miércoles, 27 de julio de 2011

GRANITO ROCK 2011

24 de julio 2011. Plaza de los Belgas (Collado Villalba)

Tras celebrar el pasado año el décimo aniversario de este más que afianzado festival en la sierra madrileña, la edición 2011 del GRANITO ROCK se presentaba con una dosis de incertidumbre importante dados los rumores, cambios y demás circunstancias que lo han rodeado. Tras el cambio de gobierno en el ayuntamiento villalbino con sus correspondientes recortes presupuestarios, muchos se temían lo peor: la cancelación del festival; algo que, además de una tremenda decepción para rockeros y metaleros, hubiera supuesto un inmenso palo a nivel tanto de imagen como de repercusión para la localidad madrileña, amén de las lógicas críticas que hubiera recibido la nueva corporación municipal. Unas críticas que de todas maneras han aparecido por el recorte que finalmente ha sufrido el Granito, teniendo que reducir las dos jornadas habituales a una, y eliminando del cartel al grupo más caro, Gamma Ray, y a otro de los grupos invitados, Porretas (a los que aprovechamos para enviar un fuerte abrazo por la reciente pérdida de su guitarrista Rober).
En cualquier caso el festival ha salido adelante y creo que muy dignamente con un cartel lo suficientemente atractivo como para congregar a la cifra habitual de fieles que año tras año nos damos cita en Collado Villalba para llenar de buen rock y heavy metal las fiestas de Santiago. Además no hay que olvidar que se ha mantenido intacto el espíritu que impulsa el festival, que no es otro que el del certamen en el que se da la oportunidad de mostrar su potencial a los grupos noveles que acaban saliendo ganadores del mismo, y que en esta ocasión volvieron a protagonizar buenas e interesantes actuaciones, llenas de intensidad, descaro y energía.
Se abrió la fiesta con algo de retraso con la salida a escena de los jovencísimos SEÑOR MAMUT, una formación llena de osadía influenciada por los sonidos setenteros y puramente rockeros de clásicos como Rolling Stones, The Who, Led Zeppelin o los propios Leño, para nada heavies como bien dijo su cantante y guitarrista Diego García con una imagen bastante hippie y una soltura impropia de su juventud. Junto a Diego compartió tareas vocales el también bajista Pablo Benet, más estático pero igual de eficaz en su labor, al igual que el guitarrista Guillermo Sánchez que se marcó buenos riffs y solos desde su guitarra tocado con una curiosa chistera, mientras que el batería Hugo Ventura se encargaba de darle solidez y ritmo a los temas con sus baquetas.
En cuanto los temas abrieron con el que da nombre al grupo “Señor Mamut” con Pablo a la voz en un registro más melódico, mientras que Diego aportaba un aire más macarra en otros como la final “Qué Más Da” que ya fue la que más me llamó la atención de las tres que presentaron al concurso y que también lo hizo en directo con su rollo irreverente y rockanrolero con su guiño inicial al “Heartbreaker” de los Zeppelin. Entre medias temas más que correctos, destacando “Muerte” que acabó enganchando por su pegadizo estribillo, completando una buena actuación que quizá a alguno le pilló un poco despistado y aun llegando al recinto con el Sol en todo lo alto.

Tras una mínima pausa en la que no dio tiempo ni a presentarles, aparecieron para descargar su metal actual con toques raperos los combativos AK97. Una banda que estilísticamente me atrae bastante poco por no decir nada, pero a los que hay que reconocerles su buen nivel técnico y su tremenda actitud para hacer llegar a los presentes su reivindicativo mensaje, tratando temas espinosos en sus letras como el de la memoria histórica, el maltrato a los animales, o los incendios forestales que arrasan todos los veranos nuestro país con la directa “España Está Que Arde” con la que el cuarteto mostró su indisimulada devoción por Def Con Dos, al igual que lo hizo en otros temas recordándome también a los angelinos Rage Against The Machine. Correctos e intensos en sus tres cuartos de hora de descarga.

Siguiendo más o menos en la misma onda, pero con un giro de tuerca aun más moderno y metalero les llegaba el turno a los locales THE SKYLINE WAR. Original y muy visual su propuesta, comenzando por una especie de intro de violonchelo al más puro estilo Apocaliptica con uno de sus miembros en mitad del escenario dándole al arco y las cuerdas tras una máscara del personaje de “V de Vendetta” al igual que el resto de los componentes del grupo que fueron uniéndose al show desde fuera del escenario saltando al mismo para empezar la fiesta, incluso en algún caso como el del su vocalista gutural literalmente haciéndolo desde el foso de los fotógrafos para encender a una cada vez más numerosa audiencia que estaba muy por la labor.
Empezaron a meter caña destripando riffs contundentes y líneas vocales marcadas en las que sus dos cantantes mezclaban la agresividad gutural con los registros melódicos obteniendo un resultado original y pleno de fuerza y pegada por la buena labor de su batería y bajista. Al igual que me sucedió con AK97 me pareció que potencial y juventud les sobra al grupo, pero su estilo no me atrae y acabó haciéndoseme un poco largo el concierto, pero por lo visto no pensaron lo mismo un buen puñado de enardecidos fieles que se montaron un tremendo pogo en toda regla frente al escenario, por cierto, muy buena y curiosa la recomendación del vocalista “melódico” advirtiendo “Vamos a hacer el loco, pero con cuidado y con respeto”. Seguramente si me hubiera pillado con unos cuantos años menos los hubiera disfrutado mucho más.
Ya con la noche como aliada llegaba la hora del power metal  en el Certamen. Los primeros en aparecer fueron para dar buena cuenta de ello fueron los getafense-alcorconeros QUINTA ENMIENDA. Una buena banda ya con cierto recorrido a sus espaldas que llegaban para dar cuenta de su power melódico y técnico, pero sin desdeñar elementos progresivos o más contundentes en su sonido. La banda comenzó sonando algo atropellada, sobre todo por el sonido de batería de Iván que se perdía un poco tras las guitarras de Dani y Miguel que corrían más de la cuenta junto al bajo de Sergi.
Afortunadamente fueron pillando el ritmo y acabaron sonando bastante mejor, más compactos y acompasados, con las teclas de Patxi muy presentes junto a la cumplidora voz de Miguel que sin necesidad de subir mucho si resultó acertada para las composiciones del grupo. En cuanto al set siento no poder ofreceros los títulos de los temas que descargaron, salvo el de “Valhalla” una fiel y potente versión del clásico de Blind Guardian con la que hicieron cantar al personal que había estado más expectante que otra cosa hasta entonces. Actuación correcta, con buen nivel musical, pero algo lineal y carente de chispa por momentos, me gustaron más en su actuación hace un par de años en Alcorcón dentro del concierto de homenaje a Javier Gálvez junto a Muro, Saratoga, Mr. Rock y Medina Azahara.

La segunda dosis de power metal vino de la mano de los chicos de THIRD DIMENSION que con su estilo más festivo y dinámico refrendaron las buenas expectativas despertadas tras las escucha de su brillante maqueta “Ray Of Light”. Desde el inicio salieron a comerse el escenario y a fe que lo hicieron, sobre todo con un tremendo cantante como Miguel Angel que no paró de moverse de lado a lado incitando y motivando al público que se entregó sobre todo en las primeras filas al son que marcaba el magnífico “voceras”, sin duda a nivel individual el músico que más me sorprendió de todo el festival. Llegando a unos agudos inverosímiles para muchos, pero sin dejar de lado buenos registros melódicos y tonos medios conquistó la Plaza de los Belgas junto al buen hacer de los guitarristas Alberto y Sergio, bien secundado en los coros por el bajista José, mientras que Javi “Quentin” sacó adelante su trabajo con alguna dificultad más al igual que le sucedió previamente a Iván batería de Quinta Enmienda.
Como decía salieron a matar con “Insane” tema de ritmo arrollador pero melódico a lo Edguy, para continuar con “Heaven Light” y “I’m The Gun”, llegando a uno de los puntos álgidos con la reivindicativa y motivante “Warrior”, toda una apología del heavy metal que fue coreada como merecía, bajando un poco el ritmo que no la intensidad con “Ray Of Light” y “The Colour Of The Sign”. El fin de fiesta vino con el recuerdo para los grandes ausentes junto a Porretas de la noche, Gamma Ray, en forma de versión de “Land Of The Free” en la que Miguel no tuvo prácticamente nada que envidiar a Kai Hansen, para cerrar definitivamente con una sorpresa que hizo botar al personal como fue “Brave New World” de Iron Maiden en la que suplieron algún que otro despiste técnico con una pasión y entrega más que reseñables. Si siguen así acabarán consiguiendo una buena legión de seguidores, seguro que más de uno ya fue reclutado en Villalba.
Pasada la media noche era el momento de volver a disfrutar con uno de nuestros mayores talentos, JORGE SALAN, siempre bien acompañado por unos musicazos como son Fernando Mainer al bajo, Carlos Expósito a la batería y Javi Díez al teclado y guitarra rítmica, éste en su última actuación junto al guitarrista y cantante madrileño. La presencia de Jorge en el Granito era una cuenta pendiente desde hace tiempo que por fin se ha visto saldada en esta edición de 2011, y que creo no defraudó. Desde que tras la pertinente intro sonaron los primeros acordes de “Over The Hills And Far Away” recordando a Gary Moore (aunque a estas alturas todavía algún jovenzuelo crea que es de Nightwish) la cosa empezó a rodar y ya no paró en la hora larga en la que pudimos disfrutar de la clase y categoría de los cuatro músicos.
El set fue muy similar al que ejecutaron hace mes y medio en La Riviera cuando abrieron para Cinderella, cayendo “The Utopian Sea Of Clouds” llena de melodía, al igual que “Fuerza y Aire”, primera que cayó en español, seguida por “En La Tormenta” que cada vez me gusta más luciendo cada uno de los músicos. Unos músicos que, tras la presentación de rigor, se explayaron a continuación con una extensa pieza instrumental que empezó con retazos de “The Pride On Top”, para tomárselo con más calma en la relajada y algo popera para mi gusto “A Tu Lado Caminar” que sigue dejándome un poco a medias.
El repunte no pudo ser mejor con la entrañable “Dedication” de Thin Lizzy que volvieron a bordar, al igual que esa obra de arte que es la virtuosa instrumental “Driving Through The Tunnel”, para tirar de vena más cañera en “Living The Life” que aparecía en la banda sonora de “Rock Star” y que han pedido prestada a Jeff Scott Soto tras acompañarle en su reciente gira europea, haciéndola por primera vez en directo como Jorge Salán, pero que, seguramente por desconocimiento general, no contó con la respuesta merecida por parte de un personal al que ya le empezaban a pesar las horas de fiesta. Para cerrar “Subsuelo” esa fantástica canción llena de feelin y elegancia que Jorge compuso junto a Miguel Ríos hace un par de años suponiendo un magnífico broche para un buen show, pero que se me quedó algo corto.
Y llegábamos al final del festival para comprobar tras un montón de tiempo sin verles en directo cual era el estado de forma de los riojanos TIERRA SANTA. Una banda con la que he tenido experiencias dispares cada vez que les he visto en concierto, desde algunos flojísimos como el de un Lorca Rock tocando después de Scorpions, hasta otros magníficos como el que ofrecieron en Alcorcón hace unos años abriendo para Savia y Mago de Oz en un escenario mínimo distinto al de los cabezas de cartel a los que se comieron literalmente. En esta ocasión su actuación se acercó más a la de Alcorcón, aunque sin llegar al nivel de intensidad y furia de aquella, pero sí con muy buen nivel instrumental y de actitud, muy activos y entregados a un público que prácticamente aguantó el tirón hasta las cuatro de la mañana.
Tras sonar enlatada parte de la banda sonora de “El Ultimo Mohicano”, empezaron con el tema título de su último disco “Caminos De Fuego” bien representado dentro del set, y que ya sonó realmente bien, comprobando que Juanan Sanmartín (Sátira) iba a ser uno de los protagonistas con su teclado, dotando de empaque y encanto al sonido del grupo. Por su parte Arturo y Angel se turnaban a la hora de descargar riffs potentes y solos melódicos, mientras que Roberto con su bajo y el reciente fichaje David desde la batería cumplían perfectamente su labor, sólidos y sin alardes excesivos. “La Sombra De La Bestia”, “Apocalipsis” e “Indomable” acabaron de atrapar al personal que cantaba los temas prácticamente del tirón, para llegar a la novedosa “La Leyenda Del Holandés Errante” que me gustó más incluso que en estudio por su fuerza y ese sonido de teclados perfectamente equilibrado con las guitarras, mientras Angel cantaba muy bien, probablemente la vez que en mejor forma le haya visto. Parte más tendida y relajada con las épicas “El Azote De Dios” con cierto regusto sinfónico, y con la hímnica “Sangre De Reyes”, acelerando en una buenísima “Juana De Arco”, para volver a tranquilizarse con el medio tiempo “Libre” y con una no excesivamente afortunada “Rumbo a las Estrellas” en la que no acabaron de coger el ritmo sonando un tanto deslavazada.
Más referencias literarias con “Otelo” y con la mitológica “Pegaso” y su inconfundible riff, seguida por las menos reseñables “Morir En Pie” y “Ejércitos De Las Tinieblas”, para llegar a la desgarradora “Una Juventud Perdida” en la que brillaron tanto Angel como Arturo con sus guitarras llenas de melodía y sentimiento. Nuevo acelerón con “Arde Babilonia” y “Alas De Fuego” que fue de las más coreadas, al igual que la más hard “Hoy Vivo Por Ti” en la que sobre todo el sonido de los teclados de Juanan recuerda al de sus Sátira. Tercio final del concierto con “Reina De Egipto” y su indisimulable regusto Maiden, secundada casi sin respiro por “Nerón”, para llegar al final con “Un Grito En El Aire” otra de las que mejor respuesta obtuvo. El cierre no por previsible fue menos intenso con los himnos “Legendario”, “Tierras De Leyenda” y la ineludible “Canción Del Pirata” de Espronceda que puso el final a un gran concierto, aunque algo largo y reiterativo por momentos en su dos horas de duración, sobre todo teniendo en cuenta todo el tiempo que llevábamos de festival y que nos dieron las cuatro de la mañana.

Así terminó esta edición del Granito Rock que, a pesar de los pesares, salió adelante con su brillantez y solvencia habituales, algo de lo que debemos felicitarnos todos y dar las gracias a sus organizadores, en especial a nuestro amigo Jesús Ruíz, por su empeño, trabajo y dedicación. El año que viene seguro que volvemos a vernos en el Granito 2012.

¡¡¡Aúpa Granito!!!
Mariano Palomo

miércoles, 20 de julio de 2011

DAMN GANG / CAIDA LIBRE

9 de julio 2011. Sala La Mala (Aluche)


El antaño tradicionalmente rockero barrio madrileño de Aluche volvía a acoger una velada interesante en el que dos jóvenes formaciones ponían en escena su buen hacer para goce del casi centenar de incondicionales que nos dimos cita esta calurosa noche de julio.

Abrieron fuego los chicos de CAIDA LIBRE, un quinteto con chica a la voz de los que apenas conocíamos su nombre y que animaron al personal con una buena selección de versiones de hard rock acompañadas por algún guiño algo más poprockero sobre todo en los dos o tres temas propios que interpretaron, sonando cerca de lo que hacía en su momento La Trampa, salvo uno con cierto regustó sureño que fue el que más me agradó. En cuanto a las versiones abrieron con la enérgica “Fool For Your Lovin’” de Whitesnake, cayendo posteriormente una muy acertada “So Lonely” de The Police que me gustó mucho con especial mención para el bajista y para el batería, una siempre entrañable “Sweet Child Of Mine” de Guns n’ Roses, en ambos con la voz de Merche bastante correcta, sufirendo más en la más exigente pero festiva “Highway To Hell” de AC/DC, y sobre todo en el sobervio medley de Rainbow con el que cerraron haciéndonos cantar los himnos “I Surrender” y “Long Live Rock’n’Roll” con un gran trabajo a cargo de su pareja de guitarristas. Buena selección de temas y buena ejecución haciendo que disfrutáramos en su hora de actuación de un buen rato.

Tras un conveniente descanso aprovechado sobre todo por los fumadores para salir a cambiar de aires, empezó a sonar una callejera intro grabada que anunciaba el comienzo del show de la banda que hizo que nos moviéramos hasta la pequeña y acogedora sala La Mala, lugar escogido para la segunda actuación en directo DAMN GANG. Ya tuvimos la oportunidad hace unos meses de asistir a su debut en vivo de esta joven formación madrileña, y la verdad es que me sorprendió muy gratamente el grado de mejora en cuanto a solidez y ensamblaje de todos sus componentes, más aun teniendo en cuenta que su cantante Roger reside en Barcelona y que sólo habían realizado un par de ensayos.
Tras la mencionada intro salieron a matar con una poderosa versión de “Bathroom Wall” de Faster Pussycat, con una imagen glam rockera impactante y poco usual actualmente sobre todo en chicos con menos de veinticinco años de media, pelos cardados, ojos pintados, laca por un tubo, mallas, pañuelos, y sobre todo una actitud y unas ganas que hace que recuperemos en cierto modo la fe en este rollo macarra y descarado que creíamos prácticamente perdido.
A todo esto, sonando bastante bien, sin ser unos virtuosos ni falta que les hace para hacernos mover contagiándonos su energía y alegría que desprendían desde el escenario, con temas como la celebre “Unskiny Bop” de Poison en la que sobresalieron el bajo de José y la voz de Roger aproximándose bastante a la de Bret Michaels, para mostrarnos a continuación uno de sus temas propios, la afilada “Switchblade Drills” con cierto regusto underground británico de los primeros ochenta, sobre todo en las guitarras de Alex Gray y José Gato, pero con el rollo hard rockero que marca la línea de la banda.
Un rollo que se acentuó con la fiestera “Sex, Sex” en la que mandaron los coros directos a cargo de los dos Josés en su pegadizo estribillo que se mete sin remedio a la primera haciéndo que la coreáramos sin necesidad de pedirnoslo. Más maquillaje y macarreo con la divertida “Leather Boys With Electric Toys” de los angelinos Pretty Boy Floyd que dudo que éstos hicieran mucho mejor en directo actualmente, endureciendo el sonido a continuación con la novedosa “Dead Man” que presentaban por primera vez en directo y que resultó algo más heavy, como lo fue el inicio de la frenética “Wild Side” de Motley Crue en la que Dani con sus dieciocho añitos disfrutó a base de bien desde la batería pegándola a romper mientras Alex se desfogaba son su guitarra, sólo faltaron las Nasty Habits haciendo los coros (a lo mejor para la próxima actuación nos sorprenden, yo tengo un par de candidatas para el puesto, je, je).
Se aproximaba el final con una correcta versión del clásico “Rock And Roll” de Led Zeppelin en la que Roger se empeló a fondo para acercarse a los registros del tema mientras el resto de la banda lo ejecutaba algo acelerado. El cierre para dos temas propios, “Young Heart” llena de rebeldía y descaro, y “We Rock The World” de nuevo con los coros y el estribillo protagonistas en línea hímnica perfecta para el directo haciendo cantar de nuevo a los presentes que disfrutamos como enanos.
Sobre todo los que ya tenemos una cierta edad rejuvenecimos unos cuantos años para volver a descubrir por qué a día de hoy todavía este rollo hace que nos movamos y apasionemos como entonces. Los culpables esta “Pandilla Maldita” que prometen y mucho si siguen en esta línea de entrega, frescura, ilusión y actitud, además de ser capaces de componer más temas tan buenos como los que ya tienen, puliendo las lógicas carencias técnicas propias de su escasa experiencia. Si así lo hacen creo que el futuro es suyo y podremos tener nuevo grupo de referencia para nuestra necesitada escena hard rockera, de momento con sus dos conciertos ya se han ganado nuestra atención y respeto. Ya podéis seguir haciéndolo bien porque os vamos a marcar de cerca.
Texto: Mariano Palomo
Fotos: Ana Ouro

martes, 19 de julio de 2011

ÑU

8 de Julio de 2011. Auditorio Parque Paraíso. Fiestas de San Blas. Madrid

Teníamos muchas ganas de ver de nuevo a ÑU en Madrid. La última vez había sido nada menos que en Noviembre del 2006, cuando grabaron su DVD en directo. No sabemos si habían vuelto a actuar en la capital desde entonces, pero de ser así no nos había llegado noticia. El lugar además era magnífico. Un auditorio no demasiado grande, comodísimo para conciertos, al aire libre pero completamente cubierto, con una pequeña cuesta que permite que los de atrás lo vean todo perfectamente, y con servicios y todo. Un recinto infrautilizado para sus grandes posibilidades. Y que estaba lleno hasta las cejas.

Con sólo 15 minutos de retraso Molina arrancó sin contemplaciones con “Animales Sueltos”, atacando sin pausa “No Hay Ningún Loco” y “La Granja del Loco”. Como siempre, nuestro flautista no para y su forma física parece excelente. Esta visto que jamás engordará y que el tiempo para él discurre más despacio que para el resto de los mortales. Como casi siempre que se toca en sitios abiertos, el sonido es perfecto. De la banda que se acompaña, sólo conocemos a Bumper en la batería. El guitarrista es Nacho de Carlos, el bajista Ramón Álvarez, y en las teclas Peter Mayr. Todos muy buenos, pero destaca especialmente el teclista, una especie de Panorámix¸ un venerable ancianito que se deja bien largo su canoso pelo. Y qué ganas echaba el tío. Tenía dos pianos, uno enfrente del otro, y dándose la vuelta continuamente, utilizaba el que mejor requería cada momento. Jamás hemos visto tocar las teclas con tanta energía, en varias ocasiones estuvo a punto de tirarlo todo.
Con “Preparan”, que intercalaron con fragmentos de “Cuentos de Ayer y de Hoy”, comenzó lo que iba a ser dos constantes en la actuación, un montón de medleys e interpretar los temas sin voz, sólo de forma instrumental. Por ejemplo, después de “El Juglar”, en “Títeres” José Carlos no llegó a cantar. Le tocó el turno a “Viejos Himnos para Viejos Guerreros”, y después otro instrumental. Una gran sorpresa fue recuperar “El Hombre de Fuego”, pero para sorpresa lo que vino después, pues tocaron “La Bailarina” en acústico, con Molina empuñando la mandolina. Sencillamente genial. Cuando sonó “Manicomio” sin nada de voz ya empezamos a mosquearnos, nos pareció un poco raro. Un rato de pausa con la aburrida “Serafín”, segunda y última representante del nuevo disco. “Tocaba Correr” recuperó el entusiasmo, para acto seguido sorprendernos de nuevo con un medley de música de películas del oeste. Con “El Tren” ya fue el delirio, pero a partir de ahí las cosas se empezaron a torcer. “De Fiesta”, que vino intercalada con el estribillo a flauta de “Smoke In The Water” y de un solo de Bumper, vino seguida de otro solo de teclados, aunque acompañados de batería y bajo. Después “Entrada Al Reino” y “A Golpe de Látigo”, pero una vez más sin voz. Como vemos durante muchísimos minutos se abusó de canciones exclusivamente instrumentales y de solos, lo que ya daba mucho que pensar. ¿Tiene José Carlos problemas vocales que intenta disimular? El caso es que cuando cantaba no daba ningún síntoma de fatiga y lo hacía muy bien. Pero ante un repertorio tan extraño resulta difícil no sentir desconcierto. En cualquier caso, nos olvidamos con “Sé Quién” y sobre todo con “El Flautista”, que dieron paso al bis.
Volvieron al escenario con otro (¡sí, OTRO!) instrumental, en el que Molina ni apareció, para cerrar definidamente con “Más Duro Que Nunca”. Dos horas en total. Al finalizar había cierta división de opiniones. Los que nunca habían visto a Ñu salían contentos, pero los que les hemos disfrutado otras veces no podíamos evitar sentir que habíamos asistido a conciertos mucho mejores. Esperemos que todo sea un experimento de nuestro loco favorito y que su voz siga tan en forma como siempre.
Texto: Nacho Jordán y Marta Bailón
Fotos: J. L. Martín