jueves, 22 de diciembre de 2011

THE VAL

20 de diciembre 2011. Sala Ritmo & Compás

Después de la gran impresión que nos causó su trabajo en estudio llegaba el momento de comprobar en vivo todo lo que podían ofrecernos uno de los grupos más interesantes del rock melódico actual. Y la verdad es que a la vista del fantástico concierto que nos brindaron los chicos de THE VAL puedo y debo confirmar que todas las buenas sensaciones y referencias previas no sólo se cumplieron si no que incluso superaron mis expectativas.
Como bien nos comentaron ellos mismos en una entrevista que mantuvimos unos días antes en nuestro programa de Radio Vallekas, La Ciudad Sin Nombre (podéis encontrarla en nuestra sección de noticias), en directo suenan mucho más rockeros, más contundentes, algo que echaba algo en falta en su disco sobre todo en lo que a guitarras se refiere. Los culpables fundamentales de este sonido más guitarrero fueron, obviamente, Alfonso Samos y Marisa De La Plaza, que mostraron energía y clase con sus guitarras, pero sin eclipsar la figura de Gaby De Val que cantó maravillosamente bien con una elegancia y sentimiento tremendos, arropada por los coros de los propios Marisa y Alfonso y sobre todo de la preciosa Isabel Tostón que desplegó dulzura y encanto en su labor como segunda voz.
Por su parte David Erick Criado mantuvo su buena cuota de protagonismo desde los teclados y esporádicamente a los coros dando soporte y brillantez al sonido del grupo, junto a la técnica y sencilla base rítmica que forman el ex de La Frontera Mario Carrión a la batería y el ex Reina de Corazones Alejandro Morell al bajo.
La cita despertó bastante expectación a pesar de tratarse de un día entre semana y con las fiestas navideñas en puertas, dándonos cita en Ritmo & Compás cerca de doscientos asistentes que, por cierto, no éramos los de siempre de los conciertos de la “secta” A.O.R., apuntároslo para otra vez. Los que fuimos pudimos disfrutar de la interpretación íntegra en directo de “Back”, el disco debut del grupo en el mismo orden en el que aparece grabado, amén de una versión sorpresa que intercalaron en su repertorio contando para la ocasión con un invitado especial.
Uno siempre tiene ciertas dudas de cómo funcionarán en directo con una banda completa unos temas con tantos matices e instrumentación en los sólo han intervenido para su grabación tres músicos, en este caso Gaby, Alfonso y David, si tirarían mucho de partes grabadas, de cómo se acoplarían nada menos que siete músicos en escena... Y la verdad es que parecía que llevaran toda la vida tocando juntos, no recuerdo desajustes ni errores de ejecución remarcables en el desarrollo de los temas y, si bien el peso del grupo corresponde más al trío mencionado el resto de componentes no desmerecen en absoluto, dando como resultado unas interpretaciones absolutamente reales y para nada forzadas ni artificiales.
Como os decía fueron desgranando en su integridad su disco, comenzando por la fantástica “A Kiss In A Dragon Night” con ese halo mágico de cuento de hadas que ya empezó a atraparnos, para seguir haciéndonos soñar con “Dreamin’” que fue de las que más mejorada me sonó en directo con mayor fuerza y empuje que en estudio. A todo esto tanto ya habían dejado patente que, por si quedaba alguna duda, aquello era un concierto de rock, melódico, pero rock, no de pop por mucho que las melodías vocales pudieran adaptarse a otras tesituras.
Más fuerza aun para “Pay (For The Lonely Nights)”, una de mis favoritas del disco que cumplió perfectamente con más presencia para los teclado de David, que lucieron seguidamente junto a la voz de Gaby e Isabel con sentimiento y ternura en “Trapped Between The Lines”, un pedazo de balada que brilló por su clase y emotividad.
Se recuperó el pulso más cañero con la vacilona y directa “Johnny’s Got A Red Car” con Gaby enfundada en su chupa de cuero cantando con el poderío y arrogancia que requiere el protagonista del tema haciendo que, como era previsible, fuera de las que mejor funcionaron en el concierto, sin quedarse atrás a continuación la preciosa “Hold On” en una línea más tranquila pero igualmente intensa.
Llegó el momento de “Back”, el tema que da título al disco del grupo y que es otro de los que más endurecido me sonó en directo, rematado por un tremendo duelo guitarrero entre Marisa y Alfonso en el que no podemos decretar vencedor ya que los dos estuvieron magníficos provocando una de las mayores ovaciones de la noche.
Seguidamente se quedaron solos en el escenario Gaby, Isabel, Alfonso y David para interpretar en formato acústico, porque les gusta hacerlo así según dijeron, otra de mis favoritas “When Midnight Comes” que resultó igual de alegre y pegadiza que en su formato original, brillando sobremanera las melodías vocales de las chicas.
Superados dos tercios del show, tocaba dar paso a la sorpresa en forma de versión, en este caso del celebérrimo “I Surrender” de Rainbow de los que los miembros de la banda se declaran incondicionales, y para la que contaron con la participación chuleta en mano del mítico Miguel Oñate acompañando a las voces. La versión sonó bastante bien, sobre todo con las guitarras clavadas y potentes, con Gaby y Oñate alternando en las estrofas con la primera más acertada que el ex de Asfalto.
Siguió la fiesta con “The Devil Is In The Band”, tema divertido y directo dedicado a Alfonso que lo disfrutó sobremanera poniendo esa cara de demonio que nos habían comentado, al igual que en la bailada y coreada “Every Beat Of My Heart” convincente y brillante.
Se pusieron algo más serios y nostálgicos con “The Unwritten Songs”, tema que dedicaron a Iñaqui De Miguel, su ex compañero en Yin Yang que falleció hace unos años, y que sonó tremendamente intensa dejándose todo el sentimiento posible tanto a nivel vocal como instrumental con un regusto sinfónico y dramático impresionante creando otro gran momento.
El cierre lo puso la positiva “The Age Of The Sun” tema lleno de optimismo que se notó que era el single ya que fue el más coreado y celebrado por la audiencia que se contagió del buen rollo y la felicidad que desprendía el grupo desde las tablas, a las que les obligamos a volver para tocar “A Kiss In A Dragon Night” y rematar la fiesta teniendo que repetir tema ya que no se habían preparado ninguno más. Para la próxima vez creo que no estaría mal rescatar alguno de los temas de Yin Yang o tener prevista alguna otra versión que seguro nos agradaría a todos los que sin duda repetiremos después de lo que pudimos disfrutar esta fría noche de diciembre.
Lo dicho, para todos los seguidores del rock melódico The Val banda a seguir y a perseguir, más aun teniéndolos tan a mano cuando muchas veces perdemos la cabeza por músicos de fuera que no llegan al nivel de estos, no les dejemos escapar. Yo al menos, si puedo, no pienso perderme su próxima actuación, ¿y tú?.
Mariano Palomo

jueves, 24 de noviembre de 2011

‘77

20 de noviembre 2011. Sala Ritmo & Compás

No era el día más propicio del año, pero aun así prácticamente un centenar de fieles rockeros nos dimos cita este lluvioso domingo electoral para asistir a una nueva descarga de adrenalina a cargo de los barceloneses ’77 (Seventy Seven). El cuarteto encaberzado por los hermanos Valeta, Armand (voz y guitarra) y LG (giutarra), como siempre bien acompañados por Raw (bajo) y Dolphin (batería), volvieron a marcarse una enérgica actuación plena de garra y electricidad para presentarnos en directo su segunda entrega recién estrenada “High Decibels”.
Pero para empezar a sacudirnos tiraron de “Your Game Is Over” uno de los mejores temas de su debut discográfico que ya hizo que empezaramos a movernos sin remisión, con LG sin parar de menearse de lado a lado del angosto escenario de Ritmo & Compás como una fiera enjaulada ejecutando riffs y solos bien secundado por la solidez rítmica de Armand que irremisiblemente nos hacía recordar a Bon Scott tanto por su voz como por sus muecas.
Por su parte Dolphin aporreaba su sencilla batería como si le debiera dinero, y Raw castigaba a su bajo de forma rabiosa, tanto que rompió una de sus cuerdas casi nada más comenzar teniendo que cambiarlo por el de los madrileños Angeles que abrieron la velada y a los que apenas llegamos a tiempo para verles terminar su actuación.
“High Decibels” sonó al menos tan bien como en estudio y demostró por qué es un single claro coreado por el respetable a pesar de su poco recorrido en temporal hasta la fecha, al igual que la más bluessy “Let’s Bit It Up”, o la pegadiza “Ready For Rock n Roll”. Que sí, que se parecen mucho a AC/DC, pero bendito parecido cuando se hace así de bien.
Seguidamente tuvieron el detalle de reglarnos en directo “Things I Can Talk About” la cara b del single “High Decibels” publicado en vinilo que convenció por su pegada con un LG que definitivamente escapó de su limitado hábitat natural y bajó para mezclarse con el público por primera vez sin dejar de destripar notas y acordes desde su guitarra, y con Raw sacudiendo de nuevo su Rickenbacker blanco y negro con las cuatro cuerdas en su sitio, aunque no durarían mucho así, para atacar con la sensual dedicada a las féminas presentes “The Girl Is On Fire”.
Más cruda y dura, acorde a su temática, sonó “Melting In A Spoon”, tirando de sonido más agudo en la hard blues “Backdoor Man” con Armand cantando muy bien, para hacernos corear a los presentes a continuación con la contagiosa “Less Talk Let’s Rock” que fue recibida con júbilo por los fieles, y a partir de la cual el bajo de Raw se quedó con dos cuerdas hasta el final.
Tras un mínimo descanso regresaron con la extensa “Promised Land” que presentaron como la más especial de su último disco y en la que además de Armand cantaron también en su segundo tramo más autobiográfico y reivindicativo tanto LG como Raw, aunque a este último apenas se le escuchó, algo que no nos importó demasiado ya que el tema resultó muy bien en vivo.
El cierre definitivo lo puso la divertida y rotunda “Big Smoker Pig”, de nuevo con LG bajando entre la concurrencia y tumbándose en el suelo, y a todo estó con Dolphin sacudiendo los tambores como un animal completamente sudado, al punto de acabar rajando uno de sus platos tras castigarlo sin piedad, y golpeando Raw su maltrecho bajo contra lo que quedaba de batería al más puro estilo The Who.
Final frenético y salvaje para una hora y cuarto de show que se nos hizo muy corta y que esperamos puedan ampliar, tanto en duración como en aforo, en próximas visitas a nuestra capital en una fecha más adecuada porque los chicos realmente se lo merecen y son de lo más entretenido que se puede ver en directo.
Mariano Palomo

martes, 22 de noviembre de 2011

PAUL DI´ANNO / EVERDREAM / TUBULTO

6 de Noviembre de 2011. Sala Gruta 77

Menuda semanita. El miércoles, U.D.O., el sábado Obús y el festival Culebra Rock. Esto hacía presagiar un fracaso de público para Paul Di´Anno, encima siendo domingo. Pero ocurrió exactamente lo contrario. La sala se abarrotó para ver al ex-Iron Maiden.
Con el local ya medio lleno, a las 21:00 horas arrancaron los toledanos TUBULTO, que fueron una gran sorpresa para muchos, dado que en las entradas sólo aparecía Everdream como banda invitada. Lo suyo es un rock urbano made in spain, tipo Reincidentes o Porretas, por ejemplo, con letras de protesta pero con buenas dosis de simpatía y buen humor. Precisamente comenzaron con la canción que les da nombre, “Tubulto”, quizá la mejor de todas sus composiciones, continuando con “Chile”, “Tú No Escarmientas” y “Suerte”. Siguieron con una versión muy cañera del famoso “Pongamos Que Hablo De Madrid”, la instrumental “La Frontera”, “No Estoy Hecho Para El Rockanroll” y otra versión del “Flojos De Pantalón” de Rosendo, que fue recibida con gran regocijo. Fueron 40 minutos muy bien aprovechados en los que disfrutaron de un sonido casi perfecto, finalizando con “Olvido y Fracaso”.

Apenas 20 minutos más tarde aparecían EVERDREAM. Es curioso que al hacer el cambio de equipo sus predecesores dejaron parte de la batería, que también sería usada por la banda de Di´Anno. Resultó un poco surrealista ver a los dos grupos utilizando un bombo con el logotipo de los supuestos teloneros. Los Everdream supusieron un giro absoluto en lo musical con respecto a sus predecesores. Tienen aspiraciones internacionales, prueba de ello es que utilizan el inglés. Al ver que cantaba una chica con un vestido gótico no nos costó imaginarnos por dónde iban los tiros… y no nos equivocamos. Interpretaron nueve temas en 35 minutos, cuyos títulos ignoramos, porque la mayoría no los presentaron. Pero hubo dos bastante famosos, el “Kickstart My Heart” de Mötley Crüe, y el “Wherever I May Roam” de Metallica, que nos costó bastante reconocer y que fue el penúltimo del set. Al parecer acompañaron a Di´Anno en sus diez fechas por la geografía ibérica, una gira agotadora sin un solo día de descanso.

La salida de los cabezas de cartel se iba retrasando más y más. Después de media hora salieron a anunciar que el vocalista estaba enfermo de la garganta, agotado después de los nueve bolos anteriores, pero que haría todo lo posible por agradar al público. Y aún tuvimos que aguardar un cuarto de hora más. En realidad tampoco esperábamos un conciertazo, con todo lo que hemos oído sobre este tipo en los últimos tiempos. A la mayoría nos llevó a verle una mezcla de curiosidad y de ganas de disfrutar en directo de unos clásicos que los propios Iron Maiden han desterrado de su repertorio, con su reciente manía de centrar los shows en sus últimos trabajos. En la entrada se veía a Eddie, y el nombre del vocalista venía con letras idénticas a las del logotipo de su antigua banda, así que todos sabíamos bien lo que íbamos a encontrar. No se ha estrujado mucho dando nombre a su nueva trayectoria. Ni Battlezone, ni Praying Mantis, ni Killers ni narices. PAUL DI´ANNO y punto. Cuando por fin arrancó lo hizo con “Whratchild”, y pudimos ver que el pobre lo estaba pasando realmente mal. Pronto comprobamos que se había rodeado de músicos que interpretaban los temas de forma exactamente clavada a como lo hacen Harris y compañía. Cuando luego los presentó resultó que tenían nombres italianos. Tras “Prowler”, vino una composición propia, “Marshall Lock Jaw”. En varios momentos se disculpó por su estado vocal, y estuvo bebiendo alternativamente agua, cerveza y whisky en un desesperado intento de luchar contra un dolor de garganta que por sus gestos debía ser muy fuerte.
Las geniales y celebradas “Murders In The New Morgue” y “Charlot The Harlot” fueron seguidas por tres temas ajenos a la doncella, “Beast Arises”, “Children Of Madness” y “A Song For You”. Después de esto y de un solo de batería que le vino muy bien para recuperar sus exiguas fuerzas, el público se estaba enfriando, así que había que encauzar de nuevo la actuación con “Killers” y “Phantom Of The Opera”, en la que la gente alcanzó el delirio. Pero el gordinflón ya no daba más de sí, pudimos ver el ser list y había tenido que suprimir algún tema, “Remember Tomorrow”, por ejemplo. El Bis llegó con “Running Free”, y tras una muy socorrida “Transilvania” el final definitivo llegó con un sorprendente “Bliztkrieg Bop”, de Ramones. No llegó ni a la hora y cuarto, pero no nos fuimos insatisfechos. Aunque el estado vocal del antiguo Maiden era para llorar, en vez de suspender el concierto puso todo su esfuerzo, y eso también es de agradecer.
Nacho Jordán

OBUS

5 de Noviembre de 2011. Sala La Riviera

No estamos seguros de que OBUS pueda presumir de 30 años de trayectoria cuando todos sabemos que en los 90 se tiraron todo un lustro en el dique seco. Son muy poquitos los que pueden jactarse de haber aguantado tres décadas sin parar. Pero no íbamos a pensar mucho en ello. Se trataba de disfrutar de una gran fiesta, o al menos eso esperábamos.
Muy cerca del lleno total, y con sólo quince minutos de retraso, a las 20:45 horas empezó a sonar una intro que fue seguida de “Corre Mamón”, muy bien recibida por el respetable. Más fría fue la acogida de “Más Que Un Dios”, pero se recuperó el entusiasmo con “La Raya”. Posiblemente la letra más repulsiva de toda la historia de Obús, pero el público manda. En estos primeros momentos vemos a toda la banda muy motivada, con muchas ganas. De la profesionalidad de Paco y Fortu nada hay que decir. Fernando y Carlos, bajista y batería de la actual formación, cumplen perfectamente su cometido y aportan un punto extra de energía.
Con “Autopista” empezamos a ver algo que nos apena, y es que Fortu ha entrado en cuesta abajo como vocalista. Que nadie piense que ha dejado de ser un gran “frontman”, ni que no lo da todo en el escenario. En absoluto. Simplemente, ya no puede llegar a su propio nivel. Es una lástima que tenga que tirar de reverb para intentar disimular que ya es imposible seguir gritando como antes, y no fue la única ni la última vez a lo largo de la noche. Quizá otros cantantes que de jóvenes no han alardeado tanto de pulmones y de facultades vocales llevan mucho mejor el paso de los años. No es el caso de Fructuoso ni de sus antaño increíbles agudos.
Pero esto a la gente parece no importarle. La sucesión de clásicos que viene a continuación, fue quizá el mejor tramo del concierto: “Necesito Más”, “El Que Más”, “Pesadilla Nuclear”, “Dame Amor” y “Viviré”. Ahí es nada. “Juego Sucio”, en cambio, nos dejó un tanto descolocados, la interpretaron muy cambiada, casi irreconocible. Llega un momento de pausa, salen un violinista y un teclista, y Fortu aparece disfrazado con pinta de cabaretera y sombrero de copa. Se trata de la gran “Complaciente O Cruel”. A partir de aquí empiezan a desfilar los invitados. Con “Él Es Rock & Roll” salió Carlos Tarque, de MClan, y nos pareció muy bien, pero… ¿y Juan Luis? ¿No está este tema dedicado a él? Supusimos que él y Fernando saldrían más adelante. ¿Iban a perderse una ocasión así? Tras “Te Visitará La Muerte” y “Que Te Jodan”, es ahora Fito quien aparece, para ayudar en “Dinero, Dinero”.
En “Sólo Lo Hago En Mi Moto” Fortu, deja que cante el público en su lugar, quizá más de la cuenta. Con “Vamos Muy Bien” saltan al escenario Óscar Sancho, Silver, Julián de Siniestro Total, Brigi de Koma, y Yosi. El desmadre es total. Se recupera la seriedad con “Sin Dirección”, y en “Mal Rollo” intervienen los raperos Duo Kié que también participan en la versión en estudio. Con la nueva “Cállate” baja un poco la respuesta del público, que explota otra vez con “Prepárate”.
La cosa bien podría haber quedado aquí. Son casi dos horas, se ha representado toda la discografía del grupo excepto “Otra Vez En La Ruta”, y ya han sonado todos los grandes clásicos. Pero, a partir de este punto, el concierto se convierte en un sinsentido. Empiezan un instrumental machacón mientras presentan a los músicos actuales. Salen un chico y una chica a bailar en plan go-gó. Invitan a gente del público a subir al escenario. Van saliendo todos los invitados que han intervenido, y algunos más, como músicos de Guadaña y hasta la misma hija de Fortu. Esto que se lee en unos segundos, se prolonga durante casi media hora. Un espectáculo casi grotesco, ellos haciendo el indio mientras el público se aburre y da síntomas de impaciencia.
A esas alturas ya está bien claro que Juan Luis y Fernando no han venido. ¿Qué es lo que ha pasado? Otros que llevan 20 años poniéndose a parir han sabido volver a tocar juntos, por los fans, por dinero, o por las dos cosas. Y se suponía que la salida de los dos obuses originales había sido amistosa, pero no son capaces ni de acudir a un triste concierto. ¿Son ellos los que no han ido, o han sido Paco y Fortu quienes no les han invitado? Demasiadas preguntas, y muchas ganas de que este absurdo desparrame termine de una vez, y de volver a oír música, que es a lo hemos venido.
Cuando muchos nos estamos planteando marcharnos, viendo que alguno lo ha hecho ya, por fin acaba el disparate con “Esta Ronda La Paga Obús”. Confetti, globos gigantes, Glory de Guadaña cantando con Fortu… un fin de fiesta que habría estado muy bien si nos hubiéramos ahorrado los 25 minutos previos. Esperemos que en el DVD no metan toda esa castaña.
Texto: Nacho Jordán
Fotos: Marta Errea

miércoles, 2 de noviembre de 2011

BARÓN ROJO

22 de Octubre 2011. Palacio Vistalegre

La formación original de BARON ROJO presentó en Madrid su epílogo de la interminable gira de 30 aniversario, la cual, recordemos, tuvo su primera actuación antes de tiempo, en 2009, y ha terminado un poco pasada de fecha, más de dos años después. Podemos dar por seguro que volverá a haber más ocasiones, aunque lo más probable es que no sea el próximo año ni el que viene. En cierta medida, esta gira de reunión ha supuesto una relativa decepción por los pocos bolos que se llegaron a celebrar. Sin embargo, en Madrid se han desbordado todas las previsiones. Parecía un poco arriesgado pretender llenar la sala para más de 3000 personas que tiene el complejo de Vistalegre, pero tan masiva fue la venta de entradas que a última hora se tuvo que utilizar la misma plaza de toros con aforo reducido, para poder dar cabida a los más de 6000 asistentes. El propio Sherpa reconoció a mitad del concierto que hace unos años jamás se habría imaginado algo así ni en sus mejores sueños.
Un cuarto de hora antes del comienzo se emitió un trailer de la película documental con la historia del grupo que se está rodando en los últimos meses. Y dos minutos antes de las 20:30 los barones arrancaron con “Son Como Hormigas”, para continuar acto seguido “Los Desertores del Rock”. Al igual que en el resto de actuaciones de esta gira aniversario, se limitaron a todos los discos de estudio de la formación original, con la triste excepción de “Obstinato”, lo cual es una pena, y bastante difícil de entender, porque la banda actual con Rafa y Gorka sí suele tocar “Vampiros y Banqueros”. Por lo demás, el repertorio fue muy similar al de las actuaciones del pasado año, interpretando casi completos los tres primero trabajos, una buena porción de “En Un Lugar de La Marcha” y algunas muestras de los dos álbumes siguientes. La alternancia a las voces de Sherpa y Carlos, fue llevada casi a rajatabla. Al poder dosificar su rendimiento, los dos cantaron bastante bien. También Armando, inagotable como siempre, tuvo parte de protagonismo vocal, con “Hermano del Rock And Roll”, “Anda Suelto Satanás” y una de las grandes sorpresas de la noche, nada menos que “Chica de la Ciudad”, que quedó muy original con su voz y con el ritmo un poco cambiado que la imprimieron, casi parecía una marcha militar. En cuanto al montaje, como ya es costumbre detrás del escenario había una enorme pantalla en la que aparecían imágenes alusivas a las letras. De nuevo Sherpa solía ejercer de presentador de la mayoría de los temas. Para no ser menos que Carlos, el bajista ha perdido 14 kilos. Parece que no le ha dado tiempo a renovar el vestuario, porque llevaba una camiseta que le venía grande unas cuantas tallas. Al contrario que en Zaragoza en el 2009 y en el primero de La Riviera, esta vez no se percibía mucha complicidad entre José Luis y los hermanos De Castro. Suponemos que los meses de convivencia terminaron haciendo mella, aunque desde el punto de vista musical todos hicieron su parte con una profesionalidad impecable, muy especialmente Hermes, cuyo aguante tanto tiempo a los tambores a sus casi 60 años es sencillamente asombroso.
Quizá la parte más negativa de la actuación fue el sonido. Ya sabemos que no es un recinto muy adecuado para la música. A decir verdad, donde nos encontrábamos nosotros no se oía demasiado mal, pero a la salida muchos se quejaban y algunos estaban realmente cabreados. Sin embargo mientras duró la actuación el entusiasmo de la gente no se vio empañado por el desastre técnico. Precisamente en la que fue sin duda la canción mejor recibida de la noche, “Concierto para Ellos”, el público estaba tan volcado cantando que era imposible escuchar la voz de Sherpa. Así cualquiera puede con el mal sonido. Uno de los temas más inesperados del repertorio fue una vez más “Travesía Urbana”, que les quedó genial y fue muy aplaudida. Menos valoradas fueron “Señor Inspector”, que aunque la interpreta la formación actual era una oportunidad única de escucharla con la voz original, y “Mil Años Luz”, que fue recibida con inexplicable frialdad, quizá por ser la tercera balada tras “Hijos de Caín” y “Tierra de Nadie”. Tras el desfile de grandes clásicos, en los que no faltaron “Barón Rojo”, “Los Rockeros Van Al Infierno”, “Breakthoven” o “Caso Perdido”, por sólo citar algunos, la primera pausa llegó tras la siempre celebrada “Resistiré”.

Ya pasaban de dos horas y media de concierto, sabíamos perfectamente que el final llegaba sí o sí, y sólo esperábamos una o dos canciones más como mucho, que fueron “Las Flores del Mal” y, por supuesto, “Siempre Estás Allí”. ¿Eran lágrimas o sudor lo que se limpió Sherpa de los ojos a lo largo de este himno? Sólo él lo sabe. Ahora sí que estábamos seguros de que había terminado, hasta se encendieron las luces y todo.
Pero aún no había llegado la hora límite, fijada por la sala a las 23:30, así que, cuando ya enfilábamos la salida, y ni los mismos barones se lo esperaban, se apagó de nuevo la iluminación y pudieron regalarnos una sorpresa final apurando los últimos minutos, primero con “Casi Me Mato”, y como no sabían muy bien cómo acabar, tiraron por la calle de en medio con las famosas “Czardas”. En total fueron tres horas exactas, casi milimetradas.

Para la mayoría todo terminó allí, pero para los que se gastaron los cuartos en las entradas VIP y para la propia banda, la historia estaba lejos de terminar. Dichos asistentes tenían derecho a acceder al backstage, y en la parte posterior del palacio se montó una enorme cola de fans dispuestos a disfrutar de firmas y fotos con los barones. Sin duda fue una noche agotadora para los músicos de Barón Rojo. Pero una ocasión así bien lo merecía.
Nacho Jordán

jueves, 1 de septiembre de 2011

BARÓN ROJO (HEADBANGER'S OPEN AIR)

28 de Julio 2011. Festival Headbanger´s Open Air 2011. Brande – Höornerkirchen (Alemania)

BARON ROJO recuperó hace más de diez años el mercado sudamericano, pero su gran asignatura pendiente era volver a los escenarios europeos. La última vez fue una actuación en Francia en 1991, después nada de nada. Bien pueden decir que han matado dos pájaros de un tiro, pues han retornado a un festival europeo, y además ha sido en Alemania, país en el que ni en su mejor momento jamás llegaron a tocar. Este es un festival donde parecen querer mucho a las bandas españolas. No sólo ponen el primer día como cabezas de cartel a Barón Rojo. A la siguiente jornada, también Tierra Santa fueron los penúltimos en tocar, sólo por delante de Fates Warning. En cuanto al último día, Stormwarrior no eran precisamente un grupo de primera fila, pero la cosa parece otra si decimos que fue una actuación conjunta con Kai Hansen. El recinto del concierto no era demasiado grande, posiblemente no cabrían ni 5.000 personas, en cualquier caso, estaba totalmente lleno. Un puñado de españoles de desplazaron al evento, y parecían más de los que eran porque, si en este país somos especialistas en algo, es en hacernos notar.
Con una rigidez de horarios espartana, tras Crystal Viper, Striker, Bon Scott y Tokyo Blade, los barones estaban listos para salir en el momento programado, a las 22:40 horas. Pero en el último segundo, Armando levantó las manos, su amplificador acababa de morir. Rápidamente saltaron al escenario los técnicos de Barón junto a los del festival para intentar repararlo, cambiando fusibles y todo tipo de revisiones. Viendo que no tenía arreglo y que podía fallar en cualquier momento, se decidió cambiarlo por otro nuevo, teniendo Armando que volver a configurarlo para sacarle su sonido particular. En breves momentos se pudo empezar el show, ya sin ningún tipo de problema, a la vez que el organizador vino a decirles que no quitaran ni un solo tema del set-list fuera la hora que fuera, dado que cerraban el festival como cabezas de cartel.
Comenzaron con “Barón Rojo”, es español. Recordemos que existía una versión en inglés. ¿Tocarían todo el repertorio en castellano? Pronto saldríamos de dudas, pero antes Armando se dirigió al público para presentar la banda, disculpándose de paso por no hablar alemán, en todo momento hablaron al respetable en inglés, traduciendo los títulos de los temas al anunciarlos. Tras la pequeña pausa arremetieron “Isolation Ward” (“Incomunicación”), quedando así claro que alternarían canciones en los dos idiomas, como en los viejos tiempos ochentenos. Otra breve interrupción, de apenas un minuto para verificar otro ampli, y sin preámbulos llega “Al Final, Perderán”, seguida de “Vampiros y Banqueros”. Una verdadera pena que de este temazo no exista adaptación en el idioma de Shakespeare, seguro que el público continental hubiera apreciado mucho mejor su genialidad. Volvemos a ser internacionales con “Flowers Of Evil” (“Las Flores Del Mal”), y a continuación una sorpresa superlativa, nada menos que “El Enemigo A Abatir”, que casi nunca llegaron a tocar en directo, ni aun en la época de “Desafío”. Es obvio que la mayoría de los asistentes no conocen las canciones, ni siquiera las de “Volumen Brutal”, pero eso no les impide disfrutarlas y aplaudirlas. Un poco de relax con “Se Escapa El Tiempo”, y otra de las imprescindibles, “Cueste Lo Que Cueste”. Armando asume el papel de vocalista en “You´re Telling Me” (“Hermano del Rock And Roll”). Seguimos siendo europeos, ahora toca “Concert For Them” (“Concierto Para Ellos”). Presentan un tema llamado “Strings Of Steel”, que, evidentemente, resulta ser “Cuerdas de Acero”.
En la recta final viene “Con Botas Sucias”, intercalando en el solo un fragmento del celebérrimo “Born To Be Wild”. Llega el turno de “Stand Up” (“Resistiré”), pero… ¡sorpresa! Carlos continúa la canción en español después del primer estribillo, para, al finalizar el segundo, retomar el inglés. Es difícil encontrar una forma más original de interpretar un tema. ¿Se le había ocurrido a alguien antes? Entre aplausos y vítores hemos llegado al bis.
Tras el corto descanso es el turno de “Someone´s Loving You” (“Satánico Plan – Volumen Brutal”). Y el fin de fiesta no podía ser otro que “Rockers Go To Hell” (“Los Rockeros Van Al Infierno”), en el que repitieron en parte la jugada de “Resistiré”, pues después del primer estribillo terminaron el resto de la canción en castellano. Fue una de las pocas veces que suprimieron el medley habitual, suponemos que por falta de tiempo. Insistimos en que pese a no conocer los temas el público se portó realmente bien. Barón Rojo debe consolidarse manteniendo el espacio que nunca debió perder. ¡Otro año hay que ir a por el Wacken!
Texto: Nacho Jordán
Fotos: Patrick Broekmans

miércoles, 27 de julio de 2011

GRANITO ROCK 2011

24 de julio 2011. Plaza de los Belgas (Collado Villalba)

Tras celebrar el pasado año el décimo aniversario de este más que afianzado festival en la sierra madrileña, la edición 2011 del GRANITO ROCK se presentaba con una dosis de incertidumbre importante dados los rumores, cambios y demás circunstancias que lo han rodeado. Tras el cambio de gobierno en el ayuntamiento villalbino con sus correspondientes recortes presupuestarios, muchos se temían lo peor: la cancelación del festival; algo que, además de una tremenda decepción para rockeros y metaleros, hubiera supuesto un inmenso palo a nivel tanto de imagen como de repercusión para la localidad madrileña, amén de las lógicas críticas que hubiera recibido la nueva corporación municipal. Unas críticas que de todas maneras han aparecido por el recorte que finalmente ha sufrido el Granito, teniendo que reducir las dos jornadas habituales a una, y eliminando del cartel al grupo más caro, Gamma Ray, y a otro de los grupos invitados, Porretas (a los que aprovechamos para enviar un fuerte abrazo por la reciente pérdida de su guitarrista Rober).
En cualquier caso el festival ha salido adelante y creo que muy dignamente con un cartel lo suficientemente atractivo como para congregar a la cifra habitual de fieles que año tras año nos damos cita en Collado Villalba para llenar de buen rock y heavy metal las fiestas de Santiago. Además no hay que olvidar que se ha mantenido intacto el espíritu que impulsa el festival, que no es otro que el del certamen en el que se da la oportunidad de mostrar su potencial a los grupos noveles que acaban saliendo ganadores del mismo, y que en esta ocasión volvieron a protagonizar buenas e interesantes actuaciones, llenas de intensidad, descaro y energía.
Se abrió la fiesta con algo de retraso con la salida a escena de los jovencísimos SEÑOR MAMUT, una formación llena de osadía influenciada por los sonidos setenteros y puramente rockeros de clásicos como Rolling Stones, The Who, Led Zeppelin o los propios Leño, para nada heavies como bien dijo su cantante y guitarrista Diego García con una imagen bastante hippie y una soltura impropia de su juventud. Junto a Diego compartió tareas vocales el también bajista Pablo Benet, más estático pero igual de eficaz en su labor, al igual que el guitarrista Guillermo Sánchez que se marcó buenos riffs y solos desde su guitarra tocado con una curiosa chistera, mientras que el batería Hugo Ventura se encargaba de darle solidez y ritmo a los temas con sus baquetas.
En cuanto los temas abrieron con el que da nombre al grupo “Señor Mamut” con Pablo a la voz en un registro más melódico, mientras que Diego aportaba un aire más macarra en otros como la final “Qué Más Da” que ya fue la que más me llamó la atención de las tres que presentaron al concurso y que también lo hizo en directo con su rollo irreverente y rockanrolero con su guiño inicial al “Heartbreaker” de los Zeppelin. Entre medias temas más que correctos, destacando “Muerte” que acabó enganchando por su pegadizo estribillo, completando una buena actuación que quizá a alguno le pilló un poco despistado y aun llegando al recinto con el Sol en todo lo alto.

Tras una mínima pausa en la que no dio tiempo ni a presentarles, aparecieron para descargar su metal actual con toques raperos los combativos AK97. Una banda que estilísticamente me atrae bastante poco por no decir nada, pero a los que hay que reconocerles su buen nivel técnico y su tremenda actitud para hacer llegar a los presentes su reivindicativo mensaje, tratando temas espinosos en sus letras como el de la memoria histórica, el maltrato a los animales, o los incendios forestales que arrasan todos los veranos nuestro país con la directa “España Está Que Arde” con la que el cuarteto mostró su indisimulada devoción por Def Con Dos, al igual que lo hizo en otros temas recordándome también a los angelinos Rage Against The Machine. Correctos e intensos en sus tres cuartos de hora de descarga.

Siguiendo más o menos en la misma onda, pero con un giro de tuerca aun más moderno y metalero les llegaba el turno a los locales THE SKYLINE WAR. Original y muy visual su propuesta, comenzando por una especie de intro de violonchelo al más puro estilo Apocaliptica con uno de sus miembros en mitad del escenario dándole al arco y las cuerdas tras una máscara del personaje de “V de Vendetta” al igual que el resto de los componentes del grupo que fueron uniéndose al show desde fuera del escenario saltando al mismo para empezar la fiesta, incluso en algún caso como el del su vocalista gutural literalmente haciéndolo desde el foso de los fotógrafos para encender a una cada vez más numerosa audiencia que estaba muy por la labor.
Empezaron a meter caña destripando riffs contundentes y líneas vocales marcadas en las que sus dos cantantes mezclaban la agresividad gutural con los registros melódicos obteniendo un resultado original y pleno de fuerza y pegada por la buena labor de su batería y bajista. Al igual que me sucedió con AK97 me pareció que potencial y juventud les sobra al grupo, pero su estilo no me atrae y acabó haciéndoseme un poco largo el concierto, pero por lo visto no pensaron lo mismo un buen puñado de enardecidos fieles que se montaron un tremendo pogo en toda regla frente al escenario, por cierto, muy buena y curiosa la recomendación del vocalista “melódico” advirtiendo “Vamos a hacer el loco, pero con cuidado y con respeto”. Seguramente si me hubiera pillado con unos cuantos años menos los hubiera disfrutado mucho más.
Ya con la noche como aliada llegaba la hora del power metal  en el Certamen. Los primeros en aparecer fueron para dar buena cuenta de ello fueron los getafense-alcorconeros QUINTA ENMIENDA. Una buena banda ya con cierto recorrido a sus espaldas que llegaban para dar cuenta de su power melódico y técnico, pero sin desdeñar elementos progresivos o más contundentes en su sonido. La banda comenzó sonando algo atropellada, sobre todo por el sonido de batería de Iván que se perdía un poco tras las guitarras de Dani y Miguel que corrían más de la cuenta junto al bajo de Sergi.
Afortunadamente fueron pillando el ritmo y acabaron sonando bastante mejor, más compactos y acompasados, con las teclas de Patxi muy presentes junto a la cumplidora voz de Miguel que sin necesidad de subir mucho si resultó acertada para las composiciones del grupo. En cuanto al set siento no poder ofreceros los títulos de los temas que descargaron, salvo el de “Valhalla” una fiel y potente versión del clásico de Blind Guardian con la que hicieron cantar al personal que había estado más expectante que otra cosa hasta entonces. Actuación correcta, con buen nivel musical, pero algo lineal y carente de chispa por momentos, me gustaron más en su actuación hace un par de años en Alcorcón dentro del concierto de homenaje a Javier Gálvez junto a Muro, Saratoga, Mr. Rock y Medina Azahara.

La segunda dosis de power metal vino de la mano de los chicos de THIRD DIMENSION que con su estilo más festivo y dinámico refrendaron las buenas expectativas despertadas tras las escucha de su brillante maqueta “Ray Of Light”. Desde el inicio salieron a comerse el escenario y a fe que lo hicieron, sobre todo con un tremendo cantante como Miguel Angel que no paró de moverse de lado a lado incitando y motivando al público que se entregó sobre todo en las primeras filas al son que marcaba el magnífico “voceras”, sin duda a nivel individual el músico que más me sorprendió de todo el festival. Llegando a unos agudos inverosímiles para muchos, pero sin dejar de lado buenos registros melódicos y tonos medios conquistó la Plaza de los Belgas junto al buen hacer de los guitarristas Alberto y Sergio, bien secundado en los coros por el bajista José, mientras que Javi “Quentin” sacó adelante su trabajo con alguna dificultad más al igual que le sucedió previamente a Iván batería de Quinta Enmienda.
Como decía salieron a matar con “Insane” tema de ritmo arrollador pero melódico a lo Edguy, para continuar con “Heaven Light” y “I’m The Gun”, llegando a uno de los puntos álgidos con la reivindicativa y motivante “Warrior”, toda una apología del heavy metal que fue coreada como merecía, bajando un poco el ritmo que no la intensidad con “Ray Of Light” y “The Colour Of The Sign”. El fin de fiesta vino con el recuerdo para los grandes ausentes junto a Porretas de la noche, Gamma Ray, en forma de versión de “Land Of The Free” en la que Miguel no tuvo prácticamente nada que envidiar a Kai Hansen, para cerrar definitivamente con una sorpresa que hizo botar al personal como fue “Brave New World” de Iron Maiden en la que suplieron algún que otro despiste técnico con una pasión y entrega más que reseñables. Si siguen así acabarán consiguiendo una buena legión de seguidores, seguro que más de uno ya fue reclutado en Villalba.
Pasada la media noche era el momento de volver a disfrutar con uno de nuestros mayores talentos, JORGE SALAN, siempre bien acompañado por unos musicazos como son Fernando Mainer al bajo, Carlos Expósito a la batería y Javi Díez al teclado y guitarra rítmica, éste en su última actuación junto al guitarrista y cantante madrileño. La presencia de Jorge en el Granito era una cuenta pendiente desde hace tiempo que por fin se ha visto saldada en esta edición de 2011, y que creo no defraudó. Desde que tras la pertinente intro sonaron los primeros acordes de “Over The Hills And Far Away” recordando a Gary Moore (aunque a estas alturas todavía algún jovenzuelo crea que es de Nightwish) la cosa empezó a rodar y ya no paró en la hora larga en la que pudimos disfrutar de la clase y categoría de los cuatro músicos.
El set fue muy similar al que ejecutaron hace mes y medio en La Riviera cuando abrieron para Cinderella, cayendo “The Utopian Sea Of Clouds” llena de melodía, al igual que “Fuerza y Aire”, primera que cayó en español, seguida por “En La Tormenta” que cada vez me gusta más luciendo cada uno de los músicos. Unos músicos que, tras la presentación de rigor, se explayaron a continuación con una extensa pieza instrumental que empezó con retazos de “The Pride On Top”, para tomárselo con más calma en la relajada y algo popera para mi gusto “A Tu Lado Caminar” que sigue dejándome un poco a medias.
El repunte no pudo ser mejor con la entrañable “Dedication” de Thin Lizzy que volvieron a bordar, al igual que esa obra de arte que es la virtuosa instrumental “Driving Through The Tunnel”, para tirar de vena más cañera en “Living The Life” que aparecía en la banda sonora de “Rock Star” y que han pedido prestada a Jeff Scott Soto tras acompañarle en su reciente gira europea, haciéndola por primera vez en directo como Jorge Salán, pero que, seguramente por desconocimiento general, no contó con la respuesta merecida por parte de un personal al que ya le empezaban a pesar las horas de fiesta. Para cerrar “Subsuelo” esa fantástica canción llena de feelin y elegancia que Jorge compuso junto a Miguel Ríos hace un par de años suponiendo un magnífico broche para un buen show, pero que se me quedó algo corto.
Y llegábamos al final del festival para comprobar tras un montón de tiempo sin verles en directo cual era el estado de forma de los riojanos TIERRA SANTA. Una banda con la que he tenido experiencias dispares cada vez que les he visto en concierto, desde algunos flojísimos como el de un Lorca Rock tocando después de Scorpions, hasta otros magníficos como el que ofrecieron en Alcorcón hace unos años abriendo para Savia y Mago de Oz en un escenario mínimo distinto al de los cabezas de cartel a los que se comieron literalmente. En esta ocasión su actuación se acercó más a la de Alcorcón, aunque sin llegar al nivel de intensidad y furia de aquella, pero sí con muy buen nivel instrumental y de actitud, muy activos y entregados a un público que prácticamente aguantó el tirón hasta las cuatro de la mañana.
Tras sonar enlatada parte de la banda sonora de “El Ultimo Mohicano”, empezaron con el tema título de su último disco “Caminos De Fuego” bien representado dentro del set, y que ya sonó realmente bien, comprobando que Juanan Sanmartín (Sátira) iba a ser uno de los protagonistas con su teclado, dotando de empaque y encanto al sonido del grupo. Por su parte Arturo y Angel se turnaban a la hora de descargar riffs potentes y solos melódicos, mientras que Roberto con su bajo y el reciente fichaje David desde la batería cumplían perfectamente su labor, sólidos y sin alardes excesivos. “La Sombra De La Bestia”, “Apocalipsis” e “Indomable” acabaron de atrapar al personal que cantaba los temas prácticamente del tirón, para llegar a la novedosa “La Leyenda Del Holandés Errante” que me gustó más incluso que en estudio por su fuerza y ese sonido de teclados perfectamente equilibrado con las guitarras, mientras Angel cantaba muy bien, probablemente la vez que en mejor forma le haya visto. Parte más tendida y relajada con las épicas “El Azote De Dios” con cierto regusto sinfónico, y con la hímnica “Sangre De Reyes”, acelerando en una buenísima “Juana De Arco”, para volver a tranquilizarse con el medio tiempo “Libre” y con una no excesivamente afortunada “Rumbo a las Estrellas” en la que no acabaron de coger el ritmo sonando un tanto deslavazada.
Más referencias literarias con “Otelo” y con la mitológica “Pegaso” y su inconfundible riff, seguida por las menos reseñables “Morir En Pie” y “Ejércitos De Las Tinieblas”, para llegar a la desgarradora “Una Juventud Perdida” en la que brillaron tanto Angel como Arturo con sus guitarras llenas de melodía y sentimiento. Nuevo acelerón con “Arde Babilonia” y “Alas De Fuego” que fue de las más coreadas, al igual que la más hard “Hoy Vivo Por Ti” en la que sobre todo el sonido de los teclados de Juanan recuerda al de sus Sátira. Tercio final del concierto con “Reina De Egipto” y su indisimulable regusto Maiden, secundada casi sin respiro por “Nerón”, para llegar al final con “Un Grito En El Aire” otra de las que mejor respuesta obtuvo. El cierre no por previsible fue menos intenso con los himnos “Legendario”, “Tierras De Leyenda” y la ineludible “Canción Del Pirata” de Espronceda que puso el final a un gran concierto, aunque algo largo y reiterativo por momentos en su dos horas de duración, sobre todo teniendo en cuenta todo el tiempo que llevábamos de festival y que nos dieron las cuatro de la mañana.

Así terminó esta edición del Granito Rock que, a pesar de los pesares, salió adelante con su brillantez y solvencia habituales, algo de lo que debemos felicitarnos todos y dar las gracias a sus organizadores, en especial a nuestro amigo Jesús Ruíz, por su empeño, trabajo y dedicación. El año que viene seguro que volvemos a vernos en el Granito 2012.

¡¡¡Aúpa Granito!!!
Mariano Palomo