miércoles, 15 de febrero de 2012

JORGE SALAN

11 de febrero 2012. Sala Ritmo & Compás

Noche muy especial para nuestro buen amigo JORGE SALAN la que pudimos compartir y disfrutar todos los que abarrotábamos la sala madrileña elegida para presentar su nuevo disco. Una sala que claramente se quedó pequeña para albergar a un número de seguidores cada vez más importante y que por fin parece que empieza a hacer justicia a la cantidad de horas de trabajo invertidas por el músico en todos y cada uno de sus proyectos llenos de talento y energía.
Como decía, en esta ocasión el motivo de la cita era la presentación de “Sexto Asalto”, a mi entender el disco más completo de todos los que ha facturado Jorge hasta la fecha, y del que dio buena cuenta casi en su integridad acompañado inmejorablemente por los habituales Fernando Mainer  al bajo y Carlos Expósito a la batería, completando un formato de power trío rockero y contundente aunque, eso sí, disparó algunas partes de pistas secuenciadas que dieron algún problemilla puntual.
Pasadas las 21:30 horas arrancó la actuación con una de las habituales referencias literarias o cinematográficas grabadas a modo de intro, en este caso con un fragmento de “La Lengua de las Mariposas” en la voz de Fernando Fernán Gómez, tras la cual saltaron a escena los tres protagonistas que empezaron a descargar con fuerza. Quizá algo altos de volumen para mi gusto, fueron cayendo los primeros temas del mencionado “Sexto Asalto” en el mismo orden que aparecen en el CD, la enérgica “Depredador”, la hard más melódica “Mar de Cristal” con los sonidos de violín grabados resultándome un poco raro, “Tocar Tierra” que me gustó casi más en directo que en estudio sonándome más cruda, y la magnífica “Aprendiendo a Perder” que cerró este primer póker de canciones.
Primer recuerdo para el primer disco de Jorge cantado en español, “Estatuas en la Calle”, del que ejecutaron “En La Tormenta” un tema que por méritos propios está convirtiéndose en imprescindible en los set lists de y que volvió a sonar fantástico, para dar paso a continuación a una intensa y reivindicativa “Reflejos del Ayer” rematada por un estratosférico solo de guitarra en el que Salán lució poses y virtuosismo sobre una pequeña plataforma situada en la parte central del escenario.
Tras la frenética exhibición guitarrera vino algo más pausado y sureño con “La Lluvia Quedó Atrás” iniciada por sus característicos golpes de armónica pero que me pareció que les quedó algo embarullada respecto al sonido del disco, y que enlazaron con la instrumental “Risk” en la que el trío lució sus habilidades, especialmente Fernando Mainer con su bajo.
La primera versión de la noche fue la célebre “Where The Streets Have No Name” de U2 que defendieron bastante bien, aunque puestos a elegir bandas irlandesas hubiera preferido la también habitual “Dedication” de Thin Lizzy que siempre bordan en directo. Por su parte “Agotamiento” y “Trainspotting” supusieron dos buenas embestidas hard rockeras con tintes actuales, con solo de batería incluido a cargo de Carlos Expósito que bastantes de los presentes aprovecharon para castigar el pulmón a las puertas de la sala.
Pasado el ecuador del show llegamos al tema franquicia de Salán y con el que se dio a conocer al gran público, la siempre genial “Driving Through The Tunnel” que sonó tremenda con la participación del violinista Roberto Jabonero, que también ha acompañado varias veces al guitarrista madrileño en sus conciertos, marcándose ambos un divertido y brillante duelo que levantó los aplausos de la concurrencia con Jabonero en el centro del escenario y con Jorge subido a la parte superior de la sala.
Continuaron los cuatro músicos  sobre las tablas para dejarnos uno de los momentos más emotivos y coreados de la noche con la interpretación de tres piezas en formato acústico, la entrañable “Subsuelo” coescrita por Miguel Ríos y Salán que cada vez la canta mejor, seguida de la más fiestera “Face To Face”, y de “016” llena de sentimiento calando en el público que la cantó con pasión.
Nada mejor para recuperar el ritmo más rockero que una buena versión del clásico “Kids Wanna Rock” de Bryan Adams, bien secundada por la cristalina melodía de “Fuerza y Aire” otro de los temas que parece que ya son fijos en los repertorios, al igual que “A Su Lado Caminar”, que por mucho que la escucho sigue siendo la que menos me llega de todas las que toca Jorge en directo.
El remate final no pudo ser más especial, comenzando por “Depresión” un tema espectacular que es otro de mis favoritos de los nuevos resultando bastante bien en vivo, aunque de nuevo las partes grabadas se hicieron presentes. Tras un pequeño problema con estas partes disparadas broche de oro con dos magníficas versiones homenajeando a Gary Moore, en primer lugar el himno hard-folk “Over The Hills And Far Away” que nos puso a botar, para terminar en clave de blues con una inmensa “The Sky Is Crying” en la que el sentimiento se apoderó de la sala sonando espectacular.
Tras dos horas y cuarto de actuación abandonábamos Ritmo & Compás con la sensación de haber asistido una vez más a un concierto grande, muy grande, como casi siempre que veo a Jorge Salán, pero creo que en este caso fue un poco más especial. Ya sólo queda esperar volver a escucharlo cuando se publique en CD, a ver si no se demora mucho para poder revivirlo y para que puedan disfrutarlo los que se quedaron sin entrada, la próxima vez un local más grande como corresponde a un artista de tanto nivel.
Mariano Palomo

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