miércoles, 25 de septiembre de 2013

UZZHUAIA

21 de septiembre 2013. Sala Siroco

Difícil disyuntiva la que se nos planteaba el pasado sábado a los seguidores del hard rock en Madrid. Nada menos que cuatro eventos de nivel se celebraban en la capital del Reino ese mismo día haciendo difícil la decisión de por cual de decantarnos ya que todos ellos tenían lugar prácticamente a la misma hora. Intentando cubrir el mayor número posible de ellos conseguimos estar en tres de las citas, la crónica de Wigelius en la sala Charada a cargo de Eva Montes ya la podéis leer en esta misma sección y en breve esperamos poder ofreceros la de Leyenda, Antigua y Save Us en Caracol de la mano de Nacho Jordán.
Finalmente un servidor junto a un puñado de amigos nos decantamos por el hard más desnudo y crudo de una de mis grandes debilidades desde hace unos años, los valencianos UZZHUAIA que siempre son apuesta segura en directo. Hasta ahora sólo había disfrutado de su buen hacer en formato eléctrico y tenía mucha curiosidad por ver como se lo hacían en acústico, y ciertamente el resultado no pudo ser más satisfactorio. Sí, siempre se echa en falta la distorsión en algunos momentos, pero por el contrario descubrimos nuevos sonidos en algunos temas que resultaron tanto o más atractivos que como los habíamos escuchado hasta entonces.
Tras un retraso de tres cuartos de hora sobre lo anunciado, habitual por otra parte en la Sala Siroco, tras pasar entre el respetable se plantaron en el escenario los cinco responsables de que nos diéramos cita más aproximadamente un centenar de fieles y amigos que disfrutamos, cantamos y bailamos con ellos dentro de una actuación extensa, dinámica y llena de ritmo, en absoluto monótona como pueden llegar a ser los conciertos acústicos.
Aunque realmente fue un poco “falso acústico” ya que no se limitó a un simple show de voz y guitarras acústicas, el bajo eléctrico de Alavaro Monteagudo se dejó sentir junto a la batería de José Luis García, menos rotunda de lo habitual lógicamente pero siempre presentes. También se colgó la acústica alternando con el teclado en algunos momentos el vocalista Pau Monteagudo, todo carisma y personalidad, dejando claro que hoy por hoy es una de nuestras mejores apuestas vocales. Siempre bien apoyado por los coros de su hermano Alvaro y de los guitarristas Izzra Ferrer y Alex Simón que hicieron un fantástico trabajo pulsando y rasgando las cuerdas de sus guitarras, tirando incluso de eléctrica en algún momento el primero.
Este acústico servía sobre todo para presentar en sociedad su último y brillantísimo trabajo en estudio “Santos & Diablos” recientemente aparecido y del que nos dejaron cuatro temas ya coreados y espectacularmente recibidos por los presentes a pesar del poco tiempo que llevan circulando, ya estoy deseando ver la que se va a montar cuando vuelvan en marzo para presentarlos en formato eléctrico, puede ser la bomba.
Para rodear a estas canciones más recientes dieron un recorrido amplio por toda su discografía, comenzando por “La Flor y La Guerra” uno de esos temas grandes de su álbum “Destino Perdición” (2008) que fue del que más tocaron y que ya nos empezó a transmitir la clase y energía que estos chicos saben sacar en cada una de sus actuaciones. Continuaron con una intensa “13 Veces Por Minuto” que me convenció más de lo que recordaba, para desembocar en el primero de los temas nuevos “Una Historia Que Contar” que sin su marcada distorsión original fueron capaces de descargar con igual ritmo y capacidad de enganche, siendo fuertemente coreada.
Tuvieron el detalle de recuperar para los más acérrimos del grupo, que creo que éramos prácticamente todos los presentes, una fantástica “Miedo”, tema que apareció como extra en la edición vinilo de “Destino Perdición” y que funcionó perfectamente con su cadencia lenta y atormentada, al igual que la más acelerada “Ante La Tempestad”, subiendo la temperatura aún más con “Baja California” que sonó espectacular, bajando de nuevo el tono con “En Ciernes” otra de las nuevas que lleva camino de convertirse en imprescindible.
Se remontaron a su primer larga duración “Diablo Blvd.” (2003) para subir de nuevo el ritmo con “Viaje Sin Fin” perfectamente vigente, al igual que la tremenda “Desde Septiembre” pegadiza y resultona como pocas en cualquiera de sus versiones, plena de actitud y descaro una vez más, como la macarra “Santos & Diablos” cantada a grito pelado por todos quedándosenos en la cabeza sin remisión. Entre medias de tanta adrenalina contenida momento increíblemente sentido con “La Otra Mitad” enorme tema para el que Pau se puso tras el teclado creando una intensidad y un climax enormes.
Se acercaba el final con “El Resplandor” cambiando el rubio vocalista el teclado por la acústica, como hace en su versión de estudio para darle un aire western sureño fantástico marca de la casa para cerrar antes del momento Club de La Comedia a cargo de Izzra con el himno “Blanco y Negro”, tremendamente festejado como no podía ser de otra manera.
No se hicieron mucho de rogar y atendiendo a las peticiones populares nos regalaron la no prevista “Nuestra Revolución” perfecta para hacernos levantar las manos y gritar su estribillo para acabar de rematarnos con “Destino Perdición” y “Magnífico Fracasado”. Cualquiera diría que aquello era el final de un show acústico viendo la cara de satisfacción y entrega de los presentes a un lado y otro del escenario, muy superior a muchas descargas eléctricas.
En definitiva un concierto divertido, dinámico, sin apenas concesiones a la galería ajenas al material propio salvo algún mínimo guiño a Guns n’ Roses, sonando magníficamente y refrendando por si quedaba alguna duda el gran nivel de estos cinco chicos. Definitivamente creo que acerté con mi elección, mucho Uzzhuaia.
Texto: Mariano Palomo
Fotos: Diego L. Pérez

RISING (Tributo a Rainbow)

19 de septiembre 2013. Sala We Rock

De un tiempo a esta parte proliferan en nuestra geografía las bandas tributo o de versiones (síntoma de nostalgia, respeto a los clásicos o de falta de creatividad de nuestros músicos, vaya usted a saber, supongo que un poco de todo). Las hay que, con mayor o menor acierto le dan un enfoque distinto a los originales, otras que se limitan a calcar sus composiciones de forma más o menos correcta pero aportando apenas alma, cuando no las destrozan sin más, pero también hay unas cuantas elegidas (Tutto Toto, Rock & Roll Band o The Bon Scott Band se me vienen ahora a la cabeza) que respetando el legado de los grandes son capaces de revivirlo manteniendo su esencia haciéndonos revivir los mejores tiempos de nuestro rollo. El pasado día 19 tuvimos la suerte de poder disfrutar por primera vez en Madrid de una de ellas, RISING.
A la vista de su nombre evocando a uno de los discos de la banda a la que homenajean (de los más grandes de la historia del rock, tanto “Rising” como Rainbow), y de los músicos que la forman teníamos pocas dudas de que estábamos ante algo grande. Esto se palpaba en el magnífico ambiente generado antes del inicio del show, con una entrada más que considerable para ser un día laborable previo a un fin de semana repleto de oferta musical en directo en la capital, y con una abundante presencia de músicos y fans de siempre de Rainbow que nos juntamos para disfrutar de una fantástica actuación.
La verdad es que daba casi igual el repertorio que eligieran, creo que Rainbow es una de las pocas bandas que no tienen un solo tema de relleno en ninguna de sus épocas, pero es que además los cinco musicazos que componen Rising tuvieron un gran gusto a la hora de elegir las canciones a interpretar. Inevitablemente siempre se nos quedará alguna fuera que nos hubiera gustado escuchar (“Street Of Dreams”, “Magic”, “A Light In The Black”, “All Night Long”, “Can’t Happen Here”, en fin, por dar ideas para la próxima).
Aunque por el contrario nos encontramos con una esplendida ejecución de otras canciones quizá menos previsibles, como la majestuosa “Eyes Of The World” que dio apertura al concierto. Desde que empezó a envolvernos con el sonido de sus teclas de la mano de un inspiradísimo Giovani Tradardi (Tete Novoa Band) entramos en una especie de trance que se fue prolongando en todos y cada uno de los temas creciendo en intensidad y clase sin apenas descanso.
Con esa primera andanada ya vimos como se las gasta en directo el señorito Ronnie Romero (ex Santelmo, ex Nova Era) capaz de ajustarse a las exigencias marcadas por cantantes tan inmensos como Graham Bonnet, Joe Lynn Turner o su tocayo Dio, pero dándole su personalidad propia, no siendo un simple clon. Así en “The Man On The Silver Mountain” rasgó más su registro tirando de poderío para dar cumplida réplica a los acordes que exprimía uno de los guitarristas más grandes de España, Don Armando De Castro, que desde su Fender Stratocaster rindió pleitesía al mago Blackmore.
No se quedaron atrás en su labor otros dos de los mejores músicos de nuestro país, el versátil y siempre brillante batería Andy C. (Saratoga, ex Dark Moor), y el inquieto bajista Gorka Alegre (Barón Rojo, ex Ñu) que tengo entendido es el alma mater de esta sugerente aventura como de otras muchas en las que se ve involucrado habitualmente.
Los cinco sonando de impresión, rotundos, sólidos, compactos, disfrutando y haciendo disfrutar a los presentes, creo que pocas veces he visto sonreír tanto en un concierto a Armando y a Andy, haciendo que cada momento fuera especial. Desde el ritmo vacilón y rockanrolero de “Starstruck”, con sus magníficos redobles y breaks, o “Death Alley Driver”, clavando su impresionante duelo de teclas y guitarra, para sin aparente esfuerzo pasar a envolvernos con la evocadora “Sixteenth Century Greensleeves” con un Ronnie magistral derrochando sentimiento, o con la inmensa “Gates Of Babylon” todo un curso de lo que debe ser un tema épico de nuevo con Armando De Blackmore en plan estelar.
Nuevo recuerdo para el ampliamente representado “Rising” con la más directa y aparentemente sencilla “Do You Close Your Eyes” coreada a pleno pulmón por los presentes, al igual que la inevitable “I Surrender” para la que invitaron a Manuel Escudero (ex Medina Azahara, ex Santelmo). Algo que me sorprendió, no el hecho de la presencia de Manuel que ya estaba anunciada, si no porque eligiera un tema de la etapa Turner cuando siempre le hemos visto mucho más cercano a Dio en su estilo, pero el que vale, vale, y se marcó una potentísima interpretación del clásico entre clásicos de la banda del Arco Iris.
A todo esto llegamos al Ecuador del show disfrutando como enanos para seguir haciéndolo con otro de esos temas que marcan, la esotérica “Tarot Woman” con esas teclas que nos transportan a tierras zíngaras para que Ronnie siguiera dando un curso de interpretación, acelerándose en una rotunda revisión de la exigente “Spotlight Kid” sin su habitual intro del texto de la película “El Mago de Oz”, y que sirvió como puente para llegar a la incendiaria “Still I’m Sad” que nos subió a lomos de su cabalgante ritmo una vez más con un Andy tremendo, un Gorka híper motivado y con un Armando sublime que seguidamente adquirió mayor protagonismo aun para dejarnos absortos con la madre de todas las instrumentales “Difficult To Cure” que fue una absoluta gozada.
Se relajó un poco el ambiente con la preciosa “Stone Cold” con Ronnie y Giovani rivalizando en exquisitez melódica siendo de las más cantadas por el público que prácticamente no paró de corear ya hasta el final, con un pequeño respiro para apreciar la belleza de “Stargazer” otra de esas composiciones que transpiran magia y que supuso uno de los momentos cumbres de la noche.
La recta final no podía ser menos y a golpe de ritmos más crudamente hard rockeros pasamos por la diversión que propone la pegadiza “Since You’ve Been Gone”, por la energía desbocada del himno “Long Live Rock’n’Roll” con el pertinente juego de voces con la audiencia, para cerrar por todo lo alto tras un breve receso con la cañera “Kill The King” dejándonos exhaustos de satisfacción, recordándonos una vez más por qué nos gusta tanto el hard rock y en especial nuestros entrañables Rainbow de los que no podremos volver a disfrutar en su formato original, pero que siguen más vivos que nunca con pequeñas-grandes experiencias como la que aquí reflejamos.
Como decía anteriormente, siempre se echan de menos temas (además de los citados no cayó ninguno del “Strangers In Us All” con Doogie White), siempre nos queda la espina clavada de no haber podido ver a los originales en su momento, pero cuando las cosas se hacen con tanta altura y gusto no queda más remedio que disfrutar esperando que sea la primera de muchas otras veces.
Long Live Risng!!!

Texto: Mariano Palomo
Fotos: Diego L. Pérez

lunes, 23 de septiembre de 2013

WIGELIUS

21 de septiembre 2013. Sala Chadrada
 

Nada mejor para finalizar este verano 2013 que la venida de WIGELIUS a nuestro país. Se estrenaban en Madrid dando su primerísimo concierto con esta banda y todo gracias a los chicos de Live4AOR, que siguen cumpliendo nuestros sueños trayendo a grupos nuevos, nunca vistos en España y abriéndoles las puertas para un futuro más prometedor. Como hablaba ayer con nuestros flamantes promotores, es cuestión de tiempo ver a Wigelius en una próxima edición del Firefest. Ya pasó con Work Of Art, un concierto para no olvidar en la sala Ritmo y Compás y ayer vivimos la segunda parte en la sala Charada. 
 
Unas 100 personas nos dimos cita para disfrutar de estos jovencísimos suecos. Entramos cuando los teloneros Sinestress estaban terminando su actuación así que poco podemos decir de su performance.
Con un público bastante fiel, Wigelius, a pesar de tener sólo un CD y siendo su primer concierto con este nombre, se llevaron una gran ovación al aparecer en escena. Fueron desgranando su cd debut con "My Cassandra", "Talking About Love", "Next To Me"... qué elegancia, qué bien sonaban y qué actitud tan simpática y agradecida nos mostraba Anders a la voz, Jake a la guitarra, Chris al bajo y el hermano de Anders, Erik, a la batería.
 
 
Su tema estrella "Angeline" fue muy coreado, con la gente volviéndose loca y Anders llevándose las manos a su corazón estampado en su camiseta de I Love Madrid. Se enfundó la acústica para tocar la tierna "Love Can Be That Much" entonándola con un sentimiento impresionante y combinándola con "There Is No Me Without You". Sonaron también "Do You Really Know", "Too Young To Fall In Love", "Right Here, Right Now", "Hold On To Love" y "Piece Of The Action", es decir, todo el CD al completo. Escuchamos así mismo un par de temas que no habíamos oído como "Please, please, please", que promete bastante, poniendo con "I Reach Out" el punto final a una memorable actuación.
 
 
El I Love Madrid se hizo realidad para los suecos habiendo una gran comunicación entre público y grupo. Tras el concierto se hicieron fotos con todo el mundo, súper agradecidos se pasearon por los garitos de la noche madrileña invitando a los fans a compartir esos momentos con ellos, en definitiva, un verdadero sueño en el que la magia se apoderó de nuevo de Madrid y nos dejó una estrella fulgurante que ya brilla y seguirá brillando más allá del firmamento.
Eva Montes