martes, 27 de septiembre de 2016

FESTIVAL ROCKTIEMBRE

BURNING / BARÓN ROJO / ASFALTO / ÑU / TOPO / COZ
17 de Septiembre de 2016. Plaza de toros de Las Ventas. Madrid
No vamos a perder el tiempo rememorando lo que fue el ROCKTIEMBRE original en el año 1978. Por todos es sabido los grupos que participaron, que fue en la plaza de Vistalegre, que la mayoría de la gente entró sin pagar… etc., etc.. Todo eso ya lo conoce prácticamente todo el mundo y no merece la pena malgastar espacio y tiempo. Sí recordaremos que no es la primera vez que se celebra un festival que quiere revindicar el legado de aquel evento. Hace ocho años se quiso aprovechar el 30 aniversario para montar otro que se llamó Nos Va La Marcha, igual que el título del disco y el vídeo que se editaron del Rocktiembre original. Nuestros lectores todavía pueden leer la crónica si escarban un poco, está en el archivo de conciertos entre Junio 2008 y Diciembre de 2010. En aquella ocasión, que no estuvo nada mal, falló que la mayoría de los grupos y músicos no eran los mismos de la primera vez, y algunos ni siquiera eran de su misma generación. Nunca llegó a aparecer el DVD que se anunció. Y fue una pena, porque al ser un festival gratuito resultó muy fácil congregar gente. El desafío esta vez era mucho mayor, llenar la plaza de Las Ventas. Y vaya si se consiguió. Lo que ahora vamos a relatar no es más que un triste adelanto.  La mejor crónica vendrá cuando se publique el DVD que estaban grabando, sin escatimar en el número de cámaras.
A COZ le tocó el siempre difícil papel de abrir fuego. Tuvieron que arrancar a una hora muy incómoda, las 18:00, y además sin poder permitirse ni un momento de retraso. Ante su sorpresa, la plaza ya estaba casi llena. Ayudó mucho la meteorología, el día estaba nublado y por eso la gente entró mucho antes. En caso de haber sufrido un sol de justicia, la mayoría habría estado buscando cobijo en los bares. Trajeron a unas coristas que apoyaron muy bien a Juan Márquez. Se les vio contentos y motivados, sobre todo al comprobar que estaban disfrutando de un sonido más que bueno. Las cuatro primeras bandas sólo podían tocar 55 minutos, así que no se complicaron demasiado y la mayoría del repertorio fueron sus clásicos más conocidos, como “Leche En Polvo”, “Te Persigue Un Cow-Boy”, “Más sexy”, “Las Chicas Son Guerreras” o “Imagínate”.
A diferencia de sus predecesores, TOPO sí tenía un disco reciente que podrían haber aprovechado para dar a conocer. Pero no cayó ninguna canción de “El Ritmo De La Calle”. En vez de eso prefirieron ir a lo seguro y también se centraron en los temas antiguos, que es lo que la gente quería. Composiciones inmortales como “Marea Negra”, “Blues Del Dandy” o “Vallecas 1996”. El sonido continuaba siendo de primera, nadie se podía quejar. La gran sorpresa de la noche fue sin duda “Días De Escuela”, todos esperábamos que la tocaría Asfalto, y no Topo. El final llegó con “Mis Amigos Dónde Estarán”, muy coreada y aplaudida.
El arranque de ÑU con "Preparan" fue desalentador. Hasta ese momento el sonido había sido muy bueno, pero ahora la música se oía de forma bastante opaca. Ni siquiera nos dio tiempo a preguntarnos lo que sucedía. En menos de un minuto estaba solucionado, y todo fue una falsa alarma. Molina se trajo de nuevo a las dos coristas que ya son habituales, Cristina Lubián y Eva Reina. Se le veía muy contento por ser la primera vez tocaba en Las Ventas y por la gran respuesta del público. Tampoco se complicó con el repertorio, y fueron desfilando “No Hay Ningún Loco”, La Granja Del Loco”, “Fuego”, “Ella” y “Sé Quién”. Con “El Tren” y “El Flautista” contaron con la siempre gratificante presencia del violín de Judith Mateo. Con “Más Duro Que Nunca” se terminaron los 55 minutos, pero José Carlos lo estaba pasando tan bien que fue el único que quiso saltarse el tiempo asignado. Con el sonido cortado, pero negándose obstinadamente a marcharse del escenario, como solución intermedia le permitieron cantar los primeros fragmentos de “Tocaba Correr”.
La actuación de ASFALTO pasó por dos etapas muy bien diferenciadas. En aproximadamente la primera mitad, metieron la pata abusando de los solos y de los fragmentos instrumentales. Las canciones parecían que no iban a empezar nunca, tardaban minutos y minutos en arrancar. La gente no se movía, el fantasma del aburrimiento se iba haciendo presente. Pero todo fue solucionado como por arte de magia con “Días De Escuela”. Nadie se esperaba que después de Topo ellos también la fueran a tocar. Qué tendrá esta canción, que siendo tan pausada y tranquila es capaz de resucitar un muerto. La recta final fue totalmente rodada con piezas del calibre de “Rocinante”, “Es Nuestro Momento” y “Capitán Trueno”. ¿Quién puede resistirse a eso?
Cuando BARON ROJO comenzó con “Rockero Indomable” nos sorprendió lo malo que era el sonido. Había partes de la batería que no se oían. Con lo bien que se había escuchado todo hasta ese momento. Algún manazas tocó lo que no debía en la mesa de mezclas. Si con Ñu  se había arreglado tan fácilmente, ¿por qué con Barón no podían hacer lo mismo? Con el paso de los minutos algo se fue corrigiendo, pero nunca se llegó a disfrutar de lo bien que habían sonado los demás. Tuvieron muy mala suerte. Pero pareció no afectarles mucho. En tantos años les hemos visto sufrir contratiempos mucho peores, y saben mantener la calma en los momentos difíciles con su gran profesionalidad. Y siempre cuentan con la ventaja que les dan sus grandes himnos, como “Chica De La Ciudad”, “Incomunicación”, “Hermano Del Rock and Roll”, “Con Botas Sucias” o “Satánico Plan (Volumen Brutal)”. Otra de sus armas es estar acostumbrados a tocar ante grandes audiencias, con lo cual el nerviosismo está totalmente neutralizado. De hecho, creo que Carlos y Armando eran quizá los únicos que habían tocado anteriormente en Las Ventas. El mayor problema fue elegir el repertorio. Sólo contaban con cinco minutos más que sus cuatro predecesores, y sabíamos que esta vez nos quedaríamos con las ganas de escuchar muchas. Hasta que terminaron no nos dimos cuenta de que faltaron “Los Rockeros Van Al infierno” o “Barón Rojo”. Anteriormente estábamos demasiado ocupados botando con “Resistiré” y “Cuerdas De Acero”, con la que cerraron.
La entrada de BURNING fue el único retraso de la noche. En vez de los cinco minutos de los demás, ellos tardaron un cuarto de hora. El motivo era bastante simple. Mientras El Pirata y Mariskal simulaban pinchar música y animar a la gente, en realidad en la mesa de sonido debían estar intentando luchar para que el desaguisado de Barón Rojo no se repitiera. Y la verdad es que lo consiguieron. Pero eso no evitó que un sector del público empezara a marcharse de forma paulatina. Eran ya más de las 23:00 y después de cinco horas no fueron pocos los niños que estaban reventados. Tampoco podía decirse que Burning encajasen del todo con el resto de bandas, y para los más heavies no tenían mucho aliciente. Johnny Cifuentes preparó su actuación de forma muy cuidada. El escenario se vio invadido por coristas y por instrumentistas de viento. Su error fue  meter la friolera de cuatro canciones de su último disco, que por supuesto muchos no conocían. Sólo gracias a clásicos como “¿Qué Hace Una Chica Como Tú En Un sitio Como Este?”, “Esto Es Un Atraco” o el remate final “Mueve Tus Caderas”, supieron mantener el interés de un público que no era el suyo. Como fin de fiesta todos los grupos se amontonaron para tocar “Sábado En La Noche” de Moris.
No faltaron voces que pidieron repetir el Rocktiembre en 2017. Lamentamos no estar de acuerdo. Es preferible dejar algún año de descanso para volver a crear expectación. Si se abusa demasiado de algo que sale bien, puede provocar el cansancio del público. Pocos se acordarán ahora del festival Monstruos Del Rock De Akí, que hace más de 20 años también comenzó en Las Ventas y… ¿cómo acabó? De momento disfrutemos cuando se edite el DVD. De volver a organizar algo parecido que produzca el mismo exitoso resultado, siempre habrá tiempo.
Texto: Nacho Jordán
Fotos: Andrés Horrillo

lunes, 26 de septiembre de 2016

METAL LEGEND

10 de Septiembre de 2016. Sala Hebe

Tras una temporada sin muchas noticias de la banda de versiones METAL LEGEND, parece que ahora están teniendo una actividad en directo más intensa. Después de más de un año sin tocar en la capital, volvían a casa en el siempre entrañable escenario del Hebe.

Arrancaron de forma muy inteligente con “You Shook Me All Night Long”. Con semejante temazo ya te metes en público en el bolsillo desde el comienzo. Tras la euforia inicial llega el análisis sereno, y con “Más Duro que Nunca” de Ñu, y la festiva “Living After Midnight” de Judas, podemos ver que los cuatro han mejorado mucho y suenan perfectamente conjuntados. Nacho, el vocalista, nos decía antes de empezar que la verdadera locomotora del grupo es el batería Miguel, pero eso no significa que los demás hagan mal su papel. El bajista Héctor y el guitarrista José Feijoo cumplen perfectamente y todos están muy bien cohesionados.
En “Vicio” sube al escenario Sara Jordán, hermana de Nacho, quien ya colaboró con ellos en otras ocasiones, y  se alternan las estrofas de la que quizá sea la canción más conocida de Reincidentes. De momento no vemos temas nuevos, pues detrás vienen “Carry On” de Manowar y “El Tren”. ¿De Ñu o de Leño? Nacho dice al presentarla que ellos mismos no lo tienen claro. Pese a la ausencia de flauta, su interpretación nos parece más próxima a la de Ñu.
Siempre nos dicen que para que un grupo de versiones no termine aburriendo es importante introducir novedades. Y por fin llega la primera, “I Am A Rebel” de Accept, En vez de limitarse a clavarla, la alargan un poco y la introducen toques personales. Pero lo más llamativo es que participa una nueva corista, Blanca López. Después viene una racha de caña pura con “Sombras En La Oscuridad” y la magistral “Run To The Hills”, una de las más aplaudidas. Sara vuelve para a cantar a medias “Cueste Lo Que Cueste”. No podía faltar Gamma Ray, y a continuación viene “Heaven Can Wait”. La garganta de Nacho no da síntomas de fatiga, y finaliza “Autopista” con los impresionante aullidos de la versión en estudio. Tras “Last Caress”, que quedó más parecida a la de Metallica que a la de Misfits, tenemos otra ración de Barón Rojo. Sara sube de nuevo para “Siempre Estás Allí”, pero no apoya en los estribillos ni canta en algunos fragmentos, sino que la interpreta entera. Nacho sólo la ayuda en los coros de la recta final. Dio la impresión en algún momento de que no la tenían muy ensayada, pero aun así quedó muy original este himno de nuestro rock con voz femenina.
Tras la siempre bien recibida “Breaking The Law” tenemos una nueva sorpresa. Sara otra vez interviene en “Blanco Y Negro”. Pero cuando la canción parece que finaliza, empieza a sonar “Todos Mirando”. No la terminan, y a continuación vienen dos fragmentos de “No Sé Qué Hace Contigo” y de “Balas Blancas”, acabando el medley de Barricada de nuevo con el estribillo final de “Blanco y Negro”. A continuación finalizaron esa etapa de la actuación con un tema que nunca falla, la segunda entrega de AC/DC de la noche, “Highway To Hell”.
Tras el bis sigue la onda fiestera con “We´re Not Gonna Take It” de Twisted Sister. José tuvo la ocurrencia de bajar su pie de micro a la pista para que el público se animara a participar, pero no resultó ser una buena idea, porque algunos de los que se lanzaron sobre el torturado micrófono no habían nacido precisamente para cantar. Una vez rescatado el instrumento, Blanca subió de nuevo para ayudar en “I Want Out”, una canción en la que todas las voces de apoyo son pocas. El fin de fiesta iba a ser la última dosis de Obús, con “Vamos Muy Bien”, pero ante la insistencia del público, que parecía no cansarse nunca, tuvieron que volver y atacar “Paranoid” de Black Sabbath. La gente seguía pidiendo más, de modo que rizaron el rizo con una versión de una versión, el “Véndemelo” de Manolo Kabezabolo. En vez de tocarla igual que el original de Judas y limitarse a cantar en castellano, la aceleraron dándole un toque punkarra que la dejó casi irreconocible. Y de paso subieron Blanca y Sara para armar más ruido y despedirse. Así llegó el final definitivo de esta noche de rock y diversión.
Texto: Ángel Santos
Fotos: Marta Bailón e Iván Diez

sábado, 24 de septiembre de 2016

Y&T

22 de septiembre 2016. Sala But

Nueva cita con los fieles madrileños de una de las figuras que mejor han sabido aguantar el paso del tiempo dentro del hard rock mundial, el señor Dave Meniketti, o lo que es lo mismo Y&T. Una vez más la banda californiana fue acogida con el calor habitual del público capitalino que prácticamente llenaba la céntrica sala But a pesar de que el precio de la entrada no era precisamente barato y de celebrarse el concierto en mitad de la semana laboral.
Así pues una vez puestos en situación, llegaban las nueve menos cuarto de la noche y el cuarteto norteamericano pisaba las tablas entre la ovación general dándonos la bienvenida con la más que apropiada "On With The Show", sonando poderosos y melódicos pero sobre todo transmitiendo un enrome feeling que prolongaron durante su alrededor de dos horas de actuación siempre comandados por el gran Meniketti que está mejor que nunca, cantando magníficamente y tocando la guitarra con una capacidad para emocionar como pocos pueden hacerlo, muy bien secundado por John Nymann en la otra guitarra.
Continuaron con la siempre acertada "Lipstick and Leather" en la que se dejó notar la última incorporación al grupo, el bajista Aaron Leigh fichado recientemente para sustituir a Brad Lang retirado de los escenarios por sus adicciones. En cualquier Leigh caso no pareció para nada un recién incorporado formado una notable base rítmica con el batería Mike Vanderhule que sin necesidad de perderse en filigranas sigue confirmándose como una garantía de solidez y precisión a las baquetas.
Más temas del LP "In Rock We Trust" (1984) con el himno "Don't Stop Runnin'" que sonó algo más dura de lo habitual con un afiladísimo solo de Meniketti siendo coreada con fuerza en su estribillo por parte de todos los presentes, que nos relajamos un poco con la más pesada "Dirty Girl" primera referencia al magnífico "Earthshaker" (1981). 
Volvieron a hacernos corear en la indispensable "Mean Streak" mientras seguían alternándose la Les Paul y la Stratocaster en las manos del maestro de ceremonias que no perdió apenas tiempo entre tema y tema, una de ellas para recordar a Leonard Haze batería original del grupo recientemente fallecido antes de atacar con la cruda "Down n' Dirty" que pasó algo más inadvertida al igual que "Don't Break Me Down" una de las cuatro que cayeron pertenecientes al último disco en estudio de la banda "Facemelter" (2010).
A continuación y a petición de algún fan nos regalaron una maravillosa "Winds Of Change" que no aparecía en setlist y en la que se lució un apasionado Meniketti que maneja como nadie la intensidad de los temas lentos, para seguir con una poderosa "Blind Patriot" en mi opinión el mejor tema de su última remesa que sonó potentísimo con su claro estribillo igualmente acompañado por el respetable, antes de llegar a uno de los momentos álgidos para mi gusto cuando interpretaron "I'll Keep On Believing" que no es de las más habituales en sus repertorios y que me supo a gloria con su inmensa melodía vocal.
Momento para los clásicos indispensables más cañeros como "Black Tiger", puro poderío, al que sucedió otra impresionante "Midnight In Tokyo" que comenzaron de forma lenta antes de romper y ponernos a botar, para seguir con la marcadamente rítmica "Take You To The Limit" luciendo la precisión a los tambores de Vanderhule que continuó siendo protagonista en los redobles palmeados y coreados de la áspera "Hang 'em High" que precedió a una mágica "I Believe In You" pedazo de baladón con explaye guitarrero de Mr. Dave volviendo a ponernos los pelos de punta.
El tiempo pasaba volando y nos acercábamos al final con la festiva "Contagious", único recuerdo para el disco homónimo de 1987 entre la que colaron un breve solo de batería además de cambiar el original de guitarra haciéndolo algo más largo, dejando luego más protagonismo a las voces y las melodías con la siempre divertida "Summertime Girls" que fue muy coreada, como la más heavy "Rescue Me" pura contundencia y clase, para despedirse antes de los bises con la más reciente "I'm Coming Home" que ya se ha ganado un hueco por derecho propio.
Y para la vuelta a escena nada mejor que "Open Fire" adrenalina en estado puro que se desbordó por completo con una excelsa interpretación de la icónica "Forever" que no por previsible deja de resultar mágica e indispensable en cada show de los de San Francisco. Cierre perfecto para un concierto que tardaremos en olvidar de una banda y sobre todo de un músico como Dave Meniketti que siempre es una garantía total de calidad y entrega resultando una cita ineludible para todos sus seguidores.
Texto: Mariano Palomo

Fotos: Diego L. Pérez