el bajo de Luisma Hernández sonaba con mayor uniformidad, pero sin llegar a donde debería. Por su parte Nacho Ruíz se movía con soltura por el escenario animando continuamente al público y cantando muy bien, abriéndose paso con autoridad entre el pequeño desbarajuste sonoro que se fue arreglando más o menos según fue avanzando el concierto, pero sin terminar de lograr la nitidez deseable.
Casi sin respiro entraron los riffs cortados de “Juicio a la Muerte”, otro de los temas destacados del último disco del grupo que abandonaron temporalmente para recuperar la magnífica “Pídeselo a Dios” de su debut discográfico y en la que Nacho cumplió correctamente enganchando con su clarísimo estribillo, para volver con “La Tempestad” más oscura y tétrica, seguida por “Los Creyentes” que aumentó en ritmo y dinamismo ya con la guitarra más clara llevando el mando, para introducirnos posteriormente en otra fantástica canción como es “Bosque de Hojas Muertas” que fue de las que más me convenció.
Ecuador del show para recordar un tema clave de la extensa carrera de Jero, “Tras las Rejas”, uno de los himnos del heavy metal español parido en la mejor etapa en mi opinión de Saratoga, que fue perfectamente interpretado por Santelmo y recibido con júbilo por los fans que la corearon ayudando a un Nacho que tuvo que tirar de reservas para llegar arriba. Metidos en faena épico-histórica siguieron con “Roma a las Puertas” mi tema favorito de su último disco que también me convenció bastante en directo, al contrario que “Alas Rotas” que se me quedó algo hueca, sobre todo por lo poquito que aparecieron sus teclados, mejorando en la más dura “Hijos de la Madre Tierra” ampliamente coreada sirviendo para dejarnos antes de los bises.
Como era previsible regresaron con “Junio del 44” todo un temazo que por desgracia no sonó tan bien como en otras ocasiones aunque que resultó igualmente intensa con su ramalazo irlandés quedando patente contando su preciosa historia de amor en la guerra. Fin de fiesta total preparándonos para lo que venía a continuación con una correcta y archi trillada versión de “I Want Out” de Helloween que nunca está mal para ser coreada y bailada, pero que me decepcionó un poco como elección sabiendo del amplio gusto musical de los componentes del grupo.
Lo dicho, salí con la sensación de que no tuvieron su mejor día seguramente debido en mayor medida a problemas técnicos y de sonido, pero Santelmo tienen mucho oficio y siempre son interesantes de ver, esperemos que en próximas ocasiones tengan más suerte y/o acierto.

Los horarios se estaban cumpliendo razonablemente bien, pues cuando salieron a escena FREEDOM CALL eran las 01:15 h., es decir, apenas un cuarto de hora de retraso. Un buen rato antes habíamos tenido ocasión de coincidir con el cantante y guitarrista Chris Bay, que tuvo la mala ocurrencia (para él) de salir a darse una vuelta entre el público. En cuanto fue reconocido sufrió el inevitable acoso de peticiones de fotos y autógrafos, demostrando en todo momento una sencillez y una paciencia con los fans dignas de elogio. Nos recordó mucho a su paisano Kai Hansen con su agradable actitud. Venían a presentar su reciente recopilatorio “Aces Of Light 1998-2013”, y todo el repertorio fue extraído del contenido de este disco.
Arrancaron con “Back Into The Land Of Light”, atacando acto seguido la imprescindible “Freedom Call”. El sonido era magnífico, sólo en la primera fila se escuchaba un poco saturado. Fue una sorpresa la ausencia del batería Klaus Sperling. Es curioso que en la propia web del grupo no dice ni una palabra, y sin embargo sí aparecen fotos del suplente, que fue presentado como Romy, o algo así. Chris demostró sus excelentes dotes de showman, bromeando y buscando en todo momento la implicación del respetable. Aunque casi siempre se dirigía a nosotros en inglés, también utilizó las pocas palabras en castellano que conocía para buscar mayor proximidad. Incluso al presentar algunas canciones se puso a enseñar al público el estribillo para que lo cantara con él. No se dio cuenta de que, lo que funciona de maravilla en una sala, no resulta en un festival a tales horas. A veces se hacía pesado, pero la gente supo apreciar su simpatía y sus ganas de agradar respondiendo bastante bien.
El buen humor continuó con las vacilonas “Hero On Video” y “Rock Stars”. Es de justicia señalar que tanto el bajista Samy Saemann como el segundo guitarrista Lars Rettkowitz apoyaban muy bien en los coros. Por el contrario, los teclados estaban grabados, y eso se notó especialmente en “Tears Of Babylon”. Pero el público olvidó rápido, y con la genial happymetalera “Farewell”, se vino arriba de nuevo.
“Hunting High And Low” fue seguida de un solo de batería que duró lo justo para no terminar cansando. Comenzaron tocando “Mr. Evil” a lo reggae, como en el CD extra de “Aces Of Light”, para a mitad de la canción continuar interpretándola en su versión original, aunque al final terminaron alargándola. Tras “We Are One”, en la presentación de “Power & Glory” otra vez Chris se enrolló más de la cuenta, pero eso no impidió que fuera una de las canciones mejor recibidas. Que las gaitas fueran grabadas no pareció importar a nadie. El ambiente fiestero continuó con “A Perfect Day” y “Far Away”, también con sus gaitas enlatadas, tras lo cual llegó la primera y única pausa.
El bis fue muy intenso, con dos temas muy celebrados, “Warriors” y “Land Of Light”, en la que los asistentes botaron como posesos. Salieron a saludar y a regodearse en los aplausos con la melodía grabada en teclado de “Hymn To The Brave”. Aunque eran ya las 02:50 h. la cosa no terminaba allí, faltaba el último acto del festival.

Bien pasadas las 3:00 h. todavía quedaba gente con ganas de fiesta, no demasiada la verdad, pero el caso es que ahí estaban los segovianos ROCK SERVICE para darles un poco más de diversión. Y qué mejor que hacerlo con un puñado de buenísimas versiones escogidas de entre lo más granado del hard & heavy setentero y ochentero, ejecutadas con clase y fidelidad, aunque algo bajitas de volumen, imagino que dada la hora que era tenía que ser así. Arrancaron con la celebérrima motera “Born to be Wild” (Steppenwolf) con el vocalista Darío perfectamente ataviado para la ocasión, pañuelo en la cabeza y chupa de cuero incluidos, animando a los que quedábamos que sacamos fuerzas de flaqueza para disfrutar de un poco más de hard rock de nivel recordando a los clásicos, aunque su voz por momentos quedaba un poco floja y falta de potencia dada la exigencia de los temas escogidos.
Nos llamó la atención nada más empezar el concierto Ernesto, teclista de la banda, que con muchísima presencia y acierto, se movió por el escenario y dio buena caña tanto con sonidos hammond como clásicos, dejando su huella con claridad en la fantástica “Hush” (Billy Joe Royal – Deep Purple) quedando más tímida que no menos correcta la labor de los guitarristas Guss y Toño que sonaron muy bien pero algo bajos, destacando el primero que se marcó unos magníficos solos.
Recuerdo para la Serpiente Blanca con dos de sus imprescindibles “Fool For Your Lovin’” y “Here I Go Again”, me gustó más la segunda que la primera (la verdad es que siempre ha sido así, je, je), para seguir con otro clasicazo como “Hold The Line” (Toto) que sonó con su elegancia y prestancia habituales de nuevo con las teclas y las guitarras brillando, para dar más protagonismo a los coros con “You Give Love a Bad Name” (Bon Jovi) que quedó algo menor y en la que participaron en mayor medida Guss y el bajista McGregor con sus voces.
“Sweet Child o’ Mine” (Guns n’ Roses) sonó bien aunque con un sonido de guitarra ligeramente distinto al original pero igualmente atractivo, para enlazar con otro tema que relanzaron en su momento Slash, Axel y cía. “Knockin’ On Heaven’s Door” (Bob Dylan), con dedicatoria incluida a los fallecidos en el accidente de Santiago especialmente a un vecino de Darío, y que resultó tremendamente emotiva para tranquilizarnos un poco antes de la traca final. Nos mandaron al médico con la entrañable “Doctor Doctor” (UFO), a misa con las teclas rotundas de “Mr. Crowley” (Ozzy Osbourne), a la cárcel con “Breaking the Law” (Judas Priest) y al frente de batalla con “The Trooper” (Iron Maiden), todas ellas, unas más que otras, bien ejecutadas, para abandonarnos brevemente antes de volver a petición popular.
Tras ese momento más heavy, volvieron a territorios más hard con la inevitable “Highway to Hell” (AC/DC) siempre saltada y coreada, seguida tras de un mínimo solo de batería de Borja Bermúdez para dar entrada a “Rock n’ Roll” (Led Zeppelin) algo descafeinada, y por una espectacular “Highway Star” (Deep Purple) de nuevo con la figura de Ernesto a las teclas sobresaliendo, y suponiendo un gran cierre para la actuación de Rock Service y para la edición 2013 del Granito Rock.

Un vez más lo han conseguido, agotados pero con una sonrisa nos volvimos a la Capital del Reino esperando que llegue el próximo año para volver a disfrutar nuevamente con nuestro festival más entrañable.
Aupa Granito!!!
Texto y Fotos: Mariano Palomo
(excepto texto Freedom Call: Nacho Jordán)