martes, 17 de enero de 2017

DARE / DEAF LEOPARD


14 de enero 2017. Sala Arena

Después de las fiestas navideñas llegaba el momento de comenzar la avalancha de conciertos que nos esperan para este nuevo año que acabamos de estrenar. Y qué mejor manera de abrir la temporada con una de las bandas referentes de los sonidos melódicos en el Reino Unido. Una cita a la que acudimos un muy buen número de seguidores del grupo llenando prácticamente en su totalidad una sala de aforo medio como Arena.

Pero antes de los cabezas de cartel, pudimos disfrutar del sabroso aperitivo en forma de versiones de Def Leppard que nos ofrecieron los catalanes con cantante madrileño DEAF LEOPARD. Un cantante más que conocido por el público hard rockero capitalino, el señor Ignacio Prieto (Atlas, Eden Lost) que junto a sus cuatro compañeros dieron un ligero repaso por la trayectoria de los de Sheffield y que yo empecé a disfrutar cuando ya habían descargado “Stagefright”, “Let It Go” y “Gods Of War”, cosas de los compromisos ineludibles que no me permitieron llegar a tiempo para el comienzo de su actuación.

Ya con los primeros acordes de “Animal” sonando pude comprobar lo fielmente que ejecutan el sonido de los Leppard, especialmente el de las guitarras altas y cristalinas, con la base rítmica más que correcta, y con un Ignacio derrochando como siempre pasión en su interpretación, aunque en esta ocasión creo que rompía excesivamente la voz en algunos momentos resultando menos melódica de lo habitual.

Momento relajado y cálido con “Hysteria” sonando muy bien, con los coros grabados eso sí aunque intentaran disimularlo sin demasiado esfuerzo, al igual que en la festiva “Let’s Get Rocked” muy coreada por el público, como lo fue una menos brillante “Pour Some Sugar On Me” que no acabaron de redondear. Mejor con una “Rock Of Ages” algo endurecida y con el himno “Photograph” que siempre es una delicia poder escucharla en directo, y más si viene de la mano de una banda que me pareció muy profesional, respetuosa y apasionada a la hora de rendir homenaje a uno de los grupos más grandes de la historia del rock.
Espero poder verles en un concierto completo ya que además acompañaban a los temas de acertados montajes visuales en la pantalla de vídeo del fondo del escenario y me da la sensación de que pueden montar muy buenos shows en directo.


Después de una media hora aproximadamente de descanso aparecían sobre las tablas los británicos DARE, con una audiencia expectante y entregada a la causa que pudo empezar a interactuar con los músicos desde las palmas iniciales de la evocadora “Sea Of Roses”, perteneciente a su álbum “Beneath The Shining Water” (2004) que tuvo bastante peso en el set del concierto. Con un fantástico Darren Wharton al frente cantando como pocos en esos tonos medios graves llenos de calidez y melodía, perfectamente secundado por Vinny Burns a la guitarra desplegando toda su clase y elegancia complementándose a la perfección con el teclista Marc Roberts.

Todo sonaba nítido y delicado, pero para nada hueco, gracias a la solidez que proporcionaban el bajista Nigel Clutterbuck y el batería Kevin Whitehead, algo que pudimos seguir comprobándolo con la más rotunda “Strom Wind”, volviendo a sonidos más envolventes en el inicio de “Silent Thunder” pura magia en sus coros con destacada presencia en esta faceta de Roberts que también metía algunos sonidos de viento antes de subir con poderío en intensidad y ritmo.

Llegaba el momento de presentar en vivo algunos temas de su última entrega “Sacred Ground”, un disco que siendo realmente agradable de escuchar no acababa de convencerme del todo, pero después de ver lo bien que suenan sus composiciones en directo creo que tendré que seguir dándole escuchas. Así nos dejaron cinco de estas canciones en un bloque bastante homogéneo que comenzó con “Home” un tema de tempo medio con mucho cuerpo, seguido por la más tranquila “I’ll Hear You Pray” con Wharton llenándolo todo de emotividad. Continuaron las nuevas con el preciosista medio tiempo “Everywhere We Say Goodbye” con protagonismo para el piano, continuando con la animada “Days Of Summer” animando a palmear a un público que acabó en modo festivo con la pegadiza “On My Own” que gana enteros por sus contagiosos coreos.

Tras este buen cierre para la serie de “Sacred Ground”, otro par de temas que pasaron algo desapercibidos la más sombría “Where Darkness End” y la envolvente “Beneath The Shining Water”, antes de llegar al siempre emocionante recuerdo a Phil Lynott con la preciosa “Emerald” de Thin Lizzy como preludio de un último tercio de la actuación repleta de los himnos de los dos primeros discos de Dare con los que nos siguen conquistando cada vez que podemos disfrutarlos juntos.

Primero dos recuerdos para el segundo disco del grupo “Blood From Stone” (1991) con el que endurecieron un tanto su sonido haciéndolo más guitarrero, pero que en esta ocasión aun sonando con la fuerza habitual me dio la sensación que les quedaron algo más dulcificados, sobre todo por el sonido de guitarra de Vinny en “Wings Of Fire”, siendo más rotundo en la fantástica “We Don’t Need a Reason” coreada por todos los presentes siguiendo su incendiario estribillo. Pero cuando se empezó a alcanzar el clímax total fue con las primeras notas de teclado de “Abandon” absolutamente enorme cantada con un gusto y una intensidad tremendas, al igual que “Into The Fire” otro de esos temas atemporales que nunca nos cansaremos de escuchar con unas guitarras y unas teclas mezclándose con una clase enorme.

Antes de abandonar el escenario por primera vez nos dejaron otra preciosidad como “Raindance” con ese rollo étnico fantástico, precedida por la pertinente presentación de los componentes del grupo y de una de las muchas referencias a lo mucho que le gusta a Wharton venir a España. Volvieron para rematar la faena con otras dos maravillas como fueron “King Of Spades” de nuevo con Lynott en el recuerdo y con la fantástica “Return The Heart” para cerrar por todo lo alto.
Algo más de hora y media de mágica actuación de una banda sólida y perfectamente asentada que afortunadamente parece haber olvidado, al menos en directo, su etapa más acústica y sosa que estuvieron desarrollando durante demasiado tiempo. Siempre que vengan como el pasado día 14 será una cita más que recomendable. Grandes Dare.

Texto: Mariano Palomo

Fotos: Diego L. Pérez