domingo, 24 de abril de 2011

FM

16 de abril 2011. Sala Heineken

Hablar de rock melódico británico es hablar de FM. Una banda que sin haber llegado a alcanzar las cotas de popularidad de otras formaciones, es para mi la más representativa de las que ha salido de las Islas y la que mejor ha aguantado el paso del tiempo, con sus lógicos e inevitables altibajos. Afortunadamente, tras un amplio periodo de silencio tanto en estudio como en directo, volvieron en 2007 para goce y disfrute de sus fans, y ahora por fin teníamos la oportunidad de poder disfrutar de ellos por primera vez en España.

Y, aunque suene a topicazo, la espera ha merecido la pena. No creo que prácticamente ninguno de los que cubríamos la mitad del aforo de la sala Heineken podamos tener queja de lo que nos ofreció el quinteto inglés. Elegancia, clase, feeling, diversión, todo ello con un sonido excepcional, compacto y limpio como casi nunca se había escuchado en esta sala, repasando buena parte de su amplia trayectoria dentro de un set list en mi opinión bastante equilibrado y completo, aunque inevitablemente echando de menos alguno de sus temas en la hora y media que nos ofrecieron de puro deleite musical.

Un servidor ya había podido disfrutar de la banda en directo en un par de ocasiones cuando encabezaron las ediciones de 2007 y 2009 del festival Firefest, por lo que ya sabía del buen hacer y del nivelazo de sus músicos con lo que el factor sorpresa estaba descartado, pero es que lo del pasado sábado superó incluso lo de entonces, y puedo afirmar que acabó siendo uno de los mejores conciertos que he visto en mi vida.

Inevitablemente lo primero que llamó poderosamente la atención del personal fue la figura del vocalista Steve Overland que con su voz encandiló a todos en una interpretación sobresaliente llena sentimiento, carácter y autenticidad. Si necesidad de hacer aspavientos, ni de dar saltos mortales, ni de pintarse la cara, simplemente seduciendo y atrapando con su voz con una actitud amable y sobría acabó arrrancando numeorsas y sonoras ovaciones. Y por si esto fuera poco también apoyaba con elegancia con su guitarra, incluso haciéndose cargo de algunos solos destacables, aunque la mayoría correspondieron a Jim Kirpatrick que cumplió con nota.

La solidez la pusieron el bajista Merv Goldsworthy que se dejó notar durante todo el show, al igual que el rotundo y simpático batería Pete Jupp, para dejar el complemeto melódico al teclista Jem Davis que sonó de lujo, apoyando también en los coros al igual que Merv y Jim, aunque también contaron con el soporte coral grabado en segundo plano.

El concierto se abrió tras una intro de sirenas y derrapes peliculeros con “Wildside” primer single del último disco de la banda, “Metropolis”, que sonó tremendo captando la atención de los presentes que ya no pudieron escapar hasta el final. “Face To Face” y “That Girl” llenaron todo de melodía y coros para recordar a su debut discográfico “Indiscreet” que está en los altares del A.O.R. al igual que su sucesor “Tought It Out” del que atacaron la rockera “Don’t Stop” que personalmente me encantó.

Momento para relajarse con dos pedazo de medios tiempos como “Only The Strong Survive” y “Blood & Gasoline”, entrañables y con un feeling como pocos, con Overland brillando aun más si cabe, pero sin dejar de lado la compacidad instrumental de la hicieron gala durante toda la velada.

También especialmente bien les quedó “All Or Nothing”, ideal para el directo y coreada por el público aunque no la tuviera muy controlada, al igual que las más melódicas “Hollow” que sonó absolutamente deliciosa llegando a gustarme más que en el disco, y por supuesto la espléndida “I Belong To The Night” en la que lucieron las teclas de Jem.

Pasamos el ecuador del concierto y llegamos a otra de las nuevas que resultó más que convincente, “Over You” que cayó tras la breve “Metroplis”, y a la que mejoraron con otra inmensidad de composición como es “Other Side Of Midnight” que me pusó los pelos de punta, Señor que clase y que rollo tiene.

A continuación dieron muestras de su versatilidad con la bluesy “Hard Day In Hell”, tema con el que cerraban su “Aphrodisiac” y para el que invitaron al escenario a un saxofonista que ya les acompañó en el Firefest de 2009 dando un toque delicioso al tema complementándose a la perfección con el resto de musicos.

Final mucho más rockero y animado antes de los bises con dos pelotazos hard rockeros del maravilloso “Tought It Out”, nada menos que “Bad Luck” y “Burning My Heart Down”, con Jem tirando de armónica y de teclado colgado del hombro al más puro estilo J.C. Molina, y que supusieron toda una fiesta dentro y fuera del escenario. Vuelta rápida para provocar alguna que otra lagrimilla con esa preciosidad de balada que es “Frozen Heart” demostrando como se puede derrochar sentimiento sin perder un gramo de intensidad y actitud, y con Lord Overland exhibiéndose de nuevo.

Cierre fiestero y lleno de soul con la versión que ya han hecho suya de “I Heard It Trough The Gravepine”, cláico de la Motown que hizo famoso Marvin Gaye, y para la que volvió el saxo a escena cerrando de manera gloriosa una noche que difícilmente podremos olvidar, y no precisamente por el enésimo partido del siglo que obligó a adelantar la hora del concierto y quien sabe si a recortar su duración ¡Hasta las pelotas del Madrid-Barça!

Sólo podemos esperar que FM cumplan su palabra y no tarden en volver a visitarnos por aquí, casi veinticinco años de espera han valido la pena pero han sido demasiados. Si por alguna extraña, inevitable o difícilmente explicable razón no has podido disfrutar de ellos en directo esta vez, no se te ocurra perdértelos la próxima. Apuesta Segura, no sólo para los talibanes del A.O.R. si no para todo el que tenga un mínimo de gusto e inquietud musical.
Mariano Palomo

DARK MOOR

15 de abril 2011. Sala Heineken

Una de nuestras bandas más internacionales y brillantes volvía a citarnos para mostrarnos todo su arte y poderío en directo. En esta ocasión los chicos de DARK MOOR nos presentaban sobre las tablas su más reciente e impresionante entrega discográfica “Ancestral Romance”. Y a fe que lo hicieron, ya que la desgranaron íntegramente para disfrute de los más de trescientos fieles que nos dimos cita en la céntrica sala capitalina de nombre cervecero (aunque paradójicamente roben 12 euros por un mini mal tirado, casi lo que costaba la entrada al concierto, impresentable).

Atracos aparte, pocas formaciones pueden permitirse el lujo de descargar en directo uno de sus discos al completo, pero es que estamos hablando de una banda que se sale de lo normal y que está muy por encima de la media en calidad, trabajo y clase. Quizá alguno echara de menos alguno de sus temas más representativos de trabajos anteriores, de hecho sólo interpretaron cinco, todos ellos a partir de “Beyond The Sea”, complementados con un par de orginales sorpresas que reseñaremos a continuación, junto a los diez temazos nuevos.
Así, comenzaron al igual que lo hacen en este último disco, con la majestuosa y épica “Gadir” dedicada a la tierra natal del vocalista Alfred Romero, que si bien tuvo algunos problemas técnicos con su micro, siguió mostrando su continuo crecimiento técnico e interpretativo, acompañado como siempre por la figura del gran Enrik García que sigue dando muestras de su clase y elegancia con la guitarra, mientras Marío García con su bajo y Roberto Cappa desde la batería daban solidez y pegada a la actuación.
Las acertadas imágnes proyectadas en la pantalla de vídeo situada a modo de telón de fondo fueron una constante a lo largo del show, y así nuestro actor de terror más internacional, Paul Naschy, apareció para poner soporte visual a “Alaric De Marnac” un tema más oscuro y pesado que no desmereció pero quedó algo ensombrecido por los probelmas de sonido de Alfred, al igual que en el recuerdo para “Beyond The Sea” con la magnífica “Before The Duel”.

Afortunadamente se ajustó el sonido para dar la bienvenida en escena a Berenice Musa (vocalista de Tears Of Martyr que abrieron la velada y a los que no llegué a ver y que según me dicen lo hicieron muy bien) que acompañó a Alfred para sobresalir espléndida con su voz de soprano en la maravillosa “Till At Windmills” dedicada al Quijote y que sonó espectacular, de lo mejorcito de la noche.
Endurecieron la historia con la potente “The Chariot” recordando el fantástico “Tarot”, llegando al recuerdo a “La Vida Es Sueño” de Calderón de la Barca de la mano de la cañera “Ah! Wretched Me” precedida de un breve solo de bajo a cargo de Mario, para llegar seguidamente a otro de los momentos más destacados con “Mío Cid” llena de épica y sentimiento guerrero con esa parte lenta final en español que acaba por poner los pelos de punta con Alfred muy bien.

Un técnico solo de batería de Roberto que enlazó con la rockera de aires Queen “Just Rock” el momento más crudo y directo del concierto en el que no tiraron de orquestaciones y teclas grabadas siendo de las mejor recibidas. Para volver al lirismo con la primera sorpresa de la noche “Dangerous Game”, tema perteneciente al musical de Broadway “Jeckyll & Hyde” de nuevo con Berenice acompñando y dramatizando y que, sin estar nada mal, dejó al personal un poco expectante, recuperando la emoción con “For Her” de su anterior disco “Autumnal” que sigue reafirmándose como una de mis favoritas del grupo.
Volvieron a “Tarot” para dejarnos la entrañable “Lovers” en formato relajado e íntimo unicamente con Alfred a la acústica y voz y Enrik a la eléctrica. Alfred se tomó un merecido descanso y dejó a sus compañeros solos para regalarnos “La Danza Del Fuego” de Manuel de Falla revisada magistralmente y rebautizada como “Ritual Fire Dance” con un Enrik inmenso e intenso como maestro de ceremonias con su Jackson blanca dejandonos boquiabiertos y arrancando una de las mayores ovaciones de la velada.
Nueva sorpresa con Alfred saliendo a escena en solitario con una elegante chaqueta para ofrecernos un tema que aparece como extra en la edición japonesa de “Ancestral Romance”. Se trata de “E Lucevan Le Stelle”, una aria de la ópera “Tosca” de Puccini que el vocalista gaditano interpretó como tenor con la orquestación grabada de fondo quedando absolutamente espectacular llena de poderío y sentimiento arrancando una prolongada salva de aplausos que bien podían haberse producido en el Teatro Real.

Curioso ver como un puñado de metaleros irredentes alucinaban con el bel canto, para seguir disfrutando con la entrañable historia de amor de los Amantes de Teruel expresada en “Love From Stone”, llena de lirismo y de nuevo con la vocalista de Tears Of Martyr poniedo su talento y poderío vocal en juego, para corear a continuación uno de los poemas clásicos de nuestra literatura romántica, “La Canción Del Pirata” de Espronceda que provocó el delirio entre los asistentes, antes del final oficial.
No se hicieron de rogar y volvieron con “On The Hill Of Dreams” de “Autumnal”, para poner el cierre definitvo con la preciosa “A Music In My Soul” con las voces de Alfred y Berenice llenando la sala de melodía y encanto para sellar hora y media de MUSICA con mayúsculas, probablemente en la actuación más lírica y teatral que les recuerdo y ya han sido unas cuantas.

Lástima que de momento no podamos verles llevar al directo todo su talento con una orquesta sinfónica real detrás, en un recinto apropiado y a la altura, porque las partes grabadas son inevitables a día de hoy y dejan una sensación algo artificial por momentos, pero en cualquier caso no restan un ápice del buen hacer del cuarteto.
Como hemos dicho muchas veces, es difícil entender por qué un pedazo de grupo como Dark Moor no recoge todo el reconocimiento que merece, pero sus seguidores tenemos la suerte de poder seguir disfrutando de sus fantásticos discos y conciertos con cierta regularidad. Esperemos que no se cansen y que su crecimiento musical se vea respaldado por el crecimiento del número de sus fieles, sin duda se lo merecen.
Texto: Mariano Palomo
Fotos: Diego L. Pérez