domingo, 11 de diciembre de 2016

AIRBOURNE / LEOGUN

6 de diciembre 2016. Sala La Riviera

Pocas opciones mejores para celebrar un martes festivo en la capital que la de disfrutar de una buena descarga de rock & roll de alto octanaje de la mano de una de las bandas más asentadas y reconocidas de los últimos años, al menos así parecieron entenderlo las casi dos mil almas que agotaron el papel para el show en la sala madrileña elegida una vez más por la banda que nos visitaba desde las antípodas.

Buen ambiente, con un lleno que afortunadamente pareció estar controlado ya que en ningún momento sentimos la sensación de agobio de otras ocasiones en las que los promotores parecían estar más preocupados por llenarse el bolsillo que por la comodidad y seguridad del público, igual que entonces lo denunciamos ahora lo suyo es reconocerles su buena gestión.

Prácticamente ya con todos dentro accedimos al recinto ribereño con el joven trío londinense LEOGUN descargando su blues rock añejo y enérgico pudiendo presenciar los tres últimos temas de su actuación, comenzando por una extensa pieza con retazos puramente blues mezclados con desarrollos guitarreros muy Zeppelin por parte del también vocalista del grupo Tommy Smith que se explayó con su instrumento bien apoyado por el bajista Matt Johnson y por el Michael Lloyd aporreando a base de bien desde la batería.

Buena primera impresión que decayó un tanto con el siguiente tema presentado como “Everyday” y que resultó bastante más denso y cadencioso, endureciéndose y animándose en su parte final pero sin acabar de convencerme tanto, algo que si me ocurrió con el tema que puso fin a la actuación de los británicos, mucho más dinámico y cañero con elementos de psicodelia, stoner y sonidos setenteros sonando realmente gordo y engrasado provocando las palmadas del público que les despidió con una sonora ovación.

Media hora de paréntesis para acondicionar el escenario y tras sonar enlatada parte de la banda sonora de Terminator 2 comenzó a atronar la avalancha de decibelios ejecutados por los cuatro rokceros australianos que dan vida a AIRBOURNE y que salieron arrollando desde el primer segundo de la contundente “Ready To Rock”, uno de los temas de choque de su penúltimo LP “Black Dog Barking” cuya portada ilustraba el telón del fondo del escenario.

Un escenario perfectamente con más trabajo tanto de luces como de escenografía de lo que pudiera parecer por su sobrio aspecto a base de Marshalls y poco más pero aprovechándolo muy bien a lo largo de toda la actuación. Siguió la caña sin respiro con la contagiosa “Too Much, Too Young, Too Fast” puro AC/DC con las rítmicas de David Roads marcadísimas acompañando los ataques punzantes de un Joel O’Keeffe absolutamente desatado sonando tan alto como nítido poniendo a botar a toda la sala coreando el contagioso estribillo del tema.

Por su parte los otros dos elementos del grupo a lo suyo, ofreciendo solidez y precisión en la pegada de Ryan O’Keeffe y con el bajista Justin Street dejándose el cuello como en él es habitual tirando de molinillo continuamente, creando una gran complicidad entre todos, como bien pudimos seguir comprobando con más tranquila, por decir algo, “Chewin’ The Fat” con  Joel obsequiándonos en su parte final con su primer espectáculo cervecero estampándose una lata de medio litro en la cabeza.

Tras el primer trío de temas previos, primera andanada del último trabajo “Breakin’ Outta Hell” con la pesada “Rivalry” que me gustó más en directo que en su versión de estudio  que se me hace excesivamente densa, me convenció el sonido de guitarras y bajo algo más ligero. Antes de seguir con más temas nuevos recuerdo para uno de los temas fijos en el repertorio del grupo, la provocadora “Girls In Black” doblándose los coros con acierto y con Joel volviendo a provocar la locura mezclándose entre el público para ejecutar su solo y volviendo a hacer el número de la lata de cerveza.

Otro bloque de novedades con la motivante “It’s All For Rock’n’Roll” a golpe de estribillo pegadizo, “Down On You” sencilla y efectiva con un riff básico y con “Breakin’ Outta Hell” desplegando mayor escenografía con cañones de humo verticales bastante aparentes acompañando su frenético ritmo siendo la que más me gustó de las nuevas.

Ultimo tercio de la actuación con un puñado de clásicos como “No Way But The Hard Way” sólida y nítida como pocas con Joel apuntando al público con un foco antiaéreo, seguida por la acelerada “Stand Up For Rock’n’Roll” dejándonos sin apenas resuello antes de un breve descanso para los bises. Una hora de concierto que se nos había pasado volando sin un segundo de respiro y con un nivel de intensidad al alcance de muy pocas bandas.

Pero la fiesta no había terminado, todavía quedaban un par de trallazos más para terminar de agotarnos tras ponernos en ambiente con el telón del logo de la calavera del aviador como si estuviéramos en pleno bombardeo con sirenas y cegadoras mientras Joel se iba elevando sobre los Marshall de la parte izquierda del escenario. Así empezó a atronar “Live It Up” con la gente coreando como loca mientras seguía el reparto de latas de cerveza entre sus riffs asesinos.

Para el final no podía quedar otra que “Runnin’ Wild” locura absoluta, ya con la voz del frontman del grupo notando el esfuerzo, pero perfectamente apoyado por sus compinches y por toda la concurrencia que enloqueció por completo cuando apareció en la planta alta de La Riviera para ejecutar un solo además de bautizarnos a todos con cerveza una vez más, sí nos pilló justo debajo. Entre medias oes oes desde la guitarra, algunas notas de “What Do You Do For Money Honey” y “Let There Be Rock” de AC/DC intercaladas, en fin desenfreno absoluto estirándola hasta los diez minutos.

Fin de fiesta brutal para una nueva demostración de energía, electricidad y ritmo sin concesiones que como único pero le pondría la brevedad de siempre de los conciertos de Airbourne, les he visto tres veces y nunca han pasado de la hora y cuarto de duración, algo comprensible viendo cómo se dejan la piel pero que hace que se queden fuera auténticos temazos de la discografía de la banda como “Diamond In The Rough”, “Cheap Wine & Cheaper Women”, “Blonde, Bad and Beautiful” o “Bottom of the Well”, por ejemplo. En cualquier caso una apuesta segura y una de las bandas más arrolladoras que se pueden ver en directo.

Mariano Palomo

martes, 22 de noviembre de 2016

ERIK MARTENSSON & MAGNUS HENRIKSSON

18 de noviembre 2016. Sala Silikona

Hace unas semanas a propósito de la última visita de los británicos Quierboys en acústico comentaba que no era muy habitual que los artistas extranjeros se pasaran por España para ofrecer shows completos en este formato. Ahora parece que se han puesto de acuerdo para hacerlo y el pasado viernes pudimos asistir al concierto medio enchufado que nos ofrecieron ERIK MARTENSSON y MAGNUS HENRIKSSON, los dos pilares básicos de una de las bandas más en forma del hard rock mundial desde hace unos años, los suecos Eclipse.
Así nos juntamos un puñado de fieles, alrededor de un centenar calculo a ojo quizá algo más, en la sala de Moratalaz que resultó ser bastante apropiada para este tipo de show, con un escenario prácticamente a ras de suelo y con la única presencia de dos taburetes y una mesa central donde se agolpaban las cervezas y las botellas de agua que se tomaron durante su actuación los dos protagonistas del evento.
Salieron a escena después de una breve intro enlatada y empezaron diciéndonos que era la primera vez que hacían un acústico completo como tal, amén de alguna aparición más breve y esporádica en las previas de festivales como el Frontiers o el Hard Rock Hell, y la verdad es que pequeños acoples y despistes con algunas letras aparte, lo sacaron adelante con total solvencia. Desplegando su simpatía habitual Erik y Magnus empezaron con uno de los temas más celebrados de Eclipse, “I Don’t Wanna Say I’m Sorry” haciendo que los presentes ya empezaran a palmear y a corear con fuerza su estribillo, ayudando a paliar alguna que otra deficiencia técnica, sobre todo en la pedalera de Mangnus.
Como decía antes fue un concierto medio enchufado ya que aunque las guitarras eran acústicas estaban enchufadas y amplificadas, y así siguieron desgranando temas de su banda principal como “Million Miles Away” y “To Mend a Broken Heart”, ambas pertenecientes al álbum “Are You Ready To Rock” (2008) y que sonaron bastante bien, sobre todo la segunda me pareció que era más apropiada para el tipo de formato elegido.
Siguió calentándose el ambiente con la más heavy “Blood Enemies” en la que si eché algo más en falta la distorsión, aunque acabó por ser de las más aplaudidas con Erik dejándose la voz cantando altísimo empezando casi a capela, para pasar luego a presentarnos un tema de adelanto que se incluirá en su próximo trabajo que ya están registrando y que tienen previsto poner en circulación en los primeros meses del próximo año 2017. El tema en cuestión se titula “Downfall of Eden” y nos pareció bastante interesante con un cierto deje celta, aunque habrá que esperar a escucharlo en eléctrico para comparar.
A partir de aquí fueron recordando temas de otros proyectos en los que han participado recientemente, empezando por dos entrañables recuerdos al LP “Never Too Late” que compuso Erik junto al tristemente desaparecido Jimi Jamison (Survivor), el primero en sonar fue la balada “Heaven Call Your Name” interpretada con enorme pasión por el dúo escandinavo, para pasar luego en clave más animada a “Everybody’s Got a Broken Heart”.
Pasaron a recordar luego el proyecto Nordic Union en el que comparten protagonismo con el vocalista danés Ronnie Atkins (Pretty Maids), con la voz de Erik acercándose a las tonalidades de Atkins siendo más rasgada y cruda, no tanto en la inicial “Hyporcisy” y más en la más cañera “When Death Is Calling” donde se produjo un simpático despiste en el desarrollo de su letra por parte de Erik. Más melodía y suavidad para los dos temas que cayeron del proyecto W.E.T., la fantástica “Learn To Live Again” y la preciosa “Comes Down Like Rain”, como siempre con el recuerdo del inolvidable Marcel Jacob presente y con el público coreando su estribillo a pleno pulmón.
Vuelta a los temas de Eclipse con la eurovisiva “Runaways” que sonó muy bien, al igual que la apasionada “The Storm” con Erik derrochando emotividad y carisma recordando a su padre fallecido, pasando después a una animada revisión de “Bleed & Scream” provocando los oes del respetable, antes de dejarnos un par de versiones de dos de las bandas que más les han influenciado en su carrera. La primera fue una espectacular “Prisoners In Paradise” de Europe con la voz de Erik pletórica bien secundado por Magnus en el estribillo que se marcó un divertido vacile con algunas notas de “Peter Gunt” y una breve pieza folkie, antes de una no menos buena “Love Ain’t No Stranger” de Whitesnake con otra tremenda interpretación vocal que dudo que a día de hoy pudiera mejorar el mismísimo Coverdale, según Martensson el mejor cantante de la historia.
Vuelta a los temas de Eclipse antes de los bises con una intensa revisión de la balada “About To Break” plena de pasión, para acelerarse luego con la magnífica “Battlegrounds” con ese rollo a Thin Lizzy-Gary Moore igualmente reconocible en acústico, aunque en esta ocasión también eché en falta más presencia instrumental, sobre todo de los redobles de batería que Erik amagó con hacer con la boca.
Se retiraron brevemente para volver preguntándonos que queríamos escuchar ya que no tenían más temas previstos como quedó patente con los despistes en la letra de “Wide Open” para la que contaron con la importante ayuda del público mientras Magnus se peleaba con su pedalera después de dejarnos un breve guiño a “Innuendo” de Queen, y luego a “Girls Got The Rythm” de AC/DC enganchando con una buenísima “Summer Of 69” de Bryan Adams, antes de dejarnos definitivamente ahora sí con una festiva interpretación de “You Shook Me All Night Long” recalcando que la de los hermanos Young es su banda favorita de siempre.
Así se pasaron casi dos horas de forma muy entretenida, algo complicado teniendo en cuenta la no excesiva variedad de recursos del formato escogido, y que nos mostró de forma diferente a la habitual estos dos musicazos, aunque me dio la sensación de que Magnus sobre todo por momentos echaba en falta la electricidad de su instrumento. Bien por ambos y ya estamos deseando que publiquen ese nuevo material en el que están trabajando y que suponemos que vendrán a presentarnos en directo y enchufados.
Texto: Mariano Palomo
Fotos: Diego L. Pérez

lunes, 14 de noviembre de 2016

FM / ROMEO’S DAUGHTER


12 de noviembre 2016. Sala Changó Live

Cita ineludible para los seguidores del rock melódico el pasado sábado en la sala Changó Live de Madrid. Volvía a la capital un año después de su última visita una de las bandas más grandes, si no la más grande del género en Europa, y además venían muy bien acompañados por otra formación inglesa que nunca había actuado hasta ahora en nuestro país. Por otra parte se daban las condiciones idóneas para poder disfrutar de una noche inolvidable y para que la asistencia fuera importante, todo lo importante que puede ser dentro del A.O.R., con una fecha perfectamente escogida, sábado, sin coincidencias con otros conciertos que pudieran restar público y sin liga de fútbol, incluso la climatología acompañó. Y con todos estos estos factores el resultado fue el deseado y asistimos al que para mí ha sido el concierto del 2016 hasta ahora.

Comenzando por unos ROMEO’S DAUGHTER que durante casi tres cuartos de hora hicieron su presentación en los escenarios madrileños desplegando su elegante propuesta con una encantadora Leigh Matty al frente trasmitiendo simpatía y calidez con su maravillosa voz, bien acompañada en los coros por el fino guitarrista Craig Joiner y por el correcto bajista Ed Poole formando base rítmica con el batería Andy  Wells.

Atacaron de forma brillante con su tema más popular “Heaven in The Back Seat”, single de choque con el que se dieron a conocer en 1988 abriendo su debut discográfico homónimo y que también aparecía en la banda sonora de “Pesadilla en Elm Street V”. Sonó muy bien, con ese rollo a sus paisanos Def Leppard inconfundible por la labor de Mutt Lange en la producción, pero excesivamente ayudado por los teclados y algunos coros grabados, como sucedió a continuación con la sensual “Attracted To The Animal” de su segundo disco “Delectable” (1993) caldeando el ambiente de un público que empezó algo distante pero que fue participando cada vez más coreando y palmeando.

A partir de aquí nos dejaron un bloque con cuatro temas recientes pertenecientes a sus dos últimas entregas “Rapture” (2012) y “Spin” (2015), que sonaron más crudos en buena medida por la inclusión mucho menor de las partes sampleadas después de una seña de Leigh a la mesa de sonido. Los temas fueron las más rockeras “Touch” y “Radio”, el bonito medio tiempo “Bittersuite” y la más discreta “Rapture”, manteniendo el nivel de clase e intensidad pero con menos respuesta por parte del respetable que a esas alturas prácticamente ya llegaba al aforo final llegando a cubrir los tres cuartos de la sala.

Recuperaron sus cortes más clásicos para el último tercio de su actuación, empezando por “Inside Out” optimista y brillante con Leigh contagiando su buen rollo y con menos ayudas de teclas que en estudio, siguiendo con la enorme balada “I Cry Myself To Sleep” en la que se salieron con un sentimiento tremendo, para cerrar definitivamente con otro pelotazo como es “Wild Child” (otro tema marca Mutt Lange que hicieron famoso Heart en su “Brigade”) y que les quedó muy bien con unos mínimos teclados grabados haciendo que la gente palmeara y coreara antes de despedirles con merecidos aplausos dejándonos un gran sabor de boca antes del plato fuerte que todos estábamos esperando.

Sin demasiada demora empezó a sonar la intro enlatada que daba paso al cabeza de cartel de la noche, los enormes iconos británicos FM. Una banda que sin duda ha sabido mantenerse en activo con buenos trabajos pero que sigue teniendo en sus dos primeras obras maestras su principal baza para el directo, y en esta ocasión aún más teniendo en cuenta que esta gira servía para celebrar el 30 aniversario de su debut discográfico “Indiscreet” que tendríamos la suerte de poder disfrutar íntegramente en directo.

Pero para empezar lo hicieron con “Digging Up The Dirt” tema de choque de su última entrega “Heroes and Villains” (2015) con el que empezaron a caldear el ambiente en clave más rockera y con la portada del disco reflejada en la pantalla del fondo del escenario que dio bastante juego a lo largo de todo el show. Así, justo después veíamos como aparecía el grafismo de “Indiscreet” anunciando uno de los temas más gloriosos del grupo “I Belong To The Night” una absoluta delicia que sonó perfecta con Steve Overland inmenso mostrándose una vez más como una de las voces privilegiadas del A.O.R. perfectamente secundado en los coros por el bajista Merv Goldsworthy, el guitarrista Jim Kirkpatrick y el teclista Jem Davies, mientras que Pete Jupp mostraba su habitual pegada a los tambores.


En esos momentos la comunión entre músicos y público ya era total, y siguió siéndolo con otro de los temas nuevos que va camino de convertirse en clásico “Life Is a Highway” que brilló con sus buenísimos coros, antes de pegarnos el atracón definitivo de clásicos que se inició con “Let Love Be The Leader”, cara B en su momento de “Indiscreet” pero que se ha convertido en fija dentro del repertorio del grupo, como la indispensable “Frozen Heart” que fue una absoluta delicia poniéndonos el vello de punta con una interpretación magistral llena de feeling con un Overland superlativo.

Aunque para superlativo y mágico lo que pudimos disfrutar seguidamente con la interpretación de “Someday (You’ll Come Running)” maravilloso tema de su LP “Tough It Out” (1989) que hacía muchísimo que no interpretaban en sus giras y que ha rescatado afortunadamente para que pudiéramos vivirlo en directo por primera vez, sencillamente sublime. Aquello era un no parar, sin bajar en ningún momento la calidad ni la intensidad, con canciones tan mágicas y maravillosas como “Face To Face” pedazo de melodía empastando voces y teclados, o “Love Lies Dying” clase por arrobas, junto a otras más directas y rockeras además de menos habituales pero igualmente grandes como la festiva “Heart of the Matter” o la potente “Hot Wired”.

Un par de recuerdos más a “Tough It Out” con el tema título todo intensidad y melodía con las guitaras más afiladas, precedida de la brutal “Bad Luck” que resultó tan enorme como de costumbre, y sucedida de una impresionante “Burning My Heart Down” que nos hizo botar antes de los bises, dejándonos entre medias otra joya de “Indiscreet” con “That Girl” en la que las guitarras hablaban.


Vuelta a escena en clave más desnuda y relajada con una preciosidad como es “Story Of My Life” de su LP “Rockville” (2013) con Overland exhibiéndose casi a capela provocando una de las ovaciones más atronadoras de la noche, antes de cerrar definitivamente con otros dos pelotazos como “Other Side Of Midnight” y “American Girls” que pusieron el broche final a una inolvidable velada que nos dejó a todos tremendamente satisfechos después de casi dos horas de puro deleite musical.

He visto a FM cerca de una decena de veces y creo que esta ha sido la que más me ha gustado, algo complicado ya que todas las anteriores también fueron muy buenas, pero esta con un set list prácticamente inmejorable, con unos músicos en un estado de gracia total y con un sonido casi perfecto creo que va a ser muy difícil de superar, quizá solamente si tocaran entero el “Tough It Out” y rescataran el olvidado “Tattoo Needle” de su irregular trabajo intermedio “Dead Man Shoes” (1995) podría ser, por pedir que no quede.

Texto: Mariano Palomo

Fotos: Diego L. Pérez