lunes, 21 de marzo de 2011

FIESTA 24 ANIVERSARIO LA CABAÑA DEL TIO ROCK

BURNING KINGDOM / AMALGAMA / JORGE SALAN

11 de marzo 2011. Sala Ritmo & Compás

A estas alturas no vamos a empelar demasiado tiempo en exponer todas las virtudes y cualidades que adornan al frente de su medio de comunicación, LA CABAÑA DEL TIO ROCK, a los responsables del evento. Más que nada porque para hacerlo como se merecen nos ocuparía más espacio de lo que nos va a ocupar la crónica en sí de los grupos que actuaron, y es de lo que se trata en esta sección. Así que simplemente, muchas felicidades José y Angel por estos 24 años de desinteresada, honesta y rigurosa entrega y apoyo a la música que nos une, y que a pesar del tiempo y las dificultades nos sigue apasionando. Que sigamos celebrando muchos años más al pie del cañón.
Y vamos con lo que fue la fiesta-concierto en sí. Una cita que año tras año nos sigue reuniendo a un buen puñado de fieles tanto para celebrar el aniversario de La Cabaña, como para disfturar de unas actuaciones de nivel dentro de lo mejorcito del panorama hard rockero y heavy metalero nacional.
En esta ocasión el personal volvió a responder y prácticamente se llegó al lleno en la sala Ritmo & Compás para disfrutar de las actuaciones de Jorge Salán, Amalgama y Burning Kingdom, a pesar de la coincidencia con otros conciertos, de la crisis y de todo lo que podamos imaginar para excusar una asistencia que debería ser inexcusable.
Se inció la fiesta, tras la bienvenida de rigor a cargo de José Mora, con un show entrañable a cargo de uno de nuestros mayores talentos, JORGE SALAN. En esta ocasión el madrileño cambió la eléctrica de los riffs y solos más afilados y rápidos, por la acústica más suave y susurrante. Eso sí, esta circustancia no hizo que su actuación perdierá ni un poco de la intensidad y dinamismo que nos tiene acostumbrados en conciertos eléctricos habituales. Buena culpa de ello tuvieron, además del propio Jorge, los acompañantes que eligió para la ocasión, sobre todo el ex Celtas Cortos Roberto Jabonero que prácticamente suplió los solos de guitarra con su violín eléctrico aportando la distorsión adecuada la melódica base acústica de Jorge.
No se quedaron atrás en su buen hacer, el habitual Javi Díez a los teclados y apoyando notablemente en los coros, el bajista Luisma Hernández (ex Arwen y actualmente en Santelmo) que se dejó notar a base de bien pellizcando y golpeando las cuerdas de su instrumento, y el batería Edu Brenes (Skunk D.F.) que cambió las baquetas habituales por escobillas pero que también dejó su impronta en la actuación. Comenzó el concierto con “Sea Of Clouds”, animada, con Jorge cada vez más comodo al micro y con Roberto sobresaliendo con su violín, para relajarse a continuación con la preciosa “A Tu Lado Caminar” en la que echamos un poco de menos a Patricia Tapia que la grabó en estudio.
Un poco más de ritmo para “En La Tormenta” uno de mis temas favoritos de la discografía de Jorge, tanto en esta versión en español como en la original en inglés (“Under The Moon”), y que siguió sonándome realmente bien en esta versión pseudo acústica. Algo que me sucedió también con la versión de “Where The Streets Have No Name”, uno de los temas rescatables de U2 y que hicieron suya con bastante acierto, entrando seguidamentre en una onda más pop-rockera con “Preguntas Sin Final” y con “Face To Face”, quizá los momentos más relajados de la noche.
Tercio final con la virtuosa “Fuerza y Aire” llena de clase, para otra versión, en este caso mucho más fiestera como “Summer Of 69” de Bryan Adams (Gracias por la dedicatoria, un detallazo) que levanto e hizo corear, saltar y aplaudir al personal, para cerrar definitivamente con la tremenda “Subsuelo” que obviamente sonó en su versión habitual, aunque sin su co-compositor Miguel Ríos, pero perfectamente defendida por Jorge en la voz. Final fantástico para una actuación realmente especial e irrepetible, aunque vuelvan a recuperar este formato en el futuro.

Tras los cambios de rigor sobre el escenario aparecieron directamente desde Elche los chicos de AMALGAMA para darnos un poco de caña hacernos mover con su hard rock metalizado y actual. Una banda de la que ya había podido disfrutar en directo hace unos meses sorprendiéndome muy gratamente y que en esta ocasión volvieron a ofrecer un concierto lleno de energía, actitud y pegada reclutando a más de un fan para la causa. Y eso que se presentaban en la capital con dos nuevos miembros, el bajista Fran y el guitarrista Jose, que acompañaron a los hermanos Marín, Gabriel a la batería, Roberto a la guitarra y Tomás a la voz, para sonar compactos y ensamblados en todo momento sin que se notara para nada la previsible falta de rodaje.
Supieron enganchar a la gente desde el principio, abriendo con dos pelotazos como “En Tu Mente” y “Mi Prisión”, llenos de garra y hard rock poderoso con Gabriel sacudiendo sin piedad a sus tambores mientras Tomás deajaba a más de uno boquiabierto con el grandísimo potencial de su voz que rompía sobre los riffs de guitarra recordando a gente como Skid Row o a unos Uzzhuia más metaleros. Con más hard rockera cercana a The Cult “Ceremonia” recuperaron el pulso de su últmino trabajo homónimo de hace un par de años y que fue del que más temas descargaron, junto algún guiño a su anterior entrega “Desde El Infierno”, como fue a continuación la potente “El Horror”.
Con “Arena” siguió la fiesta afilada y cañera, para entrar en sonidos más stoner a los Sabbath con “En Algún Lugar” y con ”Ecos”, dejando a la audiencia más fría, para volver a calentarla con “Olvidando” y con una tremenda y endurecida versión del clásico “Rock & Roll” de Led Zeppelin para acabar de convencer a los que aun quedaban algo indecisos. Muy buena descarga de una formación llamada a ocupar lugares de privilegio dentro de nuestro rock, no les perdáis la pista.
Después casi una hora de electricidad y adrenalina, les tocaba cerrar a Manuel Seoane y sus BURNING KINGDOM. Una ocasión que aprovecharon el guitarrista madrileño y su banda para presentar oficialmente en la capital su segunda obra discográfica “Down To The Road” que desgranaron prácticamente en su totalidad, al igual que su anterior disco “Livin’ Now”, aderezando y completando el set con algunas acertadas, aunque no demasiado originales versiones, salvo en un caso que ya conocíamos en su formato en estudio de su último CD. Paso a paso y con el aval de un buen puñado de interesantes temas parece que esta formación va abriéndose paso y haciéndose un nombre dentro del panorama hard rockero nacional, algo que se confirmó a la vista de la respuesta de los numerosos fans que corearon y botaron con el grupo.

Desde el incio con “Livin’ Now” se veía que aquello iba a ser una fiesta, con la gente entregada a unos músicos que se esforzaron por disfrutar y hacer disfrutar a todos los que allí estábamos. “I’ve Got A Feeling” y “Who Do You Love” fueron dos buenas muestras de que la energía y la melodía no tienen porque estar reñidas, con Dagarod cumpliendo en sus funciones vocales aunque sin acabar de romper, mientras Manu sacaba brillantes acordes, aunque algo bajos de volumen, desde su guitarra bien secundado por la solidez del bajista David Noisel y por la pegada un tanto destartalada pero efectiva del siempre sonriente Peibol.

Mención aparte para el amigo Filthó, o como dijo alguien entre el público, el David Lee Roth de los teclados, sin parar de interactuar, moverse, animar, y a todo esto tocando cuando correspondía para darle el toque más melódico al sonido de la banda. Uno de los momentos destacados de la noche vino con la interpretación de “Big Bang”, tema rescatado de la discografía de Niagara y que en su momento cantó el gran Fernando “Toro Loco” García, y que Dagarod defendió muy dignamente.
Un par de cortes más vacilones como “Shot In The Dark” y “Something Physical” nos llevaron hasta “Liar”. Esta es la versión a la que me refería al inicio, que sirvió para recordar el enrome disco de culto “Never Say Surrender” de Red Dawn y que no acabaron de hacer tan redonda como en estudio, pero que sirvió como ejercicio de buen gusto de arqueología musical. Momento para la instrumental “Walking Alone”, un tema lleno de clase y feelin’ en el que melodía y virtuosismo se dieron la mano con un gran solo de Seoane, que paso a un segundo plano en el bonito e intenso medio tiempo “Freedom” para el que invitaron a compartir voces con Dagarod a Natalia, vocalista de Casa De Fieras, quedando bastante bien su ejecución.

A partir de aquí prácticamente no hubo respiro, desde una fiel versión de “Burn” de Deep Purple en la que insertaron algún retazo instrumental de “Highway Star” sonando muy bien, al igual que la directa “Down To The Road” o la más sencilla “Japan, Japan” que, como no podía ser de otra manera, dedicaron a las víctimas del reciente desatre natural de Japón. No estuvo nada mal el final con la magnífica “Hoochie” que ya me gustó mucho en el disco y aun más en directo llena de ritmo y veneno hard rockero, al igual que la más melódica “Rock Formosa” que ya se ha convertido en uno de los temas indispensables del grupo coreada sin respiro por unos fans metidos de lleno en la fiesta.
Una fiesta que se cerró definitivamente con la versión de “Rock & Roll” de Led Zeppelin, tan convincente y festiva como la de Amalgama pero en una onda más clásica (podían haberse puesto de acuerdo antes para no coincidir, ¿no?), y con otra de la más coreadas y ochenteras, “Rock On The Radio” que terminó con las pocas energías que les quedaban a más de uno y que sirvió para poner el broche a una maravillosa noche de hard rock.

Como decía al principio, gracias a José Mora y a Angel Gómez, y por supuesto a los grupos, por hacernos disfrutar un año más con otra gran fiesta. ¿Qué nos reservarán para el 25 Aniversario?. La respuesta el año que viene. Salud.
Texto: Mariano Palomo
Fotos: Ana Ouro

viernes, 11 de marzo de 2011

FREEDOM CALL / EDEN

24 de Febrero de 2011. Sala Ritmo y Compás

Después de actuar hace justo un año en La Rivera junto a Gamma Ray, sus paisanos y casi diría parientes volvían a nuestro país como segunda parte de su gira presentando “Legend of the Shadowking”. Era toda una incógnita la identidad de teloneros, en la entrada sólo ponía un lacónico “Plus Special Guest”. Nadie sabía nada, así que los powermetaleros asturianos EDEN fueron una sorpresa sin pretenderlo. Por los carteles y por los discos que se vendían en el puesto de merchandising pudimos deducir su identidad. Precisamente ese mismo día ponían a la venta su tercer trabajo, “Caminante del Tiempo”, que aprovecharon para presentar. Pese a tener en contra el ser desconocidos, o al menos inesperados, por la práctica totalidad de la concurrencia, poco a poco fueron animando a la gente. Aprovecharon muy bien sus 50 minutos. Particularmente fue muy bien recibida la comercial “Descansa en Paz”, de su recién estrenado disco, con la que cerraron.
Si mal no recuerdo, FREEDOM CALL han venido siempre a España de teloneros, o formando parte de un cartel más amplio. Era la primera vez que, en vez de tocar todos los temas que podían apresuradamente en 40 ó 50 minutos, podían ofrecernos un show realmente a su medida. Y al carecer de limitaciones pudimos descubrir al gran frontman que es Chris Bay. Tanto Samy Saemann como Lars Rettkowitz son muy buenos músicos y hacían muy buenos coros, pero tanto como si lo buscan como si no, el motor de la actuación es Bay. Pocas veces he visto a alguien tan simpático sobre el escenario, logrando con tantas ganas y entusiasmo la participación de la gente, y aprovechando la cercanía que permite una sala pequeña para lanzar bromas individuales a cada asistente que se le ponía a tiro y provocar respuestas. Todo esto lo hacía en inglés, claro, pero casi todos pillábamos lo básico, supongo que al no poder hablar muy rápido por no ser su lengua natal lo entendíamos mejor. No tardó mucho en hacernos olvidar la inicial decepción de no ver al gran Dan Zimmermann en los tambores. Al igual que el pasado año, el Primal Fear Klaus Sperling ocupó muy dignamente su puesto. Suponemos que sus obligaciones en Gamma Ray le impidieron venir, aunque no hay explicación en las webs de ninguno de los dos grupos.
Pero como decimos, el resto de la banda enseguida consiguió hacernos pensar en cosas mucho mejores que la ausencia de Dan. Y muy especialmente, Chris. Arrancando con “We Are One” ofrecieron un recorrido por sus seis discos de larga duración, sin olvidar ninguno de ellos. Lógicamente, hicieron más hincapié en su última entrega, de la que tuvieron la inteligencia de interpretar las mejores composiciones, como “Thunder God”, “Tears Of Babylon” o “Merlyn”, siempre alternando con cortes de otros trabajos, como “Hunting High and Low” o “Mr. Evil”. Echamos de menos grandes temas de sus comienzos, como “Hymn To The Brave”, “Ocean” o “Farewell”, pero a cambio dieron bastante protagonismo a su tercer CD, con los himnos “Metal Invasión”, “Warriors” y “Land of Light”.
Como vemos, casi todas las canciones eran las más saltables y fiesteras, así que para no agotarnos de vez en cuando Bay daba un poco de pausa con sus chistes y ocurrencias. Y cuando seguían tocando la juerga continuaba, no paraban de buscar nuestra implicación. En todo momento es un show participativo, todos nos sentimos parte y ellos luchan para que esta simbiosis nunca se pierda. Creo que el momento cumbre de la noche fue “Far Away”, una integración total entre músicos y público, todos botando y cantando como uno solo. El bis llegó con “A Perfect Day”, y el broche final no podía ser otro que “Freedom Call”. Después de este conciertazo creo que en su próxima visita merecen congregar mucha más gente en un local de mayor aforo.
Texto: Nacho Jordán
Fotos: J.L. Martín