viernes, 12 de octubre de 2018

SAXON / FM / RAVEN

11 de octubre 2018. Sala La Riviera

Cita una vez más con una de las bandas más profesionales del panorama heavy metalero mundial, además acompañados otros clásicos del género y de uno de los máximos exponentes del rock melódico británico. Cartel variado e interesante que para muchos lo hubiera sido más si no se hubieran caído casi a última hora los norteamericanos Y&T por una inoportuna dolencia de su líder Dave Meniketti. Pero a la vista de la positiva reacción del público con sus sustitutos creo que todos salimos más que satisfechos.

Abrían fuego puntualmente a las 19:15 h. los veteranos de la New Wave of British Heavy Metal RAVEN, una formación que siempre con los hermanos Gallagher al frente, John al bajo y la voz y Mark a la guitarra, llevan dando caña más de cuatro décadas. Entramos ya con el primer tema, “Destroy All Monsters” casi terminando por un pequeño problema en el acceso a la sala, y ya con un respetable número de gente ocupando casi la mitad del aforo.

Siguieron con su heavy metal puro y duro, directo y sin complicaciones recordando temas clásicos de la banda como la furiosa “Hell Patrol” con John desgañitándose y moviéndose sin parar, con su micrófono de diadema sonando muy bien, mientras que Mark destripaba su guitarra dejando notas tan simples como efectivas, y el recientemente incorporado Mike Heller sacudía los parches de su batería sin piedad.

En la media hora de que dispusieron siguieron tirando de temas ochenteros como la motivante “All For One” con charla previa de John, seguida de la agresiva “Hung, Drawn & Quartered” que fue coreada puño en alto por los fieles de las primeras filas. Unos fieles que recibieron con algo más de frialdad un nuevo tema que presentaban para la ocasión “Top Of The Mountain” que aparecerá en el próximo trabajo del grupo previsto para dentro de unos meses. Tema correcto, en la línea habitual de la banda y que sonó bastante bien, sin descubrir ni experimentar.

Para el final dejaron uno de sus temas más populares y pegadizos “On And On” que fue coreado en su estribillo por buena parte de la sala, para cerrar un rato de añejo heavy ochentero, ejecutado con energía y con la ilusión de unos jovenzuelos de más de sesenta años, algo que siempre es de agradecer y que hizo que mejorara mi valoración tras las otras dos veces que les había visto y que no me gustaron demasiado.

Tras un breve cambio de equipo, con la batería situada a ras de suelo en el lateral izquierdo del escenario, empezaban a sonar las notas enlatadas de la intro del último disco de FM. Una banda que es una de mis debilidades absolutas y que entraba en el cartel para sustituir a Y&T, algo que suscitó cierta polémica en algunos foros, una sustitución que yo personalmente hubiera preferido que no se hubiera producido, ya que a FM tendremos oportunidad de verles de nuevo en Madrid junto a Dare el próximo mes de febrero, y la banda de Meniketti es otra de mis favoritas y hace ya bastante que no les veo en directo.

En cualquier caso afortunadamente la gente resulta ser bastante más madura y respetuosa en persona que detrás de un teclado y el quinteto inglés fue recibido con el cariño y entusiasmo habituales por un buen número de seguidores, de hecho más de uno se apuntó por la actuación de estos genios del rock melódico. Así fue llenándose prácticamente en su totalidad La Riviera durante su actuación que se abrió tras la citada intro con la seductora “Black Magic”, que comenzó sonando un poco rara con algún que otro coro sampleado, pero que acabó resultando como lo que es, un señor temazo.

Con un Steve Overland como siempre imponente a la voz, acompañado por sus inseparables Merv Goldsworthy al bajo y Pete Jupp a la batería, y con  el ya más que asentado Jim Kirpatrick a la guitarra, además de recuperar para este tramo de la gira al teclista original de la banda Didge Digital que sustituía a Jem Davis. Unas teclas que empezaron a tomar mayor protagonismo en una deliciosa “I Belong to the Night” como primer recuerdo a los inicios de la banda, sonando espectacularmente apasionada ya con Steve colgándose la Fender verde para acompañar a Jim.

Seguimos degustando delicias primigenias del grupo con una enorme “Bad Luck”, llena de fuerza e intensidad, con el público al ritmo marcado por el siempre competente Jupp a la batería, que se relajó un poco para acompasar la preciosa “That Girl” con los teclados de Diggie envolviéndolo todo con un gusto tremendo.

Pasaron a temas más actuales y rockeros con “Crosstown Train” de su LP “Rockville” (2013) y que no venía siendo habitual en sus últimos set lists, pero que resultó muy bien con sus guitarras más arrastradas, metiendo un punto más de intensidad en “Wildside” con Steve subiendo con poderío en su estribillo.

Llegábamos casi al final sin casi darnos cuenta con otro de los momentos álgidos de la noche “Tough It Out”, sencillamente sublime como la interpretaron, con el ya más que abundante público acompañando en sus coreos y palmeando sus inmensas melodías de voz y teclados, para rematar la faena con “Killed By Love” uno de los mejores temas que han registrado en los últimos años y que me encantó escuchar por primera vez en directo.

Magnífico cierre para un muy buen concierto de FM con el que creo que el pasado jueves pudieron vender alguna entrada más de las previstas para su próxima actuación de febrero en la sala Copérnico de Madrid.

Un poco más de rato de descanso para acondicionar el escenario para los cabezas de cartel, con una buena selección de clásicos del heavy de siempre antes de apagarse las luces con las notas enlatadas de “Is a Long Way to the Top (If You Wanna Rock and Roll)” de AC/DC como preludio de la salida a escena de los incombustibles SAXON. Tras la intro “Olympus Rising” atacaron a saco con el tema título de su último disco “Thunderbolt”, del que dieron buena cuenta, y que sonó como un cañón, algo que se mantuvo a lo largo de todo el show. Sobre todo con Biff Byford en una forma espectacular, cantando con un poderío y potencia como hacía tiempo que no le recordaba, siempre cumple pero en esta ocasión estuvo especialmente brillante a lo largo y ancho de las dos horas que duró la actuación.

Tampoco se quedaron atrás el resto de miembros de la banda, con Nigel Glocker haciendo sonar su batería con rotundidad y precisión formando como es habitual, una excelente base rítmica junto al hiperactivo bajista Nibbs Carter, marcando el ritmo sobre el que la pareja de guitarristas Doug Scarrat y Paul Quinn disparaban riffs y solos con su acostumbrada solvencia para conseguir todos ellos un sonido realmente heavy y nítido con una tremenda pegada.

Continuaron tras la primera embestida sin tregua con la potente “Sacrifice” llena de agresividad, bajando la velocidad con la tétrica y teatral “Nosferatu (The Vampires Waltz)” que no estuvo mal pero que me resultó menos atractiva, para volver a engancharnos plenamente después con el himno “Motorcycle Man” que descargaron frenéticamente haciendo botar y mover el cuello a los presentes, antes de volver a las novedades con “Predator” que al igual que con “Nosferatu” supuso un pequeño bajón de intensidad, recuperada de nuevo plenamente con una tremenda “Strong Arm Of The Law” y con “Batering Ram” otra que se ha convertido en clásico a base de incluirla como fija en sus sets desde que fue publicada en el disco del mismo título de 2015.

Tiempo para más clásicos con “Power and The Glory” que fue recibida con entusiasmo por los fans que la corearon y acompañaron con palmas en su rítmico estribillo, para meter más velocidad a continuación con “Solid Ball of Rock” que fue la única incursión en la década de los 90s pero que encajó perfectamente dentro de la alternancia de clásicos y novedades del set.

Novedades que seguían con las dos que más me convencieron de las que interpretaron, la épica “The Secret Of Flight” que sonó muy bien, al igual que la rockera “The Played Rock and Roll” dedicada a Lemmy y sus Motörhead que resultó un magnífico homenaje lleno de fuerza y crudeza en las guitarras de Scarrat y Quinn. Entre medias nos regalaron otra inmensa interpretación de “Dallas 1 PM” con un Byford sublime en sus tonos medios, antes de anunciarnos que el concierto se estaba grabando para ser publicado próximamente en formato físico.

Sin apenas descanso siguieron cayendo temazo tras temazo, como “And The Bands Played On” siempre entrañable con el recuerdo al primer Monsters of Rock del 80, o “747 (Strangers In The Night)” con el público entregado cantando su estribillo, para llegar a la parte más épica del concierto con la novedosa “Sons of Odin” que sin sonar mal me resultó algo espesa, todo lo contrario que el himno “Crusader” como siempre absolutamente brutal, para cerrar antes de los bises con la no menos genial “Princess Of The Night” en la que las guitarras sonaron enormemente afiladas dando paso a un mínimo parón.

Vuelta a escena con las luces tenues y la ambientación evocadora dando sustento a “The Eagle Has Landed”, que quizá no sea el tema más apropiado para reenganchar al público por su cadencioso desarrollo, pero que sonó muy bien como calmado preludio del frenético final que nos esperaba tres enormes trallazos. Primero con una speedica “Heavy Metal Thunder” que sonó acelerada y poderosa, para seguir con “Wheels Of Steel” en la que Byford hizo participar al público botando y coreando antes de ponerse un chaleco vaquero convenientemente parcheado que le lanzaron desde el público y con el que interpretó la más que apropiada “Denim and Leather” sobre su tradicional casaca guerrera.

Cierre perfecto para una buenísima velada, con unos excelentes invitados como FM y con un entrañable reencuentro con unos rejuvenecidos Raven, y que volvió a demostrar una vez más que Saxon nunca fallan, da igual haberlos visto hace apenas dos meses en el Leyendas, uno no se cansa de verles y siguen siendo probablemente la banda más fiable del planeta en directo, como diría Biff “Grande Cojona”.

Mariano Palomo

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